Texto por: Franco Zurita

Uno de los conciertos más esperados de este 2024, es sin duda, el encuentro entre dos leyendas invaluables del Rock: Journey y Deep Purple por primera vez juntos en nuestro país para celebrar los más de 50 años de carrera que ambas bandas llevan a cuesta, en donde su sonido ha sido fundamental para el desarrollo del Rock, siendo fuente de inspiración para más de una generación a lo largo de toda su carrera.

Por el lado de los liderados por Ian Gillian, los británicos aterrizarán en nuestro país tan solo un año después de su última visita, en donde junto a Kiss, Scorpions, Helloween y Skid Row, dieron forma al Master of Rock. En aquella oportunidad, Deep Purple, entre su habitual repertorio de clásicos, rindió un pequeño homenaje a nuestra Violeta Parra, interpretando un extracto de «Gracias a la Vida» seguido del himno nacional. Todo esto, por supuesto, marcando otro hito de la banda en uno de sus innumerables encuentros en nuestras tierras que se remontan desde el año 1997 en el recinto que coincidentemente los recibió el año pasado y que los albergará el próximo 17 de septiembre.

Este 2024, además de la gira que los traerá nuevamente a Latinoamérica, Deep Purple sorprende con nuevo material: Su recientemente estrenado «=1». Un disco que si bien, no viene a innovar en la fórmula, es un refresco para el sonido esencial de la banda. Lleno de riffs pegajosos y de momentos destacables, Ian Gillian y compañía, demuestran que a pesar de haber construido piezas memorables del rock en tiempos pasados, muchas veces menos es más, mientras lo fundamental prevalezca. Además y siendo justos, Deep Purple es una de las piezas claves del Rock & Roll y con más de cincuenta años de carrera, mantener al menos la pasión de hacer música es algo admirable y los hace dueños del status que los británicos gozan en la historia de la música.

En el caso de Journey, trece años son los que nos han distanciado de los norteamericanos y se nos hace imperioso no detenernos en todo lo que han trascendido a lo largo de la vida de muchos. A pesar de los traspiés y de las diferentes direcciones musicales que han derivado en innumerables cambios de formación, Journey vivió la real consagración con una de las voces más reconocidas de la banda, el gran Steve Perry.

Con su irrupción en la banda el año 1977, el indiscutible talento del cantante le dieron no solamente un nuevo segundo rumbo a los norteamericanos, sino que los hizo consolidarse en la escena a través de su disco «Infinity» del año 1978, obteniendo su primer Disco de Platino del cual se desprendieron clásicos como «Lights» y «Wheels In The Sky».

De ahí en más, todo fue un éxito. Unos años después, con la llegada de «Escape», su disco más popular y vendido alrededor del mundo, establecía a Journey como uno de los emblemas del Rock de la década de los 80’s. Estandarte que se mantiene hasta el día de hoy cada vez que suena «Don’t Stop Believin’» u «Open Arms», sin pudor ni vergüenza, desgarramos con pasión intentando imitar el contratenor de Perry. Con «Frontiers» del año 1982, el éxito seguía manteniéndose con otra de las baladas clásicas de Journey, «Faithfully», así como también, por la llegada de MTV a los medios masivos quienes pasaban por esos años, un corte-documental de la misma canción llevando el nombre de los norteamericanos hacia todos los continentes.

Luego del abrumador éxito (que por supuesto se prolonga durante años) que terminó con la carrera de solista de Perry y el posterior distanciamiento, Steve Augeri asumiría la voz de Journey para continuar la travesía y grabar un par de discos bastante discretos a comienzos del nuevo siglo. Sin embargo, años después, la banda encontraría finalmente su destino en respuestas a tantos años de viaje. Con la inmediatez de la internet, el nombre de Arnel Pineda, un joven cantante filipino llegó a los ojos y oídos de Neal Schon, miembro de Journey y encantado por el increíble talento de Pineda, es invitado a una audición en San Francisco. Hecho que terminó en la contratación del músico, haciendo su debut en, nada más y nada menos, que en nuestro Festival de Viña del Mar del año 2008 con aquella magnífica presentación en la Quinta Vergara. Elogiada por supuesto, por cientos de medios alrededor del mundo y que sigue siendo recordada, hasta el día de hoy, por muchos de nosotros.

Aprovechando esa misma visita a nuestro país, ofrecen un espectacular concierto en el Estadio San Carlos de Apoquindo junto a Peter Frampton y Earth, Wind & Fire y tres años después, volverían para repletar el Movistar Arena en una jornada para el recuerdo y que serviría como previa para el segundo disco de Arnel Pineda, «Eclipse» lo que demostraría el gran acierto de Journey con el filipino. Un acierto que significó el renacer de la banda llevándolos nuevamente a pelear posiciones en los rankings musicales más prestigiosos alrededor del mundo y a seguir manteniéndose como una de las bandas emblemas de la década de los 80’s y de la música universal.

Para reafirmar lo anteriormente expuesto, Journey trae consigo «Freedom». Su último trabajo musical demostrando la vigencia del sonido clásico y que si bien, puede no estar a la altura de otros discos emblemáticos de la banda, es un importante refresco para la escena del Rock más melódico.

Con nueva música y haciendo la previa para las fiestas patrias, este 17 de septiembre viviremos un encuentro inolvidable con Journey y Deep Purple. Dos colosales del Rock juntos, en una demostración de historia pura y éxitos inmortales, contando además a Aleste como invitados nacionales. Aún quedan entradas a través de Puntoticket. Produce: The FanLab


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