Texto por: Ricardo Arriagada Gómez
En 1994, Robert Zemeckis presentó una de sus películas más emblemáticas y atemporales que fue «Forrest Gump», protagonizada por Tom Hanks y Robin Wright. Treinta años después, el director y los actores se reúnen para este film que tiene una particularidad interesante, basada en la novela gráfica de Richard McGuire.
Luego de dos horribles remakes en 2020 y 2022, Zemeckis intenta recuperar su reputación de innovador, y experimenta con esta película el uso de una toma fija y sus miles de transformaciones, apoyadas con CGI impecable, aunque también utilizando tecnología con Inteligencia Artificial para darle juventud a los protagonistas. Una historia que demuestra las fragilidades y alegrías de la vida.
Contada de manera no lineal, a través de un punto específico de Nueva York, donde millones de años atrás habitaban dinosaurios y se generaba posteriormente la Glaciación, los primeros nativos y la civilización, en una casa han pasado diversas familias a lo largo del Siglo XX, especialmente la Familia Young, en donde Richard (Tom Hanks) junto con Margaret (Robin Wright) forman sus nuevas vidas, al igual como los que vienen a futuro. Dentro del reparto se encuentran nombres como Paul Bettany, Kelly Reilly, Michelle Dockery, Leslie Zemeckis, Gwilym Lee y Jonathan Aris.
Para dar contexto a lo que uno se enfrentará con las historias, la novela en el que se basa, expone cuadros que nos demuestran el paso del tiempo en un mismo lugar, y esa representación logra ser fiel con estos mini relatos que son fáciles de captar, y que fue buena decisión mostrarse de manera no continua, sino sería más aburrida. Llenos de diálogos, cumple con tener escenas de humor y otras que puede captar sensaciones del espectador como la nostalgia, principalmente… que se puede tomar para bien o no.
En algunos momentos, hay cierta presencia en el guion que se alarga más de lo normal para los simple que es la trama -sabiendo que su duración es de 104 minutos-, pero si hay algo que lo marca como golpe de gracia es la apelación a lo emotivo, especialmente con lo que frágil que suelen ser temas como la salud, la pérdida y hasta los mismos recuerdos. Lo chocante en lo que podemos apreciar, son los efectos especiales que son efectivos para demostrar cada época, pero el uso de tecnología con I.A. llega a ser algo incómoda no solo para algunos personajes, sino también en los cambios de escena, que llegan a ser un poco brusco para la vista.
Con sus debilidades y aciertos, hay que decir que «Aquí» de Zemeckis es un respiro, para su filmografía, y si bien, no es ni de cerca de lo destacado para una envidiable carrera, es un ejercicio bonito y que puede una opción a futuro para ser vista en época de Navidad o como una película de comfort. Ya se encuentra disponible en cines nacionales a distribución de BF Distribution.
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