Texto por: Ricardo Arriagada Gómez

Estrenada en el último Festival de Venecia y recibida con elogios, lo nuevo del director Walter Salles en su retorno después de una década sin realizar una película, vuelve a su natal Brasil para entregarnos una historia desgarradora que es parte de esas grietas que nos identifica a los que vivimos en Sudamérica, y que, para sorpresa de muchos, ha obtenido un importante logro de estar nominada a tres Premios Oscar: no solo en Mejor Película Extranjera, sino también en la categoría más grande en Mejor Película y Mejor Actriz.

Adaptación de las memorias de Marcelo Rubens Paiva publicadas en 2015 y enfocada en la perspectiva de su madre, cuenta la historia real de una familia en plena dictadura militar del país vecino. Un Drama Político contada de una forma distinta, mostrada con delicadeza y siendo efectiva en dejar corazones blandos por lo que uno estará experimentando en 138 minutos.

Eunice Paiva (Fernanda Torres) junto con la familia, su esposo Rubens (Selton Mello), sus cinco hijos y la ama de casa, intentan vivir con normalidad su estadía en Río de Janeiro a inicios de los setenta, mientras Brasil estaba comandando por militares en las calles luego de un Golpe de Estado años atrás. Todo cambiará cuando Rubens es detenido, y Eunice vivirá un largo proceso de lucha para encontrar respuestas. El elenco completo está formado por Guilherme Silveira, Valentina Herszage, Luiza Kosovski, Barbara Luz, Cora Mora, Pri Helena y la participación especial de Fernanda Montenegro.

No es sorpresa que la ultra derecha brasileña ha intentado boicotear esta obra, en el cual su historia se cuenta como una pendiente en ascenso: al momento de captar a lo que hay referente a la familia y el contexto histórico, el espectador logra estar atento a lo que acontece, más alineado a no mostrar la violencia en pantalla, pero sí percibida a kilómetros. Salles logra que los personajes con sus miedos y lidiar con el peligro se sientan sólidos y muy humano.

Estos testimonios nos chocan, y es ahí cuando la actuación de Torres sobresale por ser un rostro de resistencia -más cuando vemos esa dualidad que hay entre los momentos íntimos, alegres y dolorosos-, donde cada vez que pasan los minutos será algo que nos dejará helados. El trabajo formal y técnico es impresionante, desde el uso de color y cinematografía de Adrian Tejido, el delicado uso del soundtrack que es preciso, además del resto que se conocerá, especialmente con el acto final donde es el punto en que dices que es una película potente.

«Ainda Estou Aqui» -en su idioma original- es la importancia de los recuerdos y el coraje, y como es algo que su identidad es algo que acá en Chile es algo que nos duele hasta la fecha, aplaudimos lo logrado con una gran película y le deseamos lo mejor el próximo 02 de marzo. Ya está en algunos cines nacionales a distribución de Andes Films.


Zumbido.cl

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