
Texto por Ricardo Arredondo
Fotografías por Dg Medios / Andie Borie
Desde fuera se siente un ambiente especial. Miles de personas -en su mayoría mujeres- llegan en masa hasta el Movistar Arena para ver a uno de los artistas latinos más importantes de la historia. Chayanne -el padre de latinoamérica- con más de 40 años de trayectoria, volvía una vez más a Chile a dar una serie de 8 conciertos en Santiago absolutamente agotados, y los carteles, cintillos y coronas de luces que se observaban fuera del recinto, nos adelantaba que se trataría de una noche de otro planeta, y que el frío no sería impedimento para el disfrute de mujeres de todas las edades que llegaban hasta el recinto del Parque O’Higgins.
A las 21:22 se encienden las pantallas con imágenes del Movistar Arena y las fanáticas reunidas en la previa del concierto. Ya está todo prácticamente listo. El momento se acerca. Se apagan las luces, el público grita generando un ruido ensordecedor y se pone de pie para recibir al ídolo de Chile y toda latinoamérica.

Da el puntapié con “Bailemos otra vez” a modo de intro y pegada a ella arremete con “Salomé”. El inicio del show es demoledor. Hit tras hit que hizo enloquecer a un público que no tuvo respiro por parte del puertorriqueño. El desplante es impresionante con “El centro de mi corazón” y “Provócame”, que genera la eufórica respuesta del público con los movimientos de cadera del astro latino.
Un breve descanso luego de “Caprichosa” para dar la bienvenida al público, en que tu padre dice “esta noche ustedes manden, que yo obedezco”, el público grita -otra vez, lo que se repetirá en innumerables ocasiones durante la noche- comienza a interpretar “Cuidarte el alma” junto a “Atado a tu amor”.

Chayanne es realmente impresionante. Difícil de describir en palabras todo lo que hace. De las baladas pasa a ritmos más bailables y enciende la fiesta, con una facilidad increíble y una actitud camaleónica que se ajusta a la perfección a lo que sea que haga. Junto a él, vemos a un cuerpo de baile de 8 personas que lo acompañan con sensualidad, actitud y complicidad, y una banda que no necesita ser demasiado numerosa para darle cuerpo al show y ejecutar la música a la perfección.
El primer cambio de vestuario -de varios durante la noche-para interpretar “Y tú te vas” con un público entregado a sus pies. Vuelve a dar las gracias e invita a cantar algunas canciones antiguas con un mini set de clásicos -como prácticamente todo el concierto. Impresionante la cantidad de canciones que son parte del repertorio popular latino- con «Yo te amo”, «Volver a nacer”, «Tu pirata soy yo” y “Completamente enamorados”. Uno de los puntos más altos de la noche.

Comienza una intro más rockera y un claro guiño a “Symphony of Destruction” de Megadeth por parte del guitarrista principal, y que da lugar a la presentación de la banda -y de gran parte de su equipo y del equipo técnico del Movistar. Gran gesto- y desemboca en “Fiesta en América”, que hace honor a su nombre y convierte al lugar en una pista de baile.
El show es de otro nivel. Mi padre es posiblemente el ídolo latinoamericano que se mantiene más vigente y en un mejor estado performativo -quien escribe estas líneas se cansó de solo mirarlo- y cuando muchos artistas de su edad ya van en una curva descendente, Chayanne pareciera que está realmente en el mejor momento de su carrera. “Humanos a Marte” con coreografía es la muestra de esto. ¡Qué desplante! Afortunados quienes podemos presenciar un show de este nivel por parte de esta verdadera leyenda latina.
Un nuevo descanso después de “Dejaría todo” -temazo-, para luego volver con una nueva tenida -es el tercer cambio de ropa en el show- e interpretar una dramática versión de «Tiempo de vals”, que incluye un baile intermedio junto a una de sus bailarinas. Seguimos moviendo el cuerpo, pero cambiamos el vals por la bachata con “Bailando bachata”, de su último disco “Bailemos otra vez” (2023), que le da nombre a la gira y que marcó su retorno luego de casi 10 años sin presentar un álbum de larga duración. Está canción, incluyó el ya clásico momento en que sube a una fanática a bailar con él, y aunque por acá levantamos la mano, lamentablemente no fuimos escogidos entre la multitud. Sin duda, Dios tiene sus favoritos, y está vez no fue el enviado especial de Zumbido. -llora-

El final, fue marcado por “Un siglo sin ti”, con el último momento romántico, que dio paso a “Torero” que coronó la enorme fiesta que se armó en el Movistar Arena, con un público ferviente que se arrodilló a los pies del ídolo de generaciones.
Un espectáculo impresionante. Así de sencillo. No hay que darle vueltas ni buscar más palabras. Estamos frente a un artista que pareciera llevar décadas en su mejor momento. Nuestro padre es incombustible y tiene su nombre escrito con sangre en la historia de nuestro país. A nivel de espectáculo, puesta en escena, música, baile, carisma, conexión y temazos, no hay duda que estamos frente a uno de los mejores shows de este año. Esta fue la crónica del tercer día, y quedan 5 shows aún. No hay más palabras para describir esta locura.
Setlist
1. Bailemos otra vez / Salomé / Boom Boom
2. El centro de mi corazón
3. Provócame / Caprichosa
4. Cuidarte el alma / Atado a tu amor
5. La clave / Baila baila
6. Y tú te vas
7. Yo te amo / Volver a nacer / Tu pirata soy yo / Completamente enamorados
8. Palo bonito / Este ritmo se baila así
9. Fiesta en América
10. Si nos quedara poco tiempo
11. Te amo y punto
12. Humanos a Marte / Como tú y yo
13. Madre Tierra (Oye)
14. Dejaría todo
15. Tiempo de vals
16. Bailando bachata
17. Un siglo sin ti
18. Torero





















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