
Texto por: Gonzalo Díaz
Fotografías: Joselyn Heyden
Hablar de Los Chichos, es referirse prácticamente a una leyenda viviente, una banda consolidada y respetada por artistas no solamente de su estilo, sino que también de diversos estilos urbanos como el Trap, el Rap y hasta el Punk, siendo piezas claves en abarcar una diversidad de temáticas ligada muchas veces a realidades que suelen ser dejadas de lado. Por lo mismo, la presencia de los españoles, prometía ser una fiesta. Lo vivido en la llamada «Noche de Rumba» en el Teatro Caupolicán, puede ser considerado como una experiencia en donde las emociones variaban constantemente, es que en este caso, se reunían grandes representantes de la escena rumbera, como lo son Manuel González, ex integrante de Los Rebujitos; La Húngara, considerada una de las principales exponentes en la actualidad y finalmente, Los Chichos, quienes como protagonistas de la jornada, buscaban celebrar sus 50 años de carrera, dando un amplio repaso por su grandes éxitos.

La cita ya daba cuenta a tempranas horas que lo que se viviría, sería de gran intensidad. Cercano a las 18 horas, ya la fanaticada local, rodeaba el teatro de calle San Diego buscando hacer ingreso y dar inicio al encuentro. Desde los clásicos cintillos, flores luminosas y una variedad de afiches y lienzos, daban vida al interior del Teatro Caupolicán, quienes a las 20 horas, recibían a su primer invitado, Manuel González, quien en cerca de 45 minutos, logró dar inicio a la fiesta, que, entre liricas ligadas a un romanticismo y con la sorpresa de incluso, hacer subir a una persona del público a participar en uno de sus temas, logró cautivar a los asistentes, dando paso con ello, a una tarde que prometía diversas emociones.

Posteriormente y pasada las 21 horas, llegaba el turno de La Húngara, cantante que en la actualidad, es considerada una de las principales representantes de la Rumba flamenca, la cual en este caso, a punta de hits que fueron coreados enérgicamente, se logró ganar el corazón de todo el público presente. La presentación de La Húngara además, vivió grandes momentos, como lo fueron el ingreso al escenario de niñas que no solo se llevaron el cariño de la española, sino que además, pudieron cantar, bailar e incluso llevarse una ovación de parte de los asistentes, quienes a esa altura, disfrutaban con el show que ya sobrepasaba el tiempo determinado para la artista, pero que sin embargo y en base a la respuesta recibida, temas como «La Niña Bonita» o «Habibi» fueron coreados a todo pulmón.


Ya la noche se había hecho notar y con ello, un Teatro Caupolicán totalmente repleto, incluyendo sectores de los costados del escenario daban cuenta de la gran cantidad de personas que esperaban ver a los grandes protagonistas de la jornada, en este caso, Los Chichos, quienes buscaban celebrar el 50° aniversario de su carrera. Por lo mismo, éxitos como «Son Ilusiones», «Amor de Compra y Venta» y «Odio», mostraban la gran cercanía e influencia con el público local.

A pesar de la fiesta vivida, el sobre entusiasmo del público local y la gran cantidad de personas presentes en el teatro, encaminaron a que en el desarrollo del concierto se generaran una serie de roces y problemas entre algunos asistentes, lo cual, llevo a que mientras se interpretaba el éxito «El Vaquilla», se llevaran a cabo algunos incidentes que dieron fin a la presentación, llevando a la molestia no solo de la organización, sino que principalmente de los fanáticos que buscaban disfrutar de un evento que pretendía ser un encuentro entre los principales exponentes de la Rumba española.


A pesar de la situación vivida al final del concierto, es necesario destacar la importancia de la Rumba española y su llegada con el público local, publico que demostró fidelidad y que ha hecho de artistas como La Húngara, Los Rebujitos o en este caso, Los Chichos, artistas que han logrado dejar mucho más que sus letras en el territorio, sino que además su carisma, cariño y propias vivencias.
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