Texto por: Clau B. Díaz

«Un completo desconocido», película basada en el libro «Dylan Goes Electric!» de Elijah Wald, dirigida por James Mangold -quien también dirigió «Walk the Line», película basada en la vida de Johnny Cash-, nos presenta a un Bob Dylan en sus inicios. La cinta abarca cuatro años (desde 1961 hasta 1965, aproximadamente) en los cuales podemos ver la evolución de un artista, del folk más tradicional a lo eléctrico.  

Cuando pensamos en una biopic, generalmente esperamos conocer a profundidad la vida del personaje que nos presentan: su infancia, sus motivaciones, sus relaciones personales. Esperamos algo más íntimo y personal. Sin embargo, en «Un completo desconocido» esto no sucede. La cinta se enfoca más en el artista que en la persona, como si su vida privada y el contexto social fuese más un telón de fondo que pasa mientras vemos la carrera artística de Dylan, y creo que esto le da un aire refrescante a lo que son las biopic. 

Por lo que, el conflicto de la cinta no son sus relaciones amorosas con Sylvie (Elle Fanning), quien en la vida real se llama Suze Rotolo y con Joan Báez (Mónica Barbaro) de hecho, muestran a Dylan como un patán con ambas; sino que la problemática principal es el paso del folk tradicional a lo eléctrico, y cómo el público vio esto como una traición. En la película recrean el momento, ya icónico, en que un asistente de uno de sus shows le grita Judas al músico, y si bien lo contextualizan en Estados unidos sucedió en Inglaterra, pero se entiende el concepto. Esto me recordó mucho a una entrevista que Eduardo Gatti dio al programa Sala de ensayo, en la cual contó que cuando Víctor Jara invitó a Los Blops a participar en el disco «El derecho de vivir en paz», para muchos fue una suerte de traición por darle un toque más rockero a su folclor tradicional, incluso en un show con Víctor los pifiaron, pero bueno, eso es para otro artículo. 

Las decisiones artísticas de fotografía y dirección aportan a dicha visión; los planos parecen portadas de discos o poster que quisieras tener colgados en tu casa. Personalmente, me dio la sensación de estar hojeando el librito de una versión Deluxe de un álbum mientras escucho el disco remasterizado, el cual trae imágenes inéditas de ensayos, de los detrás de cámara de las fotos, o el backstage de los shows. Algo que, probablemente, muchos de nosotros echa de menos hacer. 

En lo que respecta a las actuaciones todo el elenco se destaca de sobremanera, sin embargo, las de Timothée Chalamet como Bob Dylan y Edward Norton como el cantautor y activista Pete Seeger son superlativas, personalmente, para mí, esta última fue la mejor interpretación de toda la película. La química entre ambos actores traspasa la pantalla, te sumerge realmente en los Estados Unidos de los años 60’s

La cinta nominada a 8 Óscar no pudo tener mejor nombre, representa todo el argumento. Bob Dylan persona no importa, es un desconocido para nosotros, incluso para él mismo, y está bien que sea así. Hay una libertad creativa intrínseca en todo ello, sin ataduras ni etiquetas que permitió que Dylan fuese el gran cronista del siglo XX, quien nos canta su visión del mundo desde los años 60’s. El resto, como se dice, es historia. 

«Un completo desconocido» se estrena el 20 de febrero en el país, distribuida por Cinecolor


Zumbido.cl

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