Texto por: Ricardo Arredondo
A veces pasa que –por diferentes motivos– a uno le llega un álbum en un momento posterior a su lanzamiento. Con Movements me pasó algo así. Fue en el 2019 en que empecé a escucharlos por recomendación de un amigo. Época del Estallido Social. Lo escuché a la rápida y recuerdo que me gustó. Pero fue un primer encuentro pasajero con el «Feel Something» (2017), su primer larga duración.
El año siguiente se desató la pandemia y empezó el encierro. Por algún motivo me volví a encontrar con el disco, y me enamoró. Empecé a ponerle atención a las letras y me mató. Fue algo mágico. Creo que en los últimos años es algo que me ha pasado en muy pocas ocasiones. Un disco melódico, con tintes emotivos que llegan, y con la voz raspada de Patrick que cala en lo más profundo. Hermoso por donde se le mire.
Si a lo anterior le sumamos la dificultad propia de la época en que estábamos, todo se vive de forma más intensa. El encierro y esa sensación de que eso no iba a acabar, hacían que la música se convirtiera en una ventana liberadora, pero que a la vez, nos hacía añorar con nostalgia esos momentos de música en vivo previos al encierro, y cuestionarnos cuándo volveríamos a vivirlos.
Es por eso que el disco florece y se vive de manera especial, más aún si consideramos que la banda en ese entonces no era tan popular, y el deseo de verlos en vivo se veía super lejano. Bueno, una decepción más. Creo que muchos sufrimos con eso de “uff, encontré una banda brutal pero no son populares. Obvio que jamás los veré en vivo.”
Por otro lado, pasa que al final el encierro era mi contexto al conectar con el disco. Mi propio momento complejo. Pero todos vivimos ese momento de forma constante de uno u otro modo. Me di cuenta que si el disco lo conociera hoy, me habría golpeado de la misma manera, con los problemas y preocupaciones que tengo hoy, y que seguro a más de alguien le pasó de una forma similar en su propio contexto, en su propia línea temporal. La pandemia me hacía pensar harto y me daba tiempo a enrollarme harto…
Pero todo empezó a cambiar. Se acabó el encierro. La música en vivo volvió. La banda comenzó a ser más popular y empezó a girar más. Sacaron nuevos discos. No quería ilusionarme, pero parecía que se iba a dar. Y finalmente se dio. Por fin anunciaron tour por Sudamérica, y Chile está incluido. Un debut soñado, en el lugar que siempre imaginé.
La Sala Metrónomo ES el lugar perfecto para este primer encuentro con Movements el próximo 13 de noviembre. Y estoy seguro que será hermoso. Muy hermoso… Entradas disponibles en sistema Eventrid. Produce Monkey Chile.
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