
Nombre: Dollhouse: muñeca maldita
Director: Shinobu Yaguchi
Género(s): Terror, terror psicológico
País: Japón
Año: 2025
Texto por Clau B. Díaz
Los objetos malditos en las películas de terror son pan de cada día, especialmente las muñecas. Desde Chucky hasta Annabel, estos simpáticos juguetes que atentan contra la vida de una amable familia, pero de una manera adorable y perturbadora en partes iguales, nos aterran (o al menos nos incomodan) cada vez que llegan a la pantalla grande. Este es el caso de “Dollhouse: la muñeca maldita”, película de terror japonesa (J-horror) dirigida por Shinobu Yaguchi (nominada en la sección panorama como mejor película del festival Sitges) y protagonizada por Masami Nagasawa (Kae) y Kôji Seto (Tadahiko).

La premisa es sencilla, un joven matrimonio compuesto por Kae y Tadahiko viven una vida tranquila en Japón junto con su pequeña hija, quien en un lamentable accidente pierde la vida. La pareja, devastada intenta salir adelante, sin embargo, la madre no puede soportar tanto dolor. En su duelo, compra una muñeca en un mercado de la que se encariña hasta un punto poco saludable. Luego, la pareja tiene una niña y la muñeca pasa al olvido. Desde este momento, suceden una serie de acontecimientos extraños que poco a poco se vinculan con la muñeca, la cual esconde una turbulenta y oscura historia.
Esta historia ha sido contada muchas veces en Hollywood, por lo que pareciera que no es nada nuevo. No obstante, lo interesante es ver cómo el cine japonés le da una vuelta a este tópico tan usado en el cine occidental. No utiliza recursos efectistas, como el usado hasta el cansancio jum scares, sino que el miedo o la tensión se cuecen a fuego lento. Además, la película recurre a su propia cultura para darle coherencia y verosimilitud al terror. Los elementos y rituales cotidianos japoneses juegan un papel importante en la trama y el desenlace del conflicto. Por lo que a ratos se puede asociar al folk horror, lo que le da más profundidad que los sustos hollywoodenses, aunque, siendo honesta, el terror actualmente está cada vez más elaborado en sus historias.

Lo que puede ser negativo es que tarda un poco en arrancar. El ritmo al principio puede que se le haga lento a más de alguno, pero a medida que avanza la película, se hace cada vez más dinámico. Lo mismo con el final, la cinta nos muestra varios cierres en los cuales no sabes si es un final feliz u oscuro. Y como en todo cine de terror, las conveniencias y las malas decisiones de los adultos suelen dar pie al conflicto.
En síntesis, es una buena película que escapa de los clichés del cine de terror que estamos más acostumbrados. Con excelentes actuaciones, y con toques de miedo y humor que ayudan a liberar las tensiones, se pasa un buen y tenso momento.
Dollhouse: la muñeca maldita ya se encuentra disponible en las salas de cine del país.




















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