
Nota por Franco Zurita
Fotografías: Francisco Aguilar | Spider Prod
Es conocida la cercanía y amor del público chileno con la corriente del rock progresivo. King Crimson, Dream Theater y Porcupine Tree son algunos de los nombres que se me vienen a la mente en donde en distintas ocasiones, miles de fanáticos no escatimaron en llenar los recintos para ser parte de la experiencia musical que significa un espectáculo de estos monstruos del rock. Entendiendo esto y poniendo en contexto, la noche de ayer pisó nuevamente nuestro país el guitarrista, compositor y cantante Paul Masvidal, miembro fundador de Cynic y Aeon Spoke, en el marco de “Ciclo de Solistas Progresivos” organizado por Stgo Fusión en conjunto con Spider Prod.
Con un cambio de recinto que terminó favoreciendo y potenciando la intimidad vivida durante toda la presentación, Paul Masvidal dio rienda suelta a un repertorio compuesto de los mejores éxitos de sus proyectos más destacados acompañado de su particular guitarra y una puesta en escena enigmática compuesta de luces que rodeaban al músico, e iluminaban desde atrás cada una de las melodías que Paul deslizó con extrema pasión durante más de una hora en el recinto capitalino.

Pero antes de adentrarnos al universo sónico de Masvidal, los chilenos de Hidalgo, en formato dúo y desenchufado, a tono con el leitmotiv de este ciclo, y con Angeline y Gabriel a la cabeza del proyecto, en un corto pero intenso recorrido a través de sus trabajos, incluyendo su álbum más reciente «Agnicayana (2023)», en una velada que a pesar del formato, logro motivar y encantar a través de los suaves devenires de las melodías entonadas por el dueto de guitarras.
Luego de este encanto sonoro, y de preparar el escenario para la apertura del ciclo, una leve cortina de humo convertía el ambiente en un profundo sueño difuminado adornado con las tenues melodías que se tejían mientras Paul Masvidal, con una enigmática máscara, aparecería sobre el escenario y acompañado de su particular guitarra headless comenzara a desentrañar las introspectivas melodías en las que el músico nos hizo navegar durante su estadía.

Con la sensibilidad que lo caracteriza y proyectando su reconocida espiritualidad, uno a uno fueron sonando los éxitos más profundos y reconocidos ante un público que conectado con el universo armónico del Paul, contempló en paz y con una profunda admiración una intrigante, sigilosa y reservada presentación. «Emmanuel», «Nébula» y «Face to Wind» fueron algunas piezas de su etapa con Aeon Spoke que se disfrutaron en la primera parte del show para luego de la primera interacción con el público, aterrizara «Evolutionary», la primera canción de Cynic de la noche y por supuesto, el público que hasta ahora permanecía calmo, logró sacudir un poco sus cabezas al son de este gran clásico. «Ghost Letter» por su parte dio paso a su trabajo más personal con una versión del remix de esta versión, increíble por supuesto.

«Space» seguía la senda de Cynic y «Grace» de Aeon Spoke golpeaba las agresivas caretas del público rockero y se colaba en los corazones de los mismos denotando una contenida emoción. «Integral» cerraba el recorrido por una de sus bandas mater y para cerrar «Sand & Foam», abandonaba la silla que lo acogió durante toda la noche, para ponerse en pie y entonar ese poderoso himno con una intensa ejecución y una multitud se mecía entre los acordes de Paul y que se entrelazan con el mensaje y la intensidad de su última canción en escena.
De esta manera, Paul Masvidal cerraba su show en Santiago, con dos cosas: Reconociendo frente a su fanaticada el parentesco parental con nuestro país (su abuela es chilena) y entregando toda la pasión y melodías enigmáticas en un íntimo show y en donde lo progresivo no estuvo en la complejidad de una obra, sino en la intención que Paul Masvidal entregó en cada nota musical.






















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