Texto por Franco Zurita

En la escena musical actual, pocos artistas resultan ser tan impredecibles y profundos como Geordie Greep. Líder indiscutido de Black Midi, banda que revolucionó los límites del rock experimental contemporáneo, Greep ha sido durante años el epicentro de una rebelión sonora en donde el ruido, la teatralidad y la inteligencia se funden en composiciones desafiantes. Pero su historia no termina (ni mucho menos, comienza) siendo solo el líder de una banda: con The New Sound, su primer álbum como solista, Greep ha demostrado que su creatividad no depende de otros. Es, en esencia, un universo propio.

Desde irrupción con Black Midi en 2019, Greep ha sido una figura difícil de clasificar. Guitarras disonantes, una voz versátil, polimórfica y sus letras laberínticas (con referencias literarias y absurdas), lo convirtieron en un ícono del rock experimental o como le llamarían  algunos pretenciosos: avant-rock británico. Sin embargo, el año pasado nos presentaría algo radicalmente distinto (en su forma) con The New Sound. El debut del rubio cantante representa un ejercicio de introspección, libertad y expansión artística y estética que lo aleja del caos sonoro para adentrarse en una búsqueda profundamente personal.

Este disco, lejos de ser una continuación solitaria de Black Midi, se erige como un manifiesto creativo con un Geordie Greep en su apogeo como compositor. The New Sound recorre terrenos insospechados, desde la melancolía del crooner, ritmos latinos y toques abstractos de synth pop, pasando por momentos de caos meticuloso, collage sonoro, y experimentaciones vocales. Es una obra que no busca abrumarnos con virtuosismo en exceso, sino invitarnos a un viaje casi cinematográfico, entre lo cómico y lo inquietante, lo hermoso y lo disonante.

Greep, en este nuevo formato, se despoja de lo burdo para dejar entrever emociones más crudas y profundas. El uso de sintetizadores, orquestas y coros que más bien son relatos, hacen de este disco un trabajo casi teatral confirmando lo que muchos de alguna forma, ya sabíamos: su talento no es sólo el de un guitarrista o un frontman carismático, sino el de un narrador obsesionado con las posibilidades que sólo la música nos puede ofrecer. La reseña detallada de este disco puedes encontrarla aquí.

Greep juega con el artificio y la emoción. Con el humor y la ansiedad, siempre bordeando lo incómodo y lo fascinante. En una de sus entrevistas, definió su trabajo como “música para una era en la que nadie está seguro de si reír o llorar” y su debut como solista encarna justamente esta tremenda confusión.

El impacto de este álbum no ha sido menor. Aclamado por la crítica independiente y seguido de una gira por todo el mundo, The New Sound ha confirmado que Geordie Greep es un artista con una visión que trasciende formatos. Su carrera solista es una bifurcación necesaria en la evolución de un artista que, fiel a sí mismo, permanece como siempre inquieto. Ha moldeado el rock experimental contemporáneo e inaugurado un nuevo capítulo donde el delirio y la lucidez conviven en equilibrio perfecto. Un capítulo que, sin duda, marcará un antes y un después en este, el inicio de su legado.

Por esto y mucho más, el 13 de noviembre en Club Chocolate es una fecha clave para los viudos de Black Midi y los amantes de la vanguardia musical porque Geordie Greep vuelve a Chile, está vez, para introducirnos en su propia odisea artística.

Entradas por Puntoticket.

Produce: Santiago Fusión.


Zumbido.cl

0 Comments

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *