Texto por: Franco Zurita

De las cenizas de Beach Fossils, nace DIIV. Una efervescente e hipnótica mezcla de sonidos ligados al Shoegaze y el Dream Pop que utiliza toda la esencia y la nostalgia de la escena independiente de los 80’s y 90’s para hacernos viajar en distinta escala, por el universo sonoro de los norteamericanos que entre la distorsión y sutiles melodías logran patentar un estilo propio, obviamente, influenciado por toda esta corriente de sonidos alternativos que imperaron en aquellas épocas pero que sin duda, siguen trascendiendo a través del tiempo.

Y aunque ya hemos sido testigos de su particular sonido, de acuerdo a sus anteriores visitas a nuestro país, se nos hace imposible no destacar la materia prima de DIIV: Su música. Porque principalmente, es una banda que no forma parte del mainstream musical y porque se hace a lo menos interesante, el desarrollo que la banda ha logrado cosechar a lo largo de todo este tiempo. Todo esto por supuesto, no está exento de polémicas, sin embargo, no es el tema que nos convoca. A su vez, podría esto o no, justificar la breve carrera que la banda lleva a cuestas.

Dicho esto y entrando en tierra derecha, no destacar su debut «Oshin» del año 2012, se nos resulta imposible. Un trabajo melódicamente intuitivo, a ratos oscuros pero en donde el pop, mezclado con la nostalgia y un poco de distorsión, construyen de alguna forma, el sonido base de DIIV. Así mismo y en consecuencia, es imperioso no destacar una de sus joyas discográficas, el gran «Is The Is Are» lanzado cuatro años después y el cual, al igual que su debut, pudimos disfrutar y divagar en vivo en la edición de Primavera Fauna 2015. Un tributo al Shoegaze y al Rock más introspectivo que en un poco más de una hora, es una definición perfecta del género y todas sus variaciones en una antología de sonidos reflexivos de las cuales, destacar por ejemplo «Dopamine» es indispensable a la hora de las recomendaciones.

«Deceiver», llegaría tres años después para seguir divagando entre escenarios melancólicos pero indudablemente hermosos. Un caos sonoro y un salto importante en su carrera, en donde los diversos efectos y la energía reflexiva de su sonido es un trabajo imposible de ignorar en su catálogo. Como dato, luego de ser dado de alta, Cole Smith reunió a la banda y junto a Deafheaven, se embarcaron en un tour por los Estados Unidos previo al lanzamiento de este trabajo. Eso explicaría muchas cosas al respecto del sonido de «Deceiver», pero que sin embargo, terminó siendo un gran acierto para los norteamericanos.

Luego de la pandemia, DIIV graba un disco en vivo en Murmrr Theater en Brooklyn para este año, sumergirnos en «Frog In Boiling Water». Una nueva metamorfosis, que en respuesta al sonido turbio, melancólico y electrizante de «Deceiver» llega para enredarnos en melodías igual de inquietantes, pero en un tono más conceptual e infinitamente furioso. Un análisis político, social y una retrospectiva a las controversias y adicciones vividas por Cole Smith a lo largo del desarrollo de DIIV. Situación que podría o no estar superada, pero que sin embargo, ha sido un tema recurrente (y porque no, inspiración) para la sonoridad de la banda. Pero sin limitarlos a los excesos, la experiencia sonora y la energía que DIIV despliega en escena y en sus trabajos en particular, es más que recomendable para los amantes de Sonic Youth, Ellioth Smith y todos aquellos sonidos introspectivos de atmósferas lúgubres y melodías brillantes.

Sonidos con los cuales nos reencontraremos el próximo 08 de septiembre en Club Chocolate con el regreso de DIIV a nuestro país, luego de varios años desde su última visita. Una cita por la intensa trayectoria y el universo sonoro de uno de los exponentes de este revival del Indie Rock y el Shoegaze. Los nacionales La Ciencia Simple estarán como acto previo al show.

Aún quedan entradas disponibles a través de Puntoticket. Produce: Ni Vivo Ni Muerto.


Zumbido.cl

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