Álbum: «Birthing»

Artista: Swans

Género: Post-rock

Año: 2025

Texto por Pablo Castillo

A estas alturas, hay suficientes argumentos para nombrar a Swans como una de las mejores bandas de toda la historia, en más de 40 años han redefinido los límites de la música experimental con trabajos que han cambiado el rumbo de la música. Con una amplia gama de versatilidad, dominaron la escena no wave de new york en los 70 ‘s con géneros tan agresivos como el noise rock o el rock industrial, para luego decantarse por amaestrar el neo-folk y el rock gótico. Su zona de confort fue hallada en el post-punk y en el post-rock, creando un par de obras maestras que siguen consagrando a la banda como una de las propuestas más arriesgadas de la historia. 

La década pasada fue solo de celebración con su trilogía The Seer – To be Kind – The Glowing Man, 3 discos de 2 horas cada uno que redefinen el concepto de rock moderno con composiciones monumentales que protagonizan la repetición para crear atmósferas tanto épicas como apocalípticas, contrastadas por ansiosos y caóticos riffs que perduran por minutos y que no cansan gracias al minimalismo de su composición y su originalidad. La ambición colosal de su frontman Michael Gira lo empujó a perfeccionar un sonido que a día de hoy sigue sonando revolucionario y único, con 3 de las piezas musicales más prolíficas del nuevo siglo. Con bombos y platillos, una nueva era comenzaba para la banda que seguiría durante los siguientes años con la segunda trilogía del post-rock.

leaving meaning. (2019) sigue siendo hasta la fecha una caída para la consistencia que llevaba la banda, un trabajo un poco más atmosférico que prioriza la repetición constante por sobre la sorpresa de secciones explosivas, inesperadas y contrastantes, asumiendo un primer capítulo un poco agrio para los fanáticos. The Beggar (2023) logró lo inexplicable con un clímax de 45 minutos que mezclaba el ambient, el neo folk y un espejo entre Michael Gira y la muerte, desde una mirada existencialista y asustada que en el resto de canciones musicalizo de una manera esperanzadora, redirigiendo a la banda en su lugar de gloria. La segunda trilogía del post-rock y el último trabajo del “big sound” llega a su fin con Birthing (2025), una obra que deja el nombre de Swans en lo más alto de su carrera.

Hablar de ambición sería redondear el mismo círculo que se lleva discutiendo hace años con la banda, pero es inevitable no pensar en la figura de líder que es Michael Gira y que pasa adentro de su mente para una vez más lograr lo imposible, porque Birthing es una obra brutalista considerada monumento. Un bloque de concreto que se puede ver a kilómetros por su inminente e inquietante portada y que no se puede apreciar su belleza a simple vista, belleza que se va asomando a medida que entiendes cada uno de los elementos que componen estas largas piezas musicales. Su duración de 7 canciones en una hora y 55 minutos causa espanto y negación instantánea en cualquier mente cuerda, además de la densidad de cada una de las canciones con una duración promedio de 18 minutos no se ve como algo realmente agradable, pero es en el corazón de cada movimiento que se puede ver la grandeza del disco.

El ensamble de los 7 integrantes que conforman la banda llega a uno de los puntos más trascendentales de su carrera, con crescendos musicales con la misma potencia emocional que Helpless Child y The Sound durante los 90’s, pero con el pequeño cambio sobre un experimentado Gira que ya no busca las sombras o lo perturbador a través de estos pasajes, sino que encuentra cosas indescriptibles por el diccionario que solo pueden ser vagamente entendido por las emociones. Lidiando con la vida y la muerte como es costumbre, se puede ver muy fuerte el color de cada canción y como cada una explora de la misma manera estos crescendos, con I Am a Tower que llega a su punto más alto homenajeando a “Heroes” de Bowie de una manera esperanzadora o The Merge que es al contrario una bola de ruido que constantemente irrumpe con secciones brillantemente experimentales.

Y todos los trabajos de la banda se caracterizan por su contenido lírico tan extremo y sin censura, y pareciese ser que el diálogo de M. Gira apunta por un lado mucho más filosófico planteando conversación ante sus procesos de duelo en Rope (Away), coordinando con el más allá y la reencarnación en el single principal del disco, y a momentos, cosas que no parecen tener mucho sentido para el oyente pero que deben de ser un pequeña muestra de su rompecabezas mental como en Red Yellow o en Guardian Spirit. En todas estas conserva un indole de espiritualidad y de religión infaltable en cada placa de la banda, además de insistir con un tono lúgubre el cual recuerda a Ian Curtis en sus últimos años de vida como en Closer (1980).

Las baterías son gloriosas y triunfantes durante estos momentos de claridad en el trabajo, en contraste a lo opaco y seco que suenan cuando la canción pasa por un momento más oscuro y más clásico, el bajo se torna protagonista por irrumpir secciones casi por sorpresa creando líneas memorables por su capacidad de ser pegadizos y a la vez sonar como un combo en la mandíbula, las guitarras son infernales y son el elemento principal para crear estos crescendos tan trascendentales, sin embargo pasan a segundo plano al tener una base rítmica tan precisa, los teclados embellecen cada pasaje logrando música muy visual y todas las percusiones que coronan esta masa de ruido como un cierre perfecto.

Como todo buen final de una trilogía, aquí existe un clímax para todo el desarrollo que se planteó durante los dos discos anteriores, solo que con diferencia a cualquier otro trabajo de la banda, todas las canciones cuentan con su propia ruptura. Aquí se concentran las ideas de To be Kind entre el sonido clásico del post-rock que poco a poco va elevando la intensidad y oscilando entre las matices más inaccesibles del rock experimental con riffs inspirados fuertemente en Can y en la movida del Krautrock en Alemania. Birthing perfecciona el choque entre ambas ideas y con la facilidad de hacerlo todo dentro de una misma pieza musical, logrando canciones de alto calibre que están compuestas a la perfección.

Si una imagen vale más que mil palabras, Birthing (2025) es lo más cercano musicalmente a una imagen, porque al cerrar los ojos se puede apreciar lúcidamente todo lo que Gira siempre ha querido expresar, quedandome corto con esa descripción porque ni siquiera las

mil palabras de este texto le hacen justicia a lo grandioso y enorme que es este trabajo. Todo lo hermoso en esta vida toma tiempo, y son estas dos horas de proyecto que te recompensan no solo con un final revelador sino que con un crecimiento musical significativo. La densidad de todo esto lo hace un trabajo no apto para todo público y seguramente muchos creerán que es una pérdida de tiempo, pero en el momento que tu cabeza hace click con Swans entiendes que este final es una obra maestra.

Canciones esenciales: The Healers – I Am a Tower – Birthing – The Merge – Rope (Away)


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