Texto por: Pablo Castillo
Fotografías: Hugo Hinojosa
Domingo por la tarde, Sala Metrónomo ¿Qué podría salir mal? El primer volumen de «The Motor Sessions» se celebró en un recinto a medio llenar con seis bandas que no compartían ni sonido ni público, pero que lograron sacar lo mejor de sí, en un amalgama de sonidos donde tuvimos enérgicas presentaciones y mucha gratitud de parte de los artistas, como también, hubo una notoria falta de público, un gran cambio y atraso en los horarios y una incertidumbre que oscilaba entre las grandes interpretaciones de cada artista y el raro ambiente que se vivía dentro del recinto.
Originalmente a las 16:00 y ya marcando las 18:00, se presentaron Kief y Gran Reserva. Ambos proyectos permitieron el arranque de la velada, mostrando parte de su repertorio y con una propuesta interesante rescatando lo mejor de cada uno. Kief siendo un dúo de Indie Pop que atrapó a una gran parte del público que fue especialmente por ellos, la batería y la guitarra fueron los protagonistas junto a unos sintetizadores que jugaban para hacer bailar al público. Y Gran Reserva que deslumbró con su cover de «Pronta Entrega» de Virus, una banda con un coro de 3 voces que acompañaban el ensamble y que con tan solo el sonido del bajo lograron llevar ese groove tan bailable de su música.
La dulzura con la que se presentó Floresalegría será una fotografía eterna que logró captar la delicadeza y ternura que transmitía su música, una banda que ha tenido un glorioso 2024 y que se han convertido rápidamente en un foco de atención fuera de la escena independiente. Una presentación que denota el cariño que le tienen a las canciones y cómo lograron plasmar esas emociones de su EP «Curá y sola» (2021). Y con una visión similar pudimos disfrutar de Gabriela Arcos, interpretando lo mejor de su último lanzamiento «Quien llama a esta hora» (2023), temas de Power Pop con una potencia emocional gigante que lograban llegar hacia a ti, también sorprendió con un cover de «505 de Arctic Monkeys que hizo brillar a Gabriela al igual que su guitarra acústica de lentejuelas.
La energía impecable, el sonido refunfuñante de un bajo con Fuzz, la política de sus letras y las visuales tan únicas proyectando un speed run de «Donkey Kong Country» fue como se presentó Confío en tus Amigos, marcando así su segundo show en Metrónomo durante el año. Tras el terrible accidente que sufrió el guitarrista con su rodilla en su última tocata, dio paso a su entrada con muletas y una performance donde llegó el mismísimo Jesucristo a sanar al hombre herido. Un show con falta de seriedad como acostumbra la banda, pero que potencia el profesionalismo, el vigor y la ejecución de cada una de las canciones, con un sonido que ha ido evolucionando mediante los años, alejándose del Garage Rock que los vio nacer para así acercarse a los sonidos más viscerales del Noise Rock. Con tan solo 25 minutos de presentación, dejaron la vara alta y expectación para la temporada venidera que tendrá la banda.
Déjenme Dormir dio un show de calidad única, interpretando una gran cantidad de lo que será su próximo lanzamiento. El sonido de su Indie Rock acompañado del humo que se aparecía y las luces disparándoles desde atrás dio la imagen perfecta para ese sonido tan explosivo como letárgico que dejó a todo Metrónomo en estado de trance. Floresalegria en «El Último Cortaviento» y la nueva mascota de la banda hicieron una participación especial para el cierre de esta primera edición.
El gran retraso de tiempo marcó uno de los más grandes problemas de la fecha que fue finalmente las acotadas presentaciones de cada banda, algunas perdiendo una parte notoria del set. Aún así, al ser bandas independientes que se estaban enfrentando por primera vez con mucho nerviosismo a un recinto de mayor magnitud lograron vencer esa expectación y presentaron un show con una energía bastante única liberando la mejor parte de cada uno de los artistas.
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