Texto por: Franco Zurita
La lamentable noticia que digerimos hace unos días en la que Brad Wilk, baterista de Rage Against The Machine nos comunicaba que la banda “No volvería a estar de gira ni tocar en vivo” ha calado hondo en los corazones no solo de los más rockeros, sino que en el de más de una generación melómana que reconoce la grandeza y la historia de la banda californiana. Y aunque aún estamos triste frente a semejante revelación, hay dos integrantes y grandes figuras de la música que se niegan a morir: Tom Morello y Tim Commerford.
No digamos que Brad Wilk o Zack de la Rocha no estén cada uno por su parte, desarrollando proyectos o estén inactivos musicalmente hablando, pero bien sabido sobre los variedad de proyectos en los que Tom Morello ha participado y las múltiples colaboraciones que ha tenido con otros grandes artistas. Pero dejando fuera todo lo que conocemos, los proyectos solistas de Morello no han pasado desapercibido en el mundo de la música, o al menos no deberían. El año 2003 y en pleno apogeo de Audioslave, da inicio a The Nightwatchman: Un proyecto solista lejos de todas las distorsiones y eclécticos efectos a los cuales nos tiene acostumbrados. Esta vez, toma la guitarra acústica para envolvernos en todo el sonido country inspirado en artistas como Bob Dylan o Bruce Springsteen lanzando 4 discos entre 2007 y 2011 y manteniendo siempre una postura lírica llena de protesta y rebeldía.
El 2018 y luego de haber formado parte de Street Sweeper Social Club y Prophet Of Rage, lanza su faceta rockera solista lanzando «The Atlas Underground» y una seguidilla de 3 discos en donde las colaboraciones son parte fundamental de esta etapa contando con la participación a lo largo de los 4 trabajos de figuras emblemáticas de la música que van desde Wu-Tang Clan, pasando por Grandson hasta el gran Eddie Vedder. Todo esto en un lapso de tres años siguiendo la ruta rockera a la cual nos tenía acostumbrados y que por supuesto, lo trajo de regreso a nuestro país el año recién pasado con una poderosa y potente presentación en Teatro Caupolicán el pasado 06 de Junio. Sin duda, un artista que no ha sabido quedarse quieto y que ha mantenido y cultivando una importante cantidad de fanáticos a lo largo de todo el mundo.
En el caso de Tim Commerford, quien hoy por hoy padece de un cáncer a la próstata y por el cual se encuentra en tratamiento, luego del hiatus de RATM, siguió compartiendo proyectos con Tom pasando también por Audioslave y Prophet of Rage, pero el 2013 en paralelo a todo su presente musical, da forma junto a Jordan Tarlow y Jon Knox participa en Future Used, mezclando el Rock y la Electrónica con cortes progresivos y desafiantes, debutan el 2015 con su álbum homónimo y acaparan más de alguna mirada al interesante trabajo de Commerford y compañía. Un año más tarde junto a Mathias Wrakat y Laurent Grangeon forman Wrakat. Otro interesante proyecto que de la mano de un intenso e irregular sonido punk hicieron su debut el mismo año con su también disco homónimo sin embargo, ya se habían presentado al mundo teloneando a los británicos de Royal Blood un año antes.
En la actualidad y dando vuelta la página a los que fue Wrakat, Tim y Mathias junto a Jonny Polonski (con quien ya había trabajado en el proyecto Big Nose) forman 7D7D y desde el 2022, vienen sorprendiendo con un sonido apegado al Rock pero esta vez con un enfoque más alternativo y con fuertes influencias provenientes del Jazz. Con apenas 3 sencillos, 7D7D es una apuesta interesante de parte del músico porque explora distintos estilos, sonidos e incluso una especial estética como lo hemos visto en los videos subidos a las distintas plataformas de la banda.
Sin duda, la inactividad de Rage Against The Machine nos tiene y mantendrá vacíos durante mucho tiempo, sin embargo, vale la pena revisar y darle una vuelta a todo lo que musicalmente nos trajeron dos figuras influyentes de la banda. Una amalgama de estilos pero siempre ligados a la potencia y desenfrenada actitud rockera que conocimos de los músicos por allá por los años 90’s.
0 Comments