
Por: Ricardo Arriagada Gómez
2019 fue un año extraordinario para Keanu Reeves, por estar involucrado en diferentes proyectos y por su personalidad carismática que llegó a otros lados afuera del cine, todo fue mejor de vista con la llegada de «John Wick 3 – Pantebellum», siendo una continuación que aumentaba la acción, la sed de sangre y extraordinarias maniobras. Ha pasado un buen tiempo para estar preparados con la cuarta parte de esta producción de Lionsgate, con una misión difícil de ser superior con todo lo que amerita su historia… y realmente lo es.
Nuevamente con Chad Stahelski en dirección, el guion esta vez no tiene la participación de Derek Kolstad -como en las anteriores- y está escrita de manera precisa por Shay Hatten y Michael Finch con nuevos personajes particulares que están detrás de este singular asesino que no le mete a nada, ni siquiera a la muerte. Una secuela esperada que tiene todo lo que se tenía de expectativa, y que de seguro tendrá un puesto para recordarse como una cinta épica en lo que es el cine de Acción y Thriller en la actual década.
Como es de esperarse, John Wick (Keanu Reeves) busca siempre la venganza y en esta aventura, busca una alternativa para derrotar a La Mesa Alta, quienes han puesto una recompensa millonaria y que muchas organizaciones criminales están detrás por su cabeza, especialmente el marqués Vincent de Gramont (Bill Skarsgård) que tiene en su poder el contrato a Caine (Donnie Yen), un asesino ciego y
antiguo amigo de Wick para niquilarlo, sumándose también Mr. Nobody (Shamier Anderson) como un cazarecompensa que quiere subir las apuestas. Entre Marruecos, París, Osaka, Berlín y Nueva York, es todo un viaje con cientos de encuentros violentos que están en dos destinos: John Wick fracasa o consigue su libertad. Además de los actores ya conocidos en este universo como Ian McShane, Laurence FIshburne y Lance Reddick, se incorporan Hiroyuki Sanada, Scott Adkins, la cantante Rina Sawayama en su debut actoral y el chileno Marko Zaror como la mano derecha del marqués.

Algo que ha interesado de esta seguidilla de películas no solo es la ambición del contenido sino de lo visual, y la cumple con todos sus objetivos para estar ansiosos con cada desenlace, desde su inmensa preocupación en las coreografías y una increíble fotografía a cargo de Dan Laustsen que todo color fuerte e intenso es un plus en cada cosa que arde. La inclusión de los nuevos personajes genera muchas sensaciones, y ni que fueran de una adaptación de un cómic, funcionan muy bien en la trama para incrementar el interés sobre quiénes se despedirán de la vida. La música es otro factor importante para esta entrega, que no abandona las secuencias y es activa es los extensos 169 minutos de duración. Son pocas las grietas en tanta espectacularidad entre ruido de disparos, acrobacias mortales y mucha gracia, sin dejar de lado a Keanu que deja todo en pantalla con este papel.
«John Wick 4» es un trabajo increíble de Acción, siendo la consagración de una detonante saga con esta, la que por lejos es la mejor, por lo que, para todo evento sangriento que está presente, hay que estar preparados. El film se estrena esta semana a cargo de BF Distribution y estará en muchas salas del país, incluyendo IMAX (muy recomendable verla en este formato). Ojo, hay escena post-créditos.





















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