Texto por Cristian Martínez

Fotografías por Claudio Escalona

La noche del 21 de octubre, el Estadio Monumental fue testigo de la energía, la emoción y la adrenalina que Imagine Dragons despierta en sus miles de fieles seguidores, quienes llenaron el recinto para vivir una experiencia mágica e inolvidable. La banda regresó a Chile en el marco de su gira internacional Loom Tour, con la que promociona su más reciente álbum, lanzado en 2024 y que lleva el mismo nombre.

La banda nacional Mecánico fue la encargada de abrir el show con una propuesta musical que combina sonidos de distintas épocas y fusiona una variedad de estilos sobre una base electrónica pero manteniendo el pop como eje central. Durante su presentación destacaron temas de su disco Dos Cordilleras (2023), que cuenta con la colaboración de diversos artistas. Su calidez y energía lograron ganarse rápidamente el aprecio del público, que los recibió con entusiasmo como la antesala perfecta para la noche.

A medida que se acercaba la hora, la ansiedad se hacía cada vez más palpable. Cuando las luces finalmente se apagaron, las emociones estallaron en todo el estadio. La banda subió al escenario entre gritos y aplausos ensordecedores, y respondieron a esa energía comenzando en grande con “Fire in the Hills”, canción de su último disco y eje central de la gira mundial que los trajo de vuelta al país.

El escenario, diseñado especialmente para el Loom Tour, funcionó a la perfección con su temática cambiante a lo largo del espectáculo. Las luces, pantallas, serpentinas y una pasarela que acercaba a Dan Reynolds al público crearon una dinámica envolvente desde el primer instante.

La siguiente canción fue “Thunder”, una de las favoritas de los fans, fue coreada a todo pulmón desde todos los rincones del Estadio Monumental, que vibraba al ritmo de Imagine Dragons. Luego de interpretar “Bones”Dan agradeció al público con humor, dedicando unas palabras a “el mejor país de Chile”, lo que generó risas incontrolables entre los asistentes.

Uno de los momentos más lúdicos llegó con “Take Me to the Beach”, cuando el escenario se llenó de pelotas inflables de estilo playero que el público lanzó de un lado a otro, provocando risas y convirtiendo el recinto en una verdadera fiesta. Este gesto reflejó la cercanía de la banda con sus seguidores y la producción meticulosamente cuidada de un espectáculo que no dejó a nadie fuera del show.

La temperatura del recinto subió tras finalizar “I Bet My Life”, momento en el cual Dan Reynoldsse quitó la camisa que lo acompañó desde el inicio del espectáculo. Sin dudas, fue uno de los instantes más esperados por el público, que respondió con gritos eufóricos e incluso coreando al unísono el clásico “Mijito rico”.

La atmósfera se tornó más íntima y melancólica con “Bad Liar”, una de las composiciones más personales de Reynolds. La canción, escrita junto a su entonces esposa Aja Volkman, explora las tensiones y vulnerabilidades de una relación amorosa, encontrando en la cálida noche chilena el marco perfecto para su emotiva interpretación.

El concierto continuó con “Radioactive”, donde Dan Reynolds sorprendió a la audiencia tocando su propia batería junto al baterista de la banda, logrando un potente dueto de percusión que demostró su energía inagotable y versatilidad musical. Al finalizar, se sentó al piano para interpretar una de las canciones más queridas por los fans: “Demons”. Con su mensaje sobre la lucha interna contra los propios demonios, la pieza se transformó en un momento de introspección colectiva, invitando a la reflexión y a la resiliencia ante las adversidades de la vida.

Otro punto álgido del concierto llegó con “Enemy”, tema de la serie animada Arcane, que encendió a los fanáticos tanto de la serie como de la canción. Durante la interpretación, se lanzó una bandera de Ucrania al escenario; Dan Reynolds la levantó y al finalizar, hizo un llamado a la paz ante el conflicto que atraviesa el país.

Ya hacia el final del espectáculo, la banda se despedía entre constantes agradecimientos al público chileno, quienes respondieron con aplausos, cánticos y ovaciones generalizadas. “Believer” fue la encargada de coronar un show épico: la canción más emblemática de la banda dio un cierre esperanzador, cargado de energía y fuerza vital. Entre sonidos, luces y la voz de Dan Reynolds, la alegría se contagió en todo el estadio, que se despidió bajo un espectáculo de fuegos artificiales que iluminó la noche, sellando una jornada perfecta a cargo de una de las bandas más profundamente queridas en Chile.

El setlist de la banda fue: 

• Fire in These Hills

• Thunder

• Bones

• Take Me to the Beach

• Shots

• Whatever It Takes

• It’s Time

• I Bet My Life

• Bad Liar

• On Top of the World

• Wake Up

• Radioactive

• Demons

• Natural

• Walking the Wire

• Sharks

• Enemy

• Eyes Closed

• Birds

• Believer

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