Texto por: Franco Zurita
Fotografías: Darling Castro
Las modas del mundo asiático, sin duda que en estos rincones del mundo, encontraron su espacio y porque no, su nicho. Tanto música como televisión o cine, han formado parte de los distintos catálogos y carteleras de nuestros panoramas de espectáculos habituales y bajo este mismo contexto, VK Blanka, músico y artista nipón ligado al J-Rock y J-Pop llegó por primera vez a nuestro país, inaugurando su primera gira por Latinoamérica para conocer y encontrarse con sus fanáticos en estas tierras tan alejadas de su natal Japón.
Con un contundente catálogo y sencillos que lo han convertido en uno de los artistas más destacados de la región liderando distintos rankings y llenando su primer Arena Japan en su ciudad natal, VK Blanka desató la locura máxima en Sala Metrónomo ante una ola de fanáticos que gritaron, bailaron y hasta intercambiaron palabras con el compositor en una fiesta musical que abrigo los cuerpos en una fría noche de mitad de semana.
Y con un DJ Set, un par de micrófonos y una guitarra eléctrica, VK pisó el escenario nacional con una electrónica introducción provocando la euforia máxima en el recinto y así dar paso a «Soten No Vampire» y a «Shekebon!», sus dos primeros cortes de la noche. Una de sus canciones más reconocidas, por formar parte del animé “Black Clover”, la poderosa «Black Rover» sorprendió y levantó en éxtasis a los fanáticos quienes sacudían sus cabezas entre saltos de emoción y de jolgorio.
Una a una fueron sucediendo piezas de sus múltiples álbumes: «Want You Back», «Walk», «Snake» y «Ca Va?» fueron algunos de los éxitos desplegados por el japonés en un show enérgico y muy cercano. Un show marcado por las distintas interacciones entre el público y VK, el cual se mostraba emocionado y agradecido por el recibimiento, mientras que con un particular entusiasmo por aprender español, se animaba a expresarnos sus primeras palabras en nuestro idioma, encendiendo a sus fanáticos quienes celebraban cada una de las intervenciones.
Para cerrar el show, terminar de desatar la fiesta en Sala Metrónomo y hacer estallar las distintas sensaciones de la noche, «Black Catcher» fue la última canción de la noche elevando el hype de los presentes ante la interpretación de otras de las canciones más reconocidas del cantante. Luego de eso, todo fue amor, agradecimiento y una férrea promesa de volver a encontrarse con sus fanáticos chilenos, quienes se atrevieron y disfrutaron el acompañar a VK Blanka en su primera odisea por Latinoamérica.
Pero eso no era todo. En el habitual Encore, VK vuelve al escenario para interpretar las últimas piezas de la noche ante un particular hecho: El público fue el que decidió aquellas canciones. Y en breve y asumiendo la situación, el japonés desliza «Bitter», «FATE» y «Mirage» para, ahora sí, cerrar con broche de oro el debut de VK Blanka en nuestro país que regocijó el corazón de los fanáticos que quisieron estar presentes en esta ocasión tan especial.
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