
Texto por Clau B. Díaz
Fotografías por: Camilo González
Los herederos de Buena Vista Social Club, llegaron a Chile para brindar un show cargado de clásicos de la música cubana. Con una banda superlativa, hicieron gozar a todo el Teatro Coliseo en una fiesta emotiva llena de homenajes. Para revivir esta experiencia es necesario partir por el principio de la noche.

A las 20:30 horas, con el teatro lleno, la banda ingresa al escenario y al ritmo de la música presentan a los artistas en escena. El puntapié inicial comienza con el “Bodeguero”, cuya letra “toma chocolate/ paga lo que debes” fue coreada por los asistentes. Algunos de ellos ya empezaban a bailar en sus asientos y no pasó mucho tiempo para que los más entusiastas se instalaran al final del recinto para poder bailar tranquilos.

La fiesta ya se consolidó con uno de los clásicos de Buena Vista Social Club: “Cuarto de Tula”, presentada por el antiguo miembro de la agrupación Jesús “Aguaje” Ramoscomo una canción antigua de cuando él tenía 20 años y la audiencia 3, lo que causó risas en el público. Con Geidy Chapman en la voz, el tema fue coreado y más personas se levantaron de sus asientos para poder bailar, es que era totalmente imposible quedarse quieto.

Luego sonaron otros clásicos como “Quizás, quizás, quizás”, y una de las canciones más conocidas de Buena Vista Social Club, la cual abre el álbum del mismo nombre: “Chan, chan”, sin duda, este fue uno de los momentos altos de la noche y más emotivo, ya que, la banda rinde homenaje al compositor de este tema, Compay Segundo, haciendo que todo el público gritara “Compay, Compay”, al ritmo de su canción más famosa. El aplauso fue estruendoso.

Sigue la fiesta con “De camino a la vereda”, también de Buena Vista Social Club, y la ya clásica “Bésame mucho”. Entremedio de toda la fiesta, Luis “Betún” Mariano Valiente Marín, miembro original de Buena Vista, da un espectáculo con los bongos como si fuese un rockstar, o más bien, lo es: con su boina comenzó a tocar el instrumento con un gesto que recuerda a un músico rompiendo su guitarra; luego bajó del escenario a estar con su público que tanto cariño le brindó.

Al final del show, los homenajes siguieron, con el público gritando “azúcar”, se recordó a la fallecida cantante Celia Cruz, y por supuesto, las menciones a Ibrahim Ferrer y Rubén González no faltaron. Luego de un encore muy breve, la agrupación vuelve con “Candela”, invitando a que todo el público se pusiese de pie, sin que nadie se quedara sentado. Todos bailando al ritmo del son cubano, Buena Vista Social Orchestra cerró un espectáculo de dos horas en todo lo alto, demostrando que no solo son los herederos de una tradición, sino que con su estilo propio mantienen intacto ese legado.
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