“Un buen ladrón”: Ingenio y corazón

Película: “Un Buen Ladrón”

Director: Derek Cianfrance

Género (s): Crimen / Drama / Comedia

Año: 2025

Texto por Tomás Bascoli

La increíble historia real de Jeffrey “Roofman” Manchester llega al cine de la mano de Derek Cianfrance y protagonizada por Channing Tatum. En “Un Buen Ladrón”, el actor reencarna al ex veterano del ejército estadounidense que se las arregló parar robar una serie de locales de comida rápida de McDonald’s, fugarse de la cárcel (dos veces) y vivir encubierto con otra personalidad entre los recovecos de una tienda de juguetes de la cadena Toy ‘R’ Us, e incluso comenzar una relación amorosa con Leigh Wainscott, interpretada por Kirsten Dunst.

Efectivamente son de esas historias que están hechas para llevarlas a la pantalla grande, especialmente por lo increíble y extraordinaria. Tan fascinante es la historia de “Roofman” que el director, Cianfrance, mantuvo varias conversaciones telefónicas con el convicto para poder retratar de la mejor forma su historia. Es así, como la película nos moviliza entre el ingenio cómico de Tatum en la piel de Manchester, como también el corazón del estadounidense en su búsqueda por redimirse sin desear hacer daño a las personas a su alrededor.

Porque Jeffrey es padre, amigo, padrastro, religioso y amante en una serie de escenarios que se van desenvolviendo durante la película que mantiene una atmósfera tensa sin demasiados sobresaltos, salvo los segmentos cómicos que son totalmente cargados en Tatum. Aún así, nunca se llega a acomodar del todo en sus más de 120 minutos de duración, pecando de algún nudo crítico que logre desarrollarse hacia la segunda parte de la película.

Tanto Tatum como Dunst, acompañados de un apático Peter Dinklage como el jefe de la tienda de juguetes, son quienes se encargar de colocar el corazón a una cinta que se olvida que no solamente con secuencias largas, planas y solitarias de diálogo o música son suficientes para empatizar con un hombre que busca su lugar en el mundo. Falta saber más de él, a pesar que hay ciertos pasajes que es el mismo Manchester quien se encarga de ser nuestro guía y narrador de su historia, incorporando otro elemento más en términos de relato que no llega a cuajar del todo.

Aún así, es increíble reconocer todo lo que experimentó Jeffrey Manchester en su periplo de fugitivo y la película se encarga de presentarnos variadas situaciones y el crecimiento, interno, que el ladrón estadounidense logró a pesar de todo.

Otra cosa destacar es la ambientación de principios del milenio, exactamente en 2004, lo que nos permite darnos un golpe nostálgico por ver juguetes antiguos, un Blockbuster y videojuegos de consolas como Play Station 3 o Xbox 360, logrando la ambientación necesaria para encontrar, al menos en producción de escenarios, un disfrute.

En fin, “Un Buen Ladrón” desea combinar dos géneros que muchas veces no dialogan, como el drama y la comedia, o los cuales deben acercarse de manera tan meticulosamente cuidadosa para no ponerse en ridículo el uno con el otro. Aún así, a pesar de lo increíble de la historia de Jeffrey Manchester, la cinta nunca llega a convencerse a sí misma de qué dirección y cuál tipo de historia contar: el ingenio del ladrón o el corazón del padre.