Texto por: Pablo Castillo
La búsqueda de la identidad chilena en el arte siempre ha sido una tarea difícil de replicar, pero durante la historia de nuestro país han habido artistas que han logrado hacer un retrato vivo de nuestra sociedad. Trabajos que cumplen con captar la esencia nacional en su respectiva época, tomando un poco de todos lados pero nunca dejando de lado el orgullo hacia nuestra patria y siendo introducidos para ser parte de la idiosincrasia chilena. Así mismo, Phuyu y la Fantasma ha sido un foco de atención, y no tan solo para la escena indie, sino para el panorama general en la música.
Como en los 70’s, cuando Los Jaivas con «El Indio» (1975) tomaron el Rock Progresivo para fusionarlo con el territorial Rock Andino, en los 90’s Los Tres con el «Fome» (1997), un disco blusero y ecléctico pero que suena a las raíces del país y se convirtió en un clásico instantáneo, o Taller Dejao que supieron englobar el sonido y el hablar del chileno con «El brillo que tiene es lo humano que le queda» (2004). Y ya en esta década, una sociedad post-pandemia y post-Estallido Social que ha sabido adaptarse a un ritmo muy distinto llega «A| Tetralogía de Bichos y Setas» como un grito político y esperanzador al son del Noise Rock y la Cueca.
Todos los trabajos previos de Phuyu -por más sorprendente que sea- fueron creados en su totalidad por el mismo Rodrigo Romero en la soledad de las cuatro paredes de su pieza. Así que la Tetralogía marca el punto de arranque oficialmente al formato banda, con la adición de Ignacio Romero en el bajo y Oscar Hernandez en la batería para crear un sonido orgánico y pulido, y agregando las teclas y la voz de Catalina Parra para darle un trasfondo a las voces, funcionar como un dueto junto a Rodrigo y darle un aire nuevo a la sonoridad de la banda.
«I| El EXOESQUELETO DEL CAPITAL» es el primer movimiento de este proyecto, un cambio de sonido abrupto de lo que ha sido la discografía de la banda. Ahora ya no es esa suciedad del Garage Rock, sino que es una disonancia enrabiada y con un enfoque más Noise Rockero junto a los infaltables 6/8 de la Cueca. El trabajo cuenta con 16 tracks de los cuales solo hay uno que sobrepasa los 3 minutos, son canciones cortas como la Cueca pero precisas y que saben aprovechar cada segundo para un disco de casi 30 minutos de duración.
El primer verso de «hormigas rojas y azules» y de te privatizaron» nos dan la bienvenida con el ruido muerto de las guitarras, la indescifrable batería y los caóticos gritos de protesta, que siguiendo la estructura formal del verso y el ritmo de la guitarra van creando una paya. Ambas canciones rompen en un desenfreno con matices al Post-Hardcore para así cerrar el movimiento con «reciclan crisis cíclicas», que con la voz de Catalina van acercándose al sonido clásico de la Tonada Chilena
«II| ANOMALÍA DEL MICELIO HUMANO» marca el sonido de lo que será este segundo movimiento, con sonidos más psicodélicos y poniendo más énfasis en las guitarras, quienes adoptan un sonido con chorus y reverb. «va (i) ven» siendo la más larga del proyecto, «la mantis social» que irrumpe inmediatamente con ese riff y «balance de muerte e indiferencia» que sigue la línea de este sonido. La evolución a lo largo de cada canción logra una conversación que entrelaza los instrumentos como si de un círculo cuequero se estuviese hablando, así generando una química que se ve reflejada en los ritmos de batería, en el guitarreo típico del género y en la expresión tan cómoda que hacen sentir a las voces.
«III| TODAS LAS HUIDAS, LA HUIDA» es el momento más experimental y crudo de todo el trabajo. Una batería totalmente desordenada y sin rumbo haciendo un juego de ir y venir con el sonido del bajo para marcar el comienzo, el feedback de la guitarra produciendo ruido muerto junto a los ritmos andinos del Huayno en «palomeando rotos» es donde se aprecia el alma bullicioso, disonante y agresivo del proyecto. Trasfondos líricos delicados y agresivos se encuentran en «hacienda xu» y «la Berenice» con la participación de Javiera Electra, con una indescifrable sentido en la letra pero arraigada al concepto del disco para así culminar con gritos sacados de una película de Terror.
«IV| EL MUTUALISMO COEVOLUTIVO» funciona como el cierre del disco y la vuelta al sonido chileno en su mayor esplendor. El ritmo de los 6/8, el zapateo y el cepilleo, las payas, los instrumentos andinos y las guitarras de 12 cuerdas hacen de este bloque el más bailable pero también el más emocionante. Este cuarto movimiento refuerza el sonido de la cueca clásica en las 3 canciones que presenta, donde la voz femenina predomina para buscar embellecer y fortalecer el chilenismo de las canciones. «bioluminiscencia, cucharitas y líquen» son canciones alejadas de la suciedad y disonancia pero que podrían sonar perfectamente en una tarde de Septiembre en la fonda familiar.
Recuerdo a principios de 2021, cuando lanzaron Anticuecas Subterráneas» y uno de los tantos comentarios que le hicieron a este disco fue “como no se me ocurrió a mi esta genialidad”. Y este lanzamiento me hace coronar a Phuyu como uno de los actos musicales más creativos y ambiciosos que ha visto la escena chilena. El grito desesperado de protesta, la chilenización del Noise Rock, volver a hacer la Cueca un género relevante para la juventud y sin duda la tremenda visión artística arraigada a nuestras tierras convierte a «A| Tetralogía de Bichos y Setas» en una fotografía honesta de la sociedad chilena actual.
Canciones Esenciales: te privatizaron – va (i) ven – III| TODAS LAS HUIDAS, LA HUIDA – la Berenice – liquen
Lista de canciones:
01. I| EL EXOESQUELETO DEL CAPITAL
02. hormigas rojas y azules
03. te privatizaron
04. reciclan crisis ciclicas
05. II| ANOMALÍA DEL MICELIO HUMANO
06. va (i) ven
07. la mantis social
08. balance de muerte e indiferencia
09. III| TODAS LAS HUIDAS, LA HUIDA
10. palomeando rotos
11. hacienda Xu
12. la Berenice (ft. Javiera Electra)
13. IV| MUTUALISMO COEVOLUTIVO
14. bioluminiscencia
15. cucharitas
16. líquen
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