Texto por Liliana Moraga

Fotografías por Joselyn Heyden

La cantante colombiana arribó el país y se reunió con su manada que coreo y bailo de principio a fin en la primera de las tres noches de «Las Mujeres Ya No Lloran World Tour» este viernes 4 de abril en el Parque Estadio Nacional con un show que duró más de dos horas. 

Siete años pasaron para que Shakira volviera al país. Y con un espectáculo de alto impacto y muy esperado – luego de todas las controversias que la llevaron a cancelar el evento por fallas técnicas y que estaba pactado para marzo – la artista de Barranquilla cumplió con su palabra, tal como dijo el en Hall del Hotel donde cantó en su paso exprés por tierras nacionales que volvería, y así lo hizo. 

El concierto que la loba desplegó, incluyó visuales de última tecnología que fueron transmitidas en pantallas de casi 50 x 10 metros que cubrían todo el escenario y es parte fundamental del espectáculo. Más una performance con bailarines de múltiples nacionalidades, cambios de vestuarios y juegos de luces acorde a como el concierto se fue desarrollando. 

El público expectante comenzó a llegar al recinto con una energía muy dispuesta: mucho dorado, plateado, glitter, caderines, cintas y pelucas al más puro estilo de las de la intuición y que colmaron la primera jornada que comenzó pasado las 21:00 horas. Momento en que la artista con un grupo de mujeres ganadoras fueron parte de la pasarela que acompañó en manada a subir al escenario vestidas de plateado. 

Siendo las 21:13 hrs. Se da el primer contacto con el público multigeneracional que con gran ovación y pulseras xylobands recibió a la cantante que desató la euforia máxima mientras al ritmo que surgían las canciones los dispositivos fueron cambiando de color su luz.  

En el inicio singles como «Inevitable», «La fuerte», «Las de la intuición» y «Estoy aquí» con un baile robotizado y en una versión más electrónica pasó a una interpretación más rockera de «Dont bother», que colgándose una guitarra rosada Fender Mustang llena de glitter dieron paso a «Te felicito» con una intro de performance, un fonógrafo y con un ambiente absolutamente rosado. Luego fue el turno de «TQG» en tonos verdes. 

Todas las canciones que Shakira fue interpretando tuvieron arreglos y novedades con escenas especiales como lobas con sus hijos en el bosque, el mar y ella de sirena, fuego, conteiners e incluso sus hijos Milán y Sasha cantando en «Acróstico»

El concierto reunió canciones con versiones ajustadas al tour actual como «Hips dont lie», que con bailes especiales precedió la transmisión de «Chantaje» en una versión más salsera, mientras que la cantante desde el bastidor transmitió que artísticamente se cambia el vestuario para volver al escenario.  

Canciones como «Monotonía» y «Ultima» también estuvieron presente. Además de «Te aviso, te anuncio que junto a una batucada hicieron bailar al público presente que también escucho en una versión distinta a lo ya escuchado la versión de «Ciega, sorda, muda» «El jefe» en un estilo que combino la clásica letra con ritmos mariachis y un cuerpo de baile. 

«Antología» fue un éxito que sonó fuerte y generó un momento muy emotivo ya que unió a coro las generaciones presentes. Algo similar pasó con «Ojos así» que en su estilo árabe y todo el escenario y la vestimenta de Shakira en tonos rojos encendió las visuales y a la cantante con sus bailes.  

«Waka, waka» y lo que vino en el último bloque parecía un verdadero sueño para los asistentes, que en su mayoría fue un público de mujeres y que acompañaron la canción con la clásica coreografía instaurada en el año 2010 por su participación en La Copa Del mundo de Sudáfrica. 

Hasta ahí las posibilidades de que el show terminara eran posible, ya había pasado más de una hora y 44 minutos de concierto. Las luces se apagaron y el público intacto y sólo observando lo que sucedía se entregó a la espera de lo que las luces en el escenario anunciaban. Fue ahí cuando en el reciento apareció el alter ego de la cantante. Una Loba con una proyección de inteligencia artificial a la que se ha nombrado Isabel, el segundo nombre de la artista. Y que es un arquetipo que muestra toda la valentía y la resiliencia que ha demostrado tener Shakira, quien acompañó el final del concierto con «La loba» y su clásico: las mujeres no lloran, las mujeres facturan. 

Con un cierre que dejó al público sorprendido porque cada segundo valió la espera, el concierto llegó al final para concluir con un concierto de gran nivel. 

Si no tienes entrada y te gustaria vivir la experiencia aún puedes adquirir tu pase para el día 7 de abril por el sistema Puntoticket. 


Zumbido.cl

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