Texto por: Franco Zurita

Para hablar de Antics, es absolutamente necesario despojarse de todo ese vestigio oscuro que nos dejó el «Turn On The Bright Lights» y entender dos cosas: La primera es el enorme reto que significa crear una obra que iguale o supere a su ópera prima y aunque en parte lo consiguió, es un disco que, si bien le significó una importante camada de nuevos seguidores, también una serie de detractores que esperaban seguir navegando y divagando en paisajes fúnebres y gélidos de la ciudad que nunca duerme. La otra cosa a entender es que, aunque en esencia, Interpol mantiene la melancolía y el dramatismo como sello en las diez canciones que componen este segundo álbum, el sonido de este trabajo es mucho más brillante que su antecesor. Alejándose de los paisajes instrumentales, Antics desarrolla un sonido más pulcro, directo y “rockero” que comenzó a caracterizarles desde aquel entonces y que les permitió la consagración inmediata gracias a los grandes clásicos que se desprendieron de este disco que fue potenciado por la cadena televisiva MTV que en aquellos años, vivía sus años más gloriosos.

Si bien, «Antics» es un nuevo paso para la banda a nivel musical, sus influencias seguían reafirmándose, pero al igual que su anterior trabajo, son potenciadas con la calidad compositiva de Paul Banks y su tropa para entregarnos un trabajo perfectamente equilibrado y que nos venía a ratificar el lugar que Interpol se había ganado en la escena del nuevo Rock a comienzos del milenio.

El disco parte de manera majestuosa con «Next Exit» quien logra elevarnos con un efecto de órgano Hammond o similar y en contraposición con la introducción del disco debut, nos ilumina por paisajes sonoros celestiales mientras Banks nos invita una y otra vez a “Volver a la ciudad y hacer de este lugar, un corazón del cual volver a ser parte”. Para aterrizarnos luego de esa sublime interpretación, llega «Evil» la canción más reconocida de Interpol (y la que de seguro su videoclip se mantiene en el inconsciente colectivo de toda una generación), nos azota la cabeza con una soberbia línea de bajo acompañado de una contundente base rítmica que recuerda a las mejores épocas de The Pixies. Potenciadas por el lamento constante de su letra y los intermitentes y pulcros riffs de guitarra nos revelan una retorcida historia de amor en una poderosa canción que se consagró como una de las grandes obras del Rock de los 2000’s. Luego de ese gran viaje, con «Narc» bajamos un poco las revoluciones y nos ponemos el traje y la corbata con una pieza elegante que nos declara el amor y el desamor como eje central en las dolorosas declaraciones de Banks. «Take You In Cruise» es una pieza que fácilmente podría estar en su trabajo anterior. Carlos Dengler es un gran bajista y aunque ya lo sabíamos con lo que se desprendió del «Turn On The Bright Lights», en este nuevo disco lo confirma y se valida como un elemento vital en las composiciones y arreglos de los neoyorkinos. «Slow Hands» es el otro single que Antics nos regaló. Escuchar los primeros acordes, nos transporta rápidamente a mediados de los 2000’s mientras pasaban algún ranking musical en MTV o de cuando formaba parte del setlist del DJ de turno en alguna discoteque alternativa de Santiago. Aclamada por toda una fanaticada, se logró convertir en una joya de culto para la discografía de Interpol.

El disco sigue con «Not Even Jail», otro de sus tesoros. La destreza de Dengler, la contundencia rítmica de Foragino, logran acompañar los sollozos de Banks mientras Kressler adorna con pequeñas notas esta invitación a no perder la esencia y dejar las limitaciones y expectativas de lado. Y como es una costumbre en este vaivén de emociones por el que Interpol suele desvariar, «Public Perv» echa fuera toda la melancolía característica de la banda, en una canción que se desarrolla de manera sutil hasta su emocionante coro, para luego acompañarnos con un extenso final en donde uno a uno, los instrumentos logran conjugarse al unísono hasta dejarse caer en el quiebre final.

Cuando decíamos que Antics estaba lleno de clásicos, no exagerábamos. «C’mere» se ha vuelto una infaltable en cada presentación de los oriundos de Nueva York. Cada vez que la banda toca esta canción en vivo, suelta los primeros acordes y deja al público completar y cantar la tan característica primera frase. Un momento que todo fanático de Interpol espera vivir al menos, una vez en vivo. Una canción bien lograda que equilibra y conjuga perfectamente la esencia de la banda.

Ya llegando al final, «Lenght of Love» es la canción que podría no estar en el disco y no pasa nada. Sin embargo, ese aire de fiesta nocturna, pareciera ser reflejo que en su sonido se percibe como una descripción de las noches de bohemia en la ciudad de Nueva York. Y para cerrar este gran trabajo de manera definitiva, retomamos las atmósferas inquietantes y melancólicas en una de las canciones más infravaloradas del álbum, la gran «A Time To Be Small». Una canción que divaga por diversos momentos que logran elevarnos, sumergirnos y detenernos en sus declaraciones mientras se expresa la lucha diaria e interna con la realidad y nos recuerda nuestra naturaleza intrínseca por el cambio y el deseo de libertad.

Y de esa manera nos deja «Antics». Con una sensación de plenitud al vivir grandes momentos e historias que poderosamente se hilvanaron musical y narrativamente a lo largo de todo el disco. De que, Interpol lograba salir airoso del desafío de superar su exitoso primer disco y, sobre todo, de lograr identificar y desarrollar su espectro sonoro manteniendo su espíritu melancólico y su dramatismo musical. Y de que a pesar de que podría ser la contraparte de «Turn On The Bright Lights» en cuanto a sonido y personalidad, no cabe ninguna duda de que para Interpol y muchos fanáticos, «Antics» fue esa luz brillante que faltaba encender en este cuarto oscuro.

Estos discos emblemáticos serán los protagonistas para el regreso de Interpol a Chile los días jueves 30 de mayo en Teatro Municipal de Viña del Mar y el viernes 31 de mayo en Teatro Caupolicán con entradas agotadas. Produce Lotus.


Zumbido.cl

0 Comments

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *