
Texto por: Ricardo Arriagada Gómez
Ari Aster se ha transformado en uno de los directores más interesantes del último tiempo, por su provocación e impacto visual que destroza todo ámbito de lo humano con lo fantástico o dejar en bandeja todo lo mal que tenemos presente en una perspectiva que se ha visto fresca, desde su aclamado debut «Hereditary» (2018) y el folclor sangriento de «Midsommar» (2019). Este año, vuelve con uno de esos ejemplos precisos sobre la división del público, o encanta por su ambición o te es repelente.
No es cualquier cinta lo que propone Aster, es la más cara hasta la fecha que se ha hecho en la productora A24 y se basa en su corto «Beau» (2011), protagonizada por el fallecido actor Billy Mayo -a quien se le homenajea su memoria en este trabajo- y entre ideas y ideas cada vez más oscuras, se transforma en esta especie de Drama Sicológico con Comedia Negra, mezclada con un montón de Surrealismo que fascina, aterra, perturba y te deja boquiabierto. ¿Estarás procesando esto por buenas horas? muy probable que sí.
El film cuenta el infortunio camino de Beau Wassermann (Joaquin Phoenix) de controlar su vida lleno de temores y ansiedad, siendo la más grande que es no poder visitar a su madre Mona. Al enterarse de un tragedia donde la involucra, intentará viajar como sea para estar presente con ella, pero su aventura se transforma en una odisea llena de desgracias, heridas y muchas pesadillas que se vuelven reales, pasando por una dimensión tan absurda que no solo revisitará su infancia, sino también cómo sería su futuro y sus desenlaces. El reparto es completado con Nathan Lane, Amy Ryan, Parker Posey, Armen Nahapetian, Zoe Lister-Jones y Patti LuPone.

Desde que uno tiene libertad creativa, está en su derecho de expresar lo que es necesario y Ari reúne todo en un depósito de crueldad que explota durante casi tres horas. Refleja directamente un monumental caso sobre conflictos internos en referencia a los padres, estrujando hasta la última gota de desprecio que podrá ser muy fuerte para los espectadores -y no solo con todo lo que aparece con un grado de asco- llevados en la forma más extraña posible, haciéndote pasear ida y vuelta con una historia de constante sufrimiento, dejando que la tolerancia se sienta limitada. Si bien, se percibe que pudo durar media hora menos y puede ser cuestionable ciertas decisiones en sus giros argumentales, la película tiene grandes ventajas: el imán de sentimientos que te deja inquietante, su calidad de surrealismo y la dedicación de sus actores, en especial de Phoenix que deja cuerpo, alma y bolas… literalmente. Hay que destacar la participación de los chilenos Cristóbal León y Joaquín Cociña en las animaciones, siendo uno de los momentos más bellos del film a pesar de todo el sacrificio y desesperanza del protagonista en todo lo que vemos en pantalla.
Una temática desgarradora que se ha visto en muchos casos estos años (desde cintas animadas y algunas muy reconocidas como lo que sucedió con «Aftersun»), lo que quiere mostrar este tercer trabajo del director es una cámara omnipresente que es relativamente todo sobre la progenitora, y si se perciben esos traumas más allá de cada objeto y sujeto presente que te provoque repudio, es donde se muestra el quiebre para generar esa división en los que las vean. Por su arriesgo e imaginación, «Beau Tiene Miedo» es brillante. Es distribuida por Diamond Films y se encuentra disponible en salas de cine, incluyendo Cine Arte Alameda.





















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