
Texto por: Franco Zurita
Fotografías por: Hugo Hinojosa
El 21 de marzo quedará marcado en la memoria de todos los fanáticos del metal más extremo como una de las noches más caóticas y grotescas del año tras el debut de Gutalax en nuestro país. La banda sensación del goregrind, genero que mezcla el grindcore y el death metal, aterrizaron en nuestro país para desatar la locura y la fiesta en Teatro Cariola en donde el papel higiénico, los disfraces y la materia fecal fueron parte del encendido ambiente celebrado anoche en el histórico recinto de San Diego.

Como pocas veces y debido a la particular programación del evento, desde muy temprano los fanáticos llegaron en masa a los alrededores del teatro para la previa correspondiente y para no perderse ningún detalle del show. Ya con una cantidad importante de personas colmando el lugar, los encargados de comenzar esta ruidosa jornada fueron los nacionales de Hacha, quienes con una visceral y cruda presentación, encendieron los primeros fuegos de esta caótica fiesta.
Tras ese atentado al tímpano comandado por el cuarteto nacional, era el momento de lo más esperado de la noche. Con el Cariola convertido en una verdadera caldera, los overoles, diversos juguetes inflables, sátiras y una que otra performance grotesca, fueron tomando lugar del recinto preparándose para lo más esperado de la jornada. Antes de eso y como es común en la escena underground, la propia banda subía al escenario para probar su sonido y dejar afinado todos los detalles de su show. Todo esto, sin sus característicos trajes y a vista y paciencia de sus fanáticos quienes coreaban incesablemente el clásico “Ole-Olé” con el nombre de Gutalax.

Y como si de una invocación se tratase, minutos después la banda hizo su entrada con la icónica “Ghostbuster” de Ray Park Jr, perteneciente al clásico de Los Cazafantasmas. Coreado absolutamente por todo el mundo, con esta simpática entrada, Gutalax dio comienzo a su esperado debut en el culo del mundo.
Y como si se tratara de una verdadera celebración, la euforia invadió todo el lugar ante los primeros acordes de los checos y hubo literalmente de todo.Mosh, circle pit, wall of death y un verdadero carnaval motivado y ambientado por “Buttman”, “Robocock”, “Diarrhero” o “Shitbuster” clásicos infalibles de la banda y que fueron parte del asqueroso repertorio interpretado en un poco más de una hora de concierto para el goce y diversión de sus fanáticos quienes disfrutaron con absurda pasión los guturales, pig squeal y el “croac” característico de su vocalista Martin Matousek.

Fue una completa locura. Tanto así que un par de fanáticos verdaderamente locos, saltaron desde platea para ser parte en primera persona de este carnaval de mierda. Una fiesta fuera de control que Gutalax agradeció con el compromiso de volver en un futuro próximo y dejar nuevamente la cagada en nuestro país.
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