Texto por: Adolfo Serey

Jesse y Joy nos entregaron un emotivo reencuentro que estremeció al silencio por medio de dieciséis mil voces que ovacionaron y corearon sus nombres y letras desde el primer segundo que entraron al escenario del Movistar Arena. Los gritos sonaban como una sinfonía de dramático fanatismo al mismo tiempo que de dulce amor 🧡 

La primera canción que rompió la fría noche fue «Imagina», dulce y melosa que embrujó los corazones del mayoritario público femenino que sorpresivamente chocó con asombro con el segundo tema «Dueles», inesperado para un segundo lugar y muy esperado como para un final. Y, bajo la misma línea del sentir, continuó «Ya no quiero».

Bueno, no todo puede escribirse con un decepcionante sentir, así que para endulzar nuestros corazones comenzó a sonar «Chocolate», cuando por segunda vez fuimos sorprendidos por una lluvia color pastel de muchos globos gigantes que permitieron juguetear al público a lo largo de toda la canción.

Jesse aparece entre la oscuridad para dedicarle algunas palabras a su amado publico: “No saben cuanto extrañábamos Chile… hace 2 años, casi 3,  que estuvimos acá. Nos hicieron sentir su calor y por eso nos gusta tanto venir”. A lo que Joy acompañó: “Nosotros los extrañamos mucho, deseábamos estar con ustedes de todo corazón… {…} sabemos que estamos en su país, pero hoy es nuestra casa y esta familia se llama Jesse & Joy. Hoy sean lo que son, amemos a quienes quieran y sean libres {…}«.

Y ¿Cómo detener la emoción del público? Era algo de no creer. Al vaivén de las emociones bailaron y corearon a todo pulmón «Respirar», «La de la Mala Suerte» y la canción que titula la gira «Clichés». Emocionados hasta las lágrimas comenzamos a vivir in tiempo acústico con «Mi Sol», «Me quiero Enamorar», «Adiós», «Un besito más» y «Llegaste tú», los sentimientos entibiaban la humedad de la noche.

El fulgor de la noche creció cada vez más, incesante entre cada ovación. Así pasaron por su voz y cuerdas «Sonreír», «El Malo», la triste balada «Me soltaste» para dar paso a una fiesta de globos musicalizada por «¿Con quién se queda el perro?» y la serpentina de «Eres mi tesoro». Pero el confetti y las serpentinas no pararon ahí, «Llorar», «Te esperé» y «Tanto» se escribieron con y en el mismo ánimo. Todo parecía haber llegado a su fin, luego de veinte canciones que abrazaron el alma. Pero ¿qué estaba pasando?  La rumba se tomó el escenario con más fiesta al son de «3 AM».

Luego literalmente cayeron las estrellas desde el techo cuando sonó «Espacio Sideral» y al compás de «Ecos del Amor». Cuando llegaba la despedida al ritmo cadente de «Corre», un corazón tan enorme como el que este dúo demostró tener toda la noche por su público, se apoderó de la vista y atención de todos e incontables corazones comenzaron a caer como dulces besos de papel, un aliento y un recuerdo.


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