Texto por: Gonzalo Díaz

Fotos por: Spider Prod

En pleno apogeo de la Guerra Fría y con la demostración de lo más crudo e inhumano por parte de la sociedad, Discharge hacía su irrupción no para decir basta ni para entregar un discurso conciliador, sino muy por el contrario, los ingleses buscaban dar cuenta de la parte más incoherente del ser humano, cuestionando por medio de sus canciones, el actuar constante de crudeza marcada en aquellos años, siendo las guerras, la violencia y el caos, parte de una serie de temáticas presentes en sus canciones que vendrían a señalar la parte más oscura de la realidad, la cual había sido muchas veces desplazada por los medios o por la propia cultura más ligada a estos. Por lo mismo, la aparición de Discharge en el mapa musical, vendría a ser solo el inicio de una extensa carrera que los llevaría incluso a influenciar a una serie de bandas de diversos estilos, participar en festivales de todo el mundo y transformarse en una banda de culto para lo que sería conocido como el sonido D-Beat y siendo en este caso, una banda referente para una gran cantidad de fanáticos que los verían por primera vez en Chile, transformándose la visita de Discharge, en una de las más esperadas del último tiempo.

La llegada de Discharge a Chile no es una historia simple; considerando que arrastraba conciertos suspendidos, cancelaciones y otros pormenores que luego de una extensa y accidentada espera, daría lugar al aterrizaje de Discharge al país, el cual se hacía por fin una realidad, en este caso por medio del llamado Hell On Earth Tour. Sin embargo, cuando nos referimos a una accidentada espera, esta no sería la excepción, dado que  de último momento, se darían una serie de hechos que generarían mayor tensión a dicho concierto, esto considerando que el tour, era en compañía de los norteamericanos de Havok y Midnight, bandas que por motivos ajenos a la producción, no lograron llegar al país, dando paso a cuestionamientos y dudas sobre el desarrollo mismo del evento. A pesar de esto y de dichas bajas, esto no significaría un problema para el esperado debut de Discharge frente a un ansioso público local.

Pero vamos a lo nuestro: luego de una reprogramación de horarios, la jornada daba inicio a eso de las 20 horas con los nacionales de ACC (Actitud Contra Cultural), quienes por medio de un sólido repertorio, que fue ampliamente acompañado por una serie de espectadores que poco a poco repletaban el Teatro Coliseo y por medio de un recorrido por sus principales temas, los cuales incluso tuvieron el apoyo de Yury Salinas de Matahero en las voces, pudieron encender la jornada que a esa hora, ya se preparaba para los protagonistas de la noche, los ingleses de Discharge.

Corrían los minutos y el ambiente entraba en una especie de ansiedad, nerviosismo, pero sobre todo, entusiasmo que se veía reflejado desde el ingreso al teatro, hasta los pasillos y el propio espacio del público, las razones eran obvias, era la oportunidad de ver a una de las bandas claves del desarrollo del Punk, quienes por medio de su propuesta, fueron capaces de innovar en un sonido que los marcaría por el largo camino de su carrera, dando paso al nacimiento de diversas bandas y estilos que tomarían a Discharge como principales referentes. De esta manera, siendo las 21 horas, los padres del D-Beat hacían su ingreso al escenario, siendo «The Blood Runs Red», «Fight Back» y el clásico «Hear Nothing, See Nothing, Say Nothing», los primeros gritos que demostraban que la espera llegaba a su fin, a lo cual el público respondía como corresponde: mediante intensos mosh, saltos de stage y coreando de manera intensa cada uno de los temas de la banda, quienes seguidos de canciones como «Drunk With Power», «Hell On Earth» o la esperada «Protest And Survive», daban cuenta de la potente propuesta de los ingleses.

Ya avanzado el set, el cual se había anunciado previamente que sería de tipo extenso, se daban espacios para hacer recorridos por la discografía de Discharge, generar breves pero intensos comentarios sobre la situación política mundial, como también diálogos con el público presente, el cual a pesar de la intensidad del concierto, no daba muestras de cansancio. Aun así, era momento de dar cierre a la jornada, cierre que llegó con un inesperado momento, en donde mientras se interpretaba «Decontrol», los estadounidenses de Midnight hacían su entrada al escenario, para acompañar en guitarra y batería lo que sería el final de la presentación de Discharge, quienes a esa altura, comenzaban a despedirse de la fanaticada local y finalizar un concierto que podría ser señalado y recordado como una verdadera aventura, esto por un desarrollo de situaciones que a final de cuentas, lograron marcar lo que podría considerarse como uno de los conciertos más importantes de la primera parte del año.

Setlist:

01. The Blood Runs Red

02. Fight Back

03. Hear Nothing, See Nothing, Say Nothing

04. A Look At Tomorrow

05. Drunk With Power

06. Hell On Earth

07. Cries Of Pain

08. Ain’t No Feeble Bastard

09. Protest And Survive

10. Hype Overload

11. New World Order

12. Corpse Of Decadence

13. Hatebomb

14. Never Again

15. State Violence

16. Realities Of War

17. Accesories Of Molotov

18. War Is Hell

19. You Deserve Me

20. The Possibilities

21. Decontrol


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