Texto por: Tomás Bascoli
Fotografías por: Daniel Sáez
Pienso en el lejano 2009, en el marco del Festival de Viña de aquel año, y en la fascinación que me provocó ver uno de los mejores espectáculos anglo que ha pisado la Quinta Vergara. Simply Red, liderados por el carismático y sencillo Mick Hucknall, entregó un show elegante y amparado en una batería de éxitos que retumbaban a la perfección en mis oídos. ¿Será la magia y los efectos de la televisión que hacen a esta banda plantarse tan bien arriba del escenario? Con esa interrogante rondando me acerque al Movistar Arena para presenciar una puesta en escena que refutaría todas mis inocentes hipótesis. Simply Red presentó un show perfecto, potente y refinado sostenido en la increíble capacidad vocal de su líder y una banda de músicos que interpreta cada nota de forma precisa y bella. Realmente, todos los que estábamos allí caímos de una estrella directamente a los brazos de Mick Hucknall.
Se terminaba la tarde en Santiago y el recinto ubicado en el Parque O’Higgins se preparaba para recibir la segunda de cinco fechas estipuladas en nuestro país en el marco de la celebración de sus 40 años. Con un lleno total, el público esperaba calmado lo que sería un espectáculo de alrededor de dos horas que los sumiría en un viaje estrellado y fugaz a través de las mejores canciones de la banda.
Tras la apertura de los Hermanos Ilabaca a eso de las ocho en punto, que tibiamente abrieron el show frente al público que llegaba a goteos y comenzaba a colmar cada asiento dispuestos para el plato de fondo, vendría una avalancha de canciones interpretadas a la perfección.
Algunos minutos pasada las nueve de la noche, las luces se apagan y comienza a brillar la estrella propia de Simply Red con «Sad Old Red». El inicio con un jazz elegante que vendría a marcar el tono de lo que sería la jornada: un Mick Hucknall con un control absoluto de su voz y una camada de músicos de los que caben destacar el equipo de vientos y teclados que se robó la película cada vez que pudo.
“Amigos, muy buenas tardes, estamos muy feliz aquí” dijo Hucknall con un español bastante bueno, para luego complementar -ahora en inglés- “estamos celebrando los 40 años de Simply Red” y lanzar «Jericho» y la escandalosamente bien interpretada «Money’s Too Tight (To Mention)», sin antes presentar a cada músico que lo acompañaría durante la noche.
El marco de luces tras el escenario cambiaba de color e imágenes para acompañar a «The Right Thing», «A New Flame» y un exquisito cover de «It’s Only Love Doing Its Thing» de Barry White que terminó con una ovación del público.
Le siguieron «You’ve Got It» y «Enough» que permitieron reconocer las diversas texturas sonoras que van convergiendo en la puesta en escena, especialmente con el teclado, la guitarra eléctrica, un clarinete, el saxo y la propia voz aterciopelada y cálida de Hucknall como maestro de ceremonia.
«If You Don’t Know Me By Now» marcaba uno de los mejores momentos de la noche, cantada al unísono entre el vocalista y público y terminando en una ovación ensordecedora. A esa altura del setlist las y los oyentes ya se encontraban entregados e hipnotizados por el desplante del que estaba siendo presa a manos de Simply Red.
«For Your Babies» y la famosísima «Stars» marcaron el núcleo del show, acompañadas de unas visuales atractivas, innovadoras y diversas para cada tema, las canciones fueron coreadas en su totalidad por un público que terminó por ovacionar, una vez más, lo que a esa altura del partido ya era un show perfecto.
Luego, vendría un momento más calmo y romántico con «Thrill Me», «So Beatiful», «Never Never Love», «Say You Love Me» y los hermosos covers de «The Air That I Breathe» de Albert Hammond y «You Make Me Feel Brand New» de The Stylistics que permitió, a todas y todos los presentes, ser privilegiados al sentir el manejo vocal de Hucknall que bailaba entre la elegancia y la potencia construyendo una interpretación gigantesca de este último cover. Realmente una entrega que te removía hasta la última molécula de tu cuerpo.
Después de la sección romántica era momento de una más movida y bailable con «Fake», «Sunrise» y «Fraiground» para hacer a varias personas del público pararse del asiento y bailar, junto a sus parejas, en el pequeño espacio entre asientos.
Tras el cover vendría la bomba musical que significó «Something Got Me Started» y «Holding Back The Years» que reafirmó el control absoluto, musical y vocal, de Hucknall y compañía para llevarse la última gran ovación de la noche y el cariño de un público entregado completamente al disfrute de la música que nos regalaron la agrupación.
Simply Red hace ver todo tan sencillo y natural. Nada está forzado, no hay errores en la interpretación y todo se siente tan orgánico que la música te hace brotar una serie de emociones de las que te guía la inigualable voz de Mick Hucknall y su séquito de músicos. Un show elegante y potente, demostrando un manejo de escenario a la perfección como si todo ya fuese vaticinado o se supieran de memoria todo lo que ocurrirá durante su espectáculo. Realmente, se sintió como caer de una estrella a los brazos de Simply Red.
Setlist:
- Sad Old Red
- Jericho
- Money’s Too Tight (To Mention)
- The Right Thing
- A New Flame
- It’s Only Love Doing Its Thing
- You’ve Got It
- Enough
- If You Don’t Know Me By Now
- For Your Babies
- Stars
- Thrill Me
- So Beatiful
- Never Never Love
- Say You Love Me
- The Air That I Breathe
- You Make Me Feel Brand New
- Fake
- Sunrise
- Fairground
- Something Got Me Started
- Holding Back The Years
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