
Álbum: «Suave Pendiente»
Artista: Niños del Cierro
Género(s): Neo-Psicodelia / Indie Rock
Año: 2022
Texto por: Ricardo Arriagada Gómez
La banda de la comuna de La Florida Niños del Cerro, están en una alucinante racha teniendo una muestra humilde de música, ganando popularidad gracias a «Nonato Coo» (2015), pasando fronteras con la salida del magnífico «Lance» (2018) y ya ganarse el emblema de ser uno de los proyectos chilenos mejor enfocados del último tiempo a la salida de su EP «Cuauhtémoc» (2020) por la magia que forman con estos temas de ensueño y su juventud. Ahora con nueva casa discográfica -en Sello Fisura anotándose un golazo de mitad de cancha-, existía una expectación que no iba a dar paso atrás, y definitivamente la mirada sigue en el horizonte.
El quinteto ocupa la misma fórmula del «Lance» con este cruce pigmentado de Neo-Psicodelia maravillosa con Indie Rock directo, pero su estado emocional vira hacia un destino que su propio tono toma otra identidad. Un disco que se entiende por diferentes razones, y la más clara es su construcción hecha con calma y seguridad, lo que se ha traducido como subir la experiencia de cada uno para su sonido y que cada palabra duela más que un arma blanca, inspiradas muy probablemente en época de invierno-primavera debido a las referencias de lugares, relatos históricos y pensamientos post-término de una relación amorosa que se asemejan con el ambiente que hay afuera.
Fue una arriesgada maniobra la de presentar por adelantado los temas de apertura, que es la bienvenida de un recorrido que sabes que será intenso pero no sabes si es al punto de sentir la garganta seca. «Povidona» da la advertencia de su carga emocional con una gran ejecución entre voces bonitas y ritmo acompañante, al igual que «Tentempié», con una guitarra dulce que se gana su espacio e impresiona su cercanía hasta desnudar los sentimientos, y está conectada con sus sucesoras que hacen notar las direcciones nuevas del grupo, y algunas tienen acercamientos con el Dream Pop, tonos dulces que aparecen también en «Sulamita» que muestra los aspectos puros de Niños del Cerro. En este punto, el resto del álbum te guía a una visita omnipresente que vigila un corazón destrozado, observando los paisajes que existen en nuestro país con la flora y la arena, cosas que se expresan en «Tamarugal» con sus metáforas cálidas y que su final retrata esa soledad que pesa, o «Mamire» que conectan el tema del desierto, desesperante como esa fuerza de riffs que hacen Ignacio Castillo y Felipe Villarubia -mención honrosa por su participación fresca en el debut de Columpios Al Suelo– que interactúan junto con la batería. Algo idéntico se encuentra en «El Dulce en la Piel de tu Nombre» que cita derechamente las letras de los primeros singles expuestos en su inicio, especialmente la unión de «Tentempié» y «Miel».
En la parte central cae un tono de frigidez con momentos realmente conmovedores, «Frío Frío» y «Esta Enorme Distancia» tienen una fibra cruda en cuanto a las escrituras y expresión de Simón Campusano, más en el segundo caso con un saxofón aporta en estos lamentos donde cada centímetro de lejanía duele. «Daniel» sin importar el nombre, es una historia que le puede llevar fuerte a cualquiera al igual que su instrumental soberbio en su outro, entre efectos que se esfuman; «Vía Contemplativa» juega con el contraste entre lo delicado mientras suenan tambores retumbantes por parte de José Mazurett. La parte final confirma ese anhelo sobre la época verano-otoño estando en tiempos del segundo semestre, con track de mucha simpleza con sensaciones tristes sobre la despedida mientras llueve o se vuelve a utilizar el desierto pero como interpretación del vacío. «Noche Oscura» recopila este viaje dejándolo en una temperatura neutra, aludiendo nuevamente sobre la importancia de las azucenas (puede ser cualquier especie) que acompañan al individuo en ese camino de redención con ese piano quebradizo de Diego Antimán que cae en una conclusión abrumadora de saturaciones, precisa para impactar al oyente.
«Suave Pendiente» es extraordinario, producido con delicadeza al punto de que eso te deja de la misma forma. Un trabajo que significa lágrimas con esos pesares, donde cada recuerdo y destino es la geografía del llanto, y es un disco que es un abrazo recíproco para aquellos que les ha tocado vivir cosas así. El grupo goza de otro destacado en Chile y, ¿cómo no? de Latinoamérica.
Canciones esenciales: Tentempié – Sulamita – Frío Frío – Vía Contemplativa – Mamire – La Sombra Quieta
Lista de canciones:
01. Povidona
02. Tentempié
03. Miel
04. Mi Modesta Ceguera Personal
05. Sulamita
06. Tamarugal
07. Frío Frío
08. Esta Enorme Distancia
09. Daniel
10. Vía Contemplativa
11. El Dulce en la Piel de tu Nombre
12. Mamire
13. La Sombra Quieta
14. Le Entrego mi Alma al Vacío como Ofrenda de Amor
15. Noche Oscura
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