
Nota por: Ricardo Arriagada Gómez
2024 fue un año curioso para los primates, siendo representados en distintas formas y resultados en el mundo del cine. Uno que se agrega a la lista es una idea que, pudo haber resultado un desastre total, pero termina siendo uno de los Biopics más creativos, y a su vez, un Musical genial en manos de Michael Gracey, conocido por su trabajo en «El Gran Showman» (2017) y que éste es su segundo larga duración.
Son muchas las preguntas entorno a la representación del cantante británico Robbie Williams como chimpancé con CGI -pese a que el propio artista muchas veces se ha identificado con ese animal-, arriesgando el interés el público. Fracasó en Norteamérica debido a no ser un artista que haya impactado en ese mercado, a pesar de alcanzar una nominación a los Premios Oscar a Mejores Efectos Visuales, pero en sus tierras ha sido una sensación.
Básicamente, la sinopsis es el desarrollo como artista del astro inglés Robbie Williams, desde su participación en la boyband Take That, su carrera solista que ha tenido éxito en el Reino Unido, a pesar de todo problema que había detrás entre adicciones, pésimas conductas y su relación con su padre, que fue un pulso para conseguir sus objetivos. El nombre de la cinta hace referencia a la segunda canción de su tercer disco «Sing When You’re Winning» (2000). En el reparto se encuentran Steve Pemberton, Kate Mulvany, Alison Steadman, Damon Herriman y Tom Budge. El propio Robbie participada con su voz como narrador, Jonno Davies en las capturas de CGI y Carter J. Murphy en la voz siendo un niño.

Un año donde las Biopic de música han ofrecido resultados mixtos, pero éste film supo salir adelante como un Jukebox Musical que se compone de alocadas maniobras que hay entre Realismo Mágico o elementos sicológicos, algo que no se veía desde el atrevimiento de «Rocketman» (2019) de Dexter Fletcher en combinar lo real con lo ficticio, sin esconder detalles negativos ni dejar de lado los errores humanos. Curiosamente, el uso de efectos visuales es alucinante para estar a la par con la historia.
El factor Musical es absolutamente genial, rescatando partes de las composiciones más populares de Williams para ser usados de una manera particular, para ocupar algo que vale mucho su desarrollo: la emoción. Hay muchas risas, rabias y, sobre todo, momentos sentimentales para entender las intenciones que hay de la idea de sentirse distinto al resto de quien rodea al cantante. A pesar de que hay momentos que no se perciben tan potentes como la mayoría, la fluidez funciona y no se detiene hasta su final que también es rescatable.
«Better Man, la historia de Robbie Williams» cumple con su misión, divertida y bulliciosa para ser una cinta que, tuvo el injusto trato en taquilla y no haber sido tan atractiva para la temporada de premios, pero todo lo que tiene, ser un espectacular disparate donde hay más Comedia y más Musical que otras. Llega a los cines nacionales a partir de esta semana a distribución de Diamond Films.
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