Estuvimos en la sexta entrega de «Scream», una franquicia que tiene tantos pasillos como un laberinto y, pese a lo sobre explotada de su trama, siempre da de qué hablar. A veces por su persistente historia (que termina siendo más o menos predecible), pero otras, otras veces sí puede tener nuevas “formas”, estilos -por así describirlo- que sí logran entusiasmar al espectador frente a temas que son repetitivos en el tiempo. Esta es de esas ocasiones que la forma de narrar eventos (con el mismo desenlace) pueden superar a la fórmula. La cinta es distribuida por Andes Films y ya está disponible en diferentes salas del país.

Aclarando la película

Primero, para entender el propósito de esta película es necesario comprender que no se trata de una película de Horror, al menos no del tradicional. La franquicia de «Scream» busca impresionar y divertir a través de una mezcla de Gore-Comedia con su exploración del Slasher, con la única ambición de “hacerte pasar un buen rato”, en sentido figurado gracias a su aspectos de Sátira incluida.

Tan rápido como una bala

En esta película -su sexta entrega- les puedo adelantar que es tan versátil como vertiginosa, las dos horas y fracción quedan estrechas frente a lo rápido de los acontecimientos, en un parpadeo comienza y en en el segundo termina, no se “sienten” esos 120 minutos pegados a la butaca. Todo esto se pudo llevar a cabo por el astuto y actualizado estilo de narrar de los directores Tyler Gillett y Matt Bettinelli-Olpin.

Lo que el cuchillo te puede decir

El homicida principal es el cuchillito, con una historia propia y continua durante toda la película, a momentos con más protagonismo que la máscara y sus propios protagonistas. Así mismo, las muertes son tan repentinas como sorpresivas y las pausas son tan pequeñas que la huida cobran más sentido.

¿Quién es el o la protagonista?

Esto es lo que todo seguidor de la franquicia quiere saber y se los diré. Rápidamente comprendí el ritmo de la película y su trama para desenmarañar este misterio, reparando que aunque la nueva promesa del cine Jenna Ortega (quien interpreta a Tara Carpenter) y la respetada Melissa Barrera (Sam Camperter) sean los rostros protagónicos del cartel, cada personaje se roba la película en una eterna ruleta, donde el azar puede inculpar inclusive a su propia protagonista al más puro estilo «Clue».

Entonces, ¿Quién es el asesino?

El verdadero asesino es la indiscutible complicidad de la música, la maraña de misterio que los envuelve que, en vez de desarrollarse tempranamente, es un un NUDO de 8 doble, ¡NO! es un Clamp doble que sólo cobra víctimas. Pero el galardón para el asesino es para el “Suspenso”, un viejo recurso vuelve a cobrar sentido en una era del cine donde todo se ha transformado en “Acción”.

Antecesoras – sucesoras, la eterna lucha

Creo que no veíamos una entrega tan fresca como esta, superando a su entrega anterior, es más, superando por lo menos a dos entregas anteriores. Sólo les diré que que la Comedia, el sarcasmo y el Suspenso cobran más sentido que nunca en esta película y el aprendizaje no fue en vano. Sus mejoras en la ambientación, los efectos especiales, maquillaje , la realización de las muertes y la salida del asesino de turno de cada ambientación lograr un inconfundible y nuevo sello. Yo le hubiera dado una calificación 5/10, pensando que es la típica película de Slacher obvio, pero lo cierto es que logró superar a algunas de sus antecesoras y a varias exponentes actuales de este género, por lo cual se adjudica un 7.5/10. Vayan a verla, tendrán gratas sorpresas y vuelcos inimaginables que los mantendrá anclados al asiento. Luego nos podrán contestar ¿Quién es el asesino?.


Fito Serey

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