
Texto por: Vanessa Vidal Durán
All of Us Strangers en su idioma original, está basada en la novela Strangers de 1987 de Taichi Yamada. El filme de Reino Unido es dirigido por Andrew Haigh, donde además se desempeñó como guionista. Producida por Graham Broadbent y Peter Czernin.
Todos somos extraños es una película con un elenco reducido -sin necesidad de nadie más – cuyas actuaciones son impresionantes, todas increíblemente poderosas e importantes, claves en el desarrollo de la trama. El elenco está compuesto por Andrew Scott conocido por su interpretación en la serie Fleabag, quien ahora es Adam. Paul Mescal, nominado al Oscar a mejor actor el año 2023 por Aftersun, es Harry; ambos actores son irlandeses. A Claire Foy, madre de Adam,la recordamos por haber interpretado a la reina Isabel II en la serie The Crown, cuya actuación la hizo ganar cinco premios, entre ellos un Globo de Oro. Finalmente el padre de Adam es interpretado por el protagonista de la hermosa película Billy Elliot, Jamie Bell.
Adam es un guionista solitario que vive en un departamento de un moderno y silencioso edificio en Londres. Se encuentra atrapado en la temible página en blanco para quienes escriben. Harry, su vecino, lo visita de forma sorpresa. Es la primera vez que se ven, mas sentimos desde ese instante una gran química entre ellos. Adam, es un personaje misterioso, y es esa misma línea se desarrolla tanto la trama como su tratamiento audiovisual. En una necesidad de volver al origen, a conectarse con su pasado, visitará los suburbios de Dorking, donde solía vivir. Sin embargo, algo nos causará mucha extrañeza: sus padres lucen muy jóvenes, incluso más que nuestro protagonista. Esto es debido a que ellos murieron hace 30 años y viven como si nada hubiese pasado.
Adam y Harry comenzarán a conocerse, a conectarse de una manera empática, transformándose en buenos compañeros el uno con el otro. Son una pareja que tienen buena intimidad en todos los niveles. Mientras viven esta relación de pareja, Adam visitará numerosas veces a sus padres, a veces tendrán encuentros los tres, a veces con su padre o su madre. En todos estos momentos donde están reunidos, se adentran de forma profunda en su relación. Adam comienza a generar lazos muy íntimos con todos ellos, generando a su vez una gran dependencia, donde encuentra a su vez la inspiración que necesitaba.
Desde el primer minuto de Todos somos extraños, hasta la última escena sentimos un ambiente misterioso desarrollado. Esto desde el guion, que va escena por escena adentrándonos a las diferentes capas de los cuatro personajes y de la trama misma. En todo momento somos espectadores que vamos aprendiendo y avanzando a un ritmo que nos hipnotiza, ya que sencillamente estamos sentados en las butacas del Centro Arte Alameda hundiéndonos, casi sin pestañear, deseando saber más sobre este increíble filme, que desde el principio acaparó nuestra atención y no la deja nunca, incluso en el robusto y significativo final, pues ahí nos quedamos, en silencio, reflexionando. Existe un gran viaje, inclusive existencial, del cual no queremos perdernos nada.
El misterio se conjuga con la dirección de fotografía de Jamie Ramsay, la música compuesta por Emilie Levienaise-Farrouch, la edición de Jonathan Alberts;y diseño de producción a cargode Sarah Finlay junto con el vestuario de Sarah Blenkinsop, que busca cotidianidad y universalidad. Todos estos elementos nos sumergen en aquella atmósfera de la cual no queremos ni podemos salir. Nos encontramos con la música diegética, puesta en vinilos, en ambas relaciones de Adam, tanto familiar como romántica. De la primera destaca Always on My Mind de Pet Shop Boys, y junto a Harry, la última canción de la cinta, The power of love, ambas en escenas trascendentales. Tanto en la disco como en momentos de intimidad sexual los colores de la iluminación llenan de color la pantalla. La cámara describe el espacio, contexto y de alguna forma logra meterse en la mente y el alma de los personajes.
Este largometraje, para mayores de 14 años, es distribuido por Cinecolor Films. Nos habla de distintos tipos de amor, del duelo, la pérdida en distintos niveles, con una cercanía impresionante. Es imposible no sentir empatía con los actores, el relato, e incluso vernos reflejados desde algún ángulo. Todos somos extraños es vulnerable y desgarradora, con un final totalmente envolvente, intenso, delicado y poderosamente emocionante.
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