
Texto por: Ricardo Arriagada Gómez
Fotografías: Claudio Escalona
En Club Blondie han pisado una cantidad de artistas que han trascendido por décadas o han demostrado un catálogo de culto. El sábado 05 de abril, antes del cambio de hora y aprovechando una noche larga, pasó un cometa llamado Jon Spencer, ofreciendo un show de calibre alto que no paró por casi 90 minutos.

Tras el acto de apertura hecho por Perrosky, banda nacional que tiene un pequeño acercamiento con el músico estadounidense -ya que han podido trabajar juntos-, A las 22:00 de manera puntual, Jon con sus compañeros toman posición y desencadenan un arsenal de canciones, muchas de ellas pasando directamente a otra a solo un par de segundos. Un detalle importante es que venía de tocar en tres días consecutivos en Brasil.

Parte del repertorio era marcado con nueva música, principalmente del EP “Sick of Being Sick!” (2024) donde estuvieron presentes “Wrong”, “Get Away”y “Come Along” en la primera parte, como también lo fue “Guitar Champ” durante su desarrollo, pero como muchos esperaban, entre covers y proyectos paralelos, hubo joyas de The Jon Spencer Blues Explosion para que el público disfrutara, muchos de ellos mayores que seguramente que gozaron de sus temazos en los noventa.

Si hay cosas impresionantes en lo que pasaron en el escenario era el tipo de sonido, como si se reprodujera un CD del artista, pero en realidad todo era en vivo, ya que el tono de voz y la fuerza instrumental era sublime. Además, Spencer utilizaría los momentos de pausa para solucionar ciertos problemas referente al micrófono o su guitarra, acompañado firmemente de Macky Spider Bowman en batería y la bajista Kendall Wind en bajo. Un trío que sonó cañón. Pero si hay algo notable a destacar, es que no había setlist: la mayoría de temas que tocaron fueron avisadas en el momento.


“Black Mold”, “Sweat”, “Junk Man” y la tremenda “Bellbottoms” fueron algunos fragmentos geniales para recordar los viejos tiempos, en un recital muy entretenido con muchas interacciones, incluso con momentos improvisados que, muchas cosas no se entendían, pero fue divertida la conexión que lograba dar el guitarrista para ir sin atados a lo que correspondía, logrando una lista de temas de increíble poder.

Mucho punk blues / rock sin detenerse para cargar energías y celebrar su paso por este lado del mundo. Pese a su poca promoción que hizo efecto en que la Blondie no tuviera su capacidad total, fue un concierto que tuvo de todo para mostrar la versatilidad de Jon Spencer en su historia, llena de canciones que lo ha transformado en una máquina indestructible.
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