La artista chilena de indie pop, sorprende con su segunda creación que llena de paisajes sonoros el ambiente, en un inevitable cruce de fragilidad y belleza minimalista
Ya se liberó en plataformas digitales, desde este viernes 30 de julio, la más reciente composición de Christiane Drapela, uno de los talentos más prometedores de la escena de música independiente nacional.
Luego de su debut como solista con el sencillo “La Luna y las Melodías”, la multinstrumentista y cantante, vuelve a encantar con “Tu Nombre”, una canción llena de poética invernal e introspección que contagia aquella necesidad por revindicar la letra romántica y placer de los sueños transformados en melodías.
Este radiante segundo single de Christiane, es un buen ejemplo -y adelanto- de la atmosfera general que tendrá su disco debut, con mucha inspiración en el pop de los ‘60 y ‘70. Fue grabado en la casa de la artista y otra parte en la oficina musical de Fakuta, quien además produjo la canción.
Sin prejuicios, este sencillo desenvuelve su musicalidad a través de programaciones, samples, teclados, guitarras y percusiones en reverberación que llevan consigo el viejo gusto por el Lo-fi, desde donde proviene la libertad creativa de la artista al momento de imaginar canciones como si fueran cuadros surrealistas o dimensiones oníricas para expresar un estado de purificación.
“Esta canción para mi trata del agotamiento y confusión de una lucha interna, entre el querer y no querer dejar atrás las sensaciones y recuerdos de una historia de amor, historias frustradas con las que te puedes obsesionar porque no lograste entender como se dieron (o no-dieron) las cosas. La escribí de manera muy intuitiva y fue rápido, como si me la estuvieran dictando”, relata la cantautora.
El videoclip de “Tu Nombre”, fue dirigido y realizado por la artista visual Rosario Cobo, y la edición y montaje en colaboración con Christiane Drapela, quien comenta:
“Haciendo el video con la Rosario Cobo, por azar fueron calzando cosas y se terminó de armar conceptualmente lo que quería decir. Es una balada nostálgica, como de los años ’60-’70, pero con bases electrónicas y sonidos actuales, en que las sensaciones de las que hablo están como bailando en la inmensidad, pero bajan a la tierra”.
Por su parte, la portada es un trabajo de diseño e ilustración de Christiane, quien también ha colaborado con destacados artistas como Gepe, Felicia Morales, Fakuta y más recientemente con Alodia.
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