Texto por: Clau B. Díaz

Imagina una historia de un conflicto político-social, pero con robots alienígenas; esto es lo que narra «Transformer One», película animada dirigida por Josh Cooley, (quien trabajó como director en Pixar) la cual cuenta con las voces de Chris Hemsworth, Brian Tyree Henry, Scarlett Johansson, Keegan-Michael Key, Steve Buscemi y Jon Hamm. Es una nueva adaptación de los famosos juguetes de Hasbro, que cuenta el origen de la enemistad entre Optimus Prime y Megatron.

«Tranformer one» se ambienta en el planeta Cybertron y se centra en la amistad de Orion Pax/Optimus Prime y D-16/Megatron, dos trabajadores mineros dentro de un régimen, por lo menos, cuestionable que, por azares de la vida llegarán a descubrir la corrupción dentro del gobierno de Cybertron. En esencia «Transformer One» es una distopía: un mundo con un líder carismático que le promete al pueblo un buen provenir; con un estricto sistema de protocolos, y que de vez en cuando se realizan carreras de Transformer para entretener a las masas.

El descubrimiento de esta distopía es el catalizador de la separación, digamos, metodológica entre Orion Pax/Optimus Prime y D-16/Megatron. Mientras que, para derrocar al gobierno, uno quiere mantener la paz y comenzar un nuevo modelo, el otro desea la venganza y convertirse en un nuevo líder. Es una historia universal que la hemos visto muchas veces: Stalin y Trotsky o el Profesor X y Magneto. El oprimido se convierte en opresor.

No obstante, a lo anterior hay que sumarle otra variante: la traición. Ideológicamente, no hay diferencias entre los dos Transformer, ambos creen que la corrupción debe caer, sin embargo, métodos políticos tan distintos llevan a que, o se fundan y que lo lidere uno solo, o a que uno traicione al otro; y esto último es precisamente lo que sucede. La periodista y escritora chilena Nancy Guzmán dijo en una entrevista a Radio Cooperativa que la “traición no es cambiar de idea, sino que es ese proceso en donde él [el traidor] usa todo lo que conoce sobre el otro para destruir a ese otro, con el cual compartió y conoció”. Por eso Megatron se convierte en el villano, es al traicionar la confianza de Optimus Prime cuando cae en lo más bajo de la condición humana, o robótica, en este caso. No es por nada que Dante en su «Divina Comedia» reserva el último círculo del Infierno a los traidores para ser masticados por Satán.

Son estas tramas universales las que hacen que «Transformer Uno» sea una excelente película, y lo mejor, que para todo público. Sigue siendo una película para niños, ya que, estos temas en formato animado y con un excelente guion permite que el espectador, ya sea un niño o un adulto disfrute con la temática política/existencial y entienda el conflicto base del film. Es una historia de origen completa y con una base contundente. El villano tiene una construcción sólida que le da una razón para convertirse en el rival de Optimus Prime.

No hay que dejar de destacar la animación. Esta evoca una naturaleza robótica, se siente lo cyborg como orgánico, y no como manufacturado por humanos; aunque, si bien, el hecho que los robots tengan gestos humanos lo hace un poco perturbador, mientras avanza la película te acostumbras y eventualmente lo ignoras.  La música bajo el mando de Brian Tyler es precisa, añade la atmósfera necesaria cada vez que aparece en escena, casi un protagonista más, ya que, se hace notar con su presencia.

En conclusión «Transformer one» con escenas de acción memorables y una trama muy bien llevada se corona, sin duda, en uno de los grandes estrenos de franquicias de este año. Es un film que se entiende por sí solo, es decir, que si no has visto ninguna película de Transformer no importará a la hora de disfrutar la cinta. Ya se encuentra en cines, distribuida por Andes Films


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