
Texto por: Lucas Araya
Fotografías: Claudio Escalona / Equipo Lotus
La segunda jornada del festival estuvo marcada por las altas temperaturas, un público masivo desde temprano y soberbias presentaciones que lucharon con un sol que derretía para terminar viendo uno de los mejores shows que han pasado por Santiago este año.
Como Asesinar a Felipes: Operación apertura del fuego cumplida
La banda nacional tuvo la desafiante misión de dar inicio a la fiesta musical enfrentando un calor abrasador mientras la gente hacía ingreso e instalándose lo más cerca del escenario o buscando las esquivas sombras, todo con un telón de fondo: un repertorio preciso, fresco y efectivo con una entrega total por parte de CAF.
Hermanos Gutierrez: Dos hombres, doce cuerdas y una ruta sonora infinita
El debut de Estevan y Alejandro Gutierrez tuvo el marco perfecto entre la aridez del paisaje creado por cerros, carreteras y vidrios que destellaban con el sol de la tarde mientras las canciones desérticas instrumentales daban forma a un viaje que comienza en nuevas tierras, donde las canciones de la unión fraternal parecían ser el soundtrack ideal para cerrar los ojos y dejarse llevar por el vuelo sensible y espiritual del primer encuentro del bueno y el malo con el público local. Excelente primera cita.

Bandalos Chinos: Invitación a una fiesta sin pausas
Con «Mi fiesta», el grupo argentino desató una celebración en el ardor de la tarde en un baile de goce sin restricciones. Un amor gigante por quienes llegaron a sumarse al show de Goyo y los suyos para festejar la vida bajo un “solazo” y disfrutar con Bandalos Chinos y el cierre de un frenético 2023 para la banda. «Paranoia pop», «Sin vos no puedo», «Departamento» y «Tu órbita» fueron parte de un set preciso que estalló en un jolgorio con «Vámonos de viaje» para confirmar el gran momento musical y de conexión con el público de Bandalos Chinos. Inmejorable forma de disfrutar la tarde en llamas.
FKJ: Despliegue brutal de virtuosismo
Una entrega instrumental total FKJ sobre el escenario, demostrando una mixtura de sonidos increíbles, ejecutando diversos instrumentos sobre grabaciones pequeñas y voces invitadas, transformando la escenografía en una habitación íntima o un estudio acogedor que se amplifica desde sus posibilidades sonoras, con altos puntos de un saxo que derrite el aire sobre beats alucinantes para mover el cuerpo y sorprender los sentidos en un show que solo fue subiendo en intensidad.


Molchat Doma: Congelando el silencio en la casa de aire caliente
El trío bielorruso escaló desde el subsuelo más oculto son su sonido Coldwave / Post-Punk hipnótico seduciendo a una masa ardiente con latigazos en forma de líneas de bajo envolventes, guitarras ambientales y baterías programadas, creando la base precisa para que la voz cautivadora de Egor Shkutko redondeara un show magnético. Una excitante forma de saldar una deuda pendiente y culminar con la satisfacción de placeres desconocidos en el goce sin divisiones.
The Blessed Madonna: Ritmo hipnótico de una rave multicolor
A medida que la tarde avanzaba, los beats y las mezclas comandadas desde las perillas de Marea Stampler condujeron a una masa entregada al goce y el baile por un viaje multi sonoro entre paisajes de brillos metálicos y tonalidades verde naturaleza, siempre con los brazos en alto y el cuerpo en movimiento barbitúrico en un ritual bajo un sol intenso que cargaba de energía cada mezcla sónica que The Blessed Madonna liberaba en su máquina de hacer bailes. Un festejo animal en la fauna.
Babasonicos: Una fiesta insuperable entre carismáticos e irresponsables
Arrollador, energético, sensual y seductor. Así fue el show de Babasonicos para marcar el fin de la tarde, la caída del sol y el inicio de una noche hecha para soltar a la yegua. Un deleite de principio a fin, con un set que hace dialogar lo más glorioso y masivo de su repertorio con las sonoridades más actuales y propositivas de «Trinchera» (2022), dando cuenta de un presente fresco y poderoso de la banda argentina. Con un manejo exquisito por parte de Adrián Dárgelos y una precisión instrumental expansiva, Babasónicos demostró por qué son uno de las bandas más sólidas de la actualidad, algo que el público masivo respondió con aliento, entrega y éxtasis coreando cada canción de la banda sonora de los últimos 30 años.
«Mimos son mimos», «¿Y qué?», «Microdancing», «Sin mi diablo» y «El colmo» fueron muestra de la perfección del diseño de un setlist rico en sensaciones, emotividad y deleite, uniéndose en coros sublimes y llenos de amor entre el grupo y su público. Sin embargo, la recta final de la presentación se elevó hasta lo más alto con una corrida insuperable donde «Carismático», «Yegua», «La pregunta», «Putita», «Irresponsables» y «Los calientes» encendieron el fuego eterno para acabar con «Deléctrico» y un nivel supremo que nos dejó pidiendo más, siempre más de Babasónicos. Infames en su brillo entre la decadencia. Una forma de resistir y amar.

Pulp: El ascenso a la gloria del sol de la noche
Insuperable, simplemente magnífico. Pulp en su máximo esplendor, con una entrega potente y apasionada, un set de canciones seleccionadas con pinzas y dispuestas quirúrgicamente para lograr un show alto en interpretaciones, performance teatral bajo juegos de luces y gráficas impresionantes y la joya magistral de Jarvis Cocker, el frontman carismático por excelencia. Con una aviso previo en las pantallas, la banda nos dejaba claro (y por escrito) que estaríamos frente a un espectáculo sin igual. Entre la oscuridad, el humo y sonidos de un sintetizador distorsionado entre ecos y reverberaciones, la voz y silueta de Jarvis se abrieron camino para despegar con «I Spy» en un viaje que solo iría ascendiendo tema tras tema. La magia estalló con «Disco 2000» y desde ahí la conexión y comunión con un público totalmente entregado y en éxtasis fue el vínculo preciso para alcanzar el nivel máximo de uno de los mejores shows del año en estas tierras.
La senda siguió con las distintas posibilidades de tonos y ambientes que trajeron «Pink glove», «Weeds», «F.E.E.L.I.N.G.C.A.L.L.E.D.L.O.V.E.» y una impetuosa rendición de «This is hardcore», demostrando el gran nivel instrumental, sónico y escénico de Pulp y confirmando el poder de Jarvis Cocker liderando a la masa eufórica y compenetrada por caminos de terciopelo y colores luminosos. La emotividad llegó con el recuerdo de Steve Mackey y un momento mágico de unión en Los Andes en la anterior visita de la banda a Chile, once años atrás, lo cual marcó de manera eterna al corazón de Pulp con esta tierra, recordando su primera vez en el Festival Fauna Primavera. Y fue justamente «Do you Remember the first time?», la manera más ajustada de celebrar la vida y obra del bajista y su vínculo personal imperecedero con la historia en movimiento del grupo.
«Sunrise» nos llevó a la cima con su aura cinematográfica colorida y en tonos rojos para luego subir mucho más allá del sol con el Encore final y una triada invencible: «Like a friend», «Underwear» y «Common people», las cuales coronaron una fiesta llena de deleite, disfrute, entrega e himnos para adolescentes sin edad, gente común que abre su corazón gracias al amor por la música y se entrega al goce y las sensaciones impresionantes que Pulp puede generar hasta para quien descubrió a la banda esta noche perfecta. Una manera impresionante de cerrar el festival y crear un lazo imborrable desde el último acople mientras las luces caían desde la gloria satinada de Jarvis Cocker y compañía.