Texto por Franco Zurita

Hay músicos. Y luego, está Pat Metheny. Decir que es sólo guitarrista de jazz es, aunque suene reducirlo demasiado. Técnicamente es correcto, porque lo es, pero el término queda  en extremo corto. Y es que Pat no sólo toca la guitarra sino que construye puentes hacia mundos fascinantes en donde cada nota, cada acorde y armonía son un paisaje sonoro que se extiende desde la introspección melancólica de una balada hasta la euforia vertiginosa de una pieza de jazz.

Desde sus primeros pasos, por allá por los años 70’s, Pat Metheny se erigió como una brillante anomalía en el panorama musical. En una época en la que el jazz se debatía entre lo tradicional y la fusión de ritmos,él encontró un camino propio. Un sendero que, si bien bebía de las fuentes de leyendas de las seis cuerdas como Wes Montgomery o Jim Hall, se proyectaba hacia un futuro promisorio que no tardó en hacerse realidad. Su técnica, dotada y fluida, mezclaba la calidez del sonido norteamericano con la solidez y los colores del jazz y otros sonidos del mundo.

Pero, al igual que al comienzo de esta nota, reducir a Metheny a su virtuosismo sería otro craso error. Su grandeza y todo lo que representa, reside en su visión. Es un hechicero de la guitarra, protagonista de historias que hoy lo catalogan como una leyenda. 

Y como todo gran explorador del sonido, Pat Metheny nunca conoció la palabra quietud. Su curiosidad lo ha llevado a aventurarse por territorios inexplorados, desde la electrónica hasta la intimidad de su guitarra en formato solista, su música ha sido un constante estado de movimiento. Por supuesto que también ha colaborado con gigantes de la talla de Herbie Hancock, Carlos Santana y David Bowie, demostrando su capacidad para adaptarse y, al mismo tiempo, dejar su sello inconfundible. Su trabajo con el contrabajista Charlie Haden en «Beyond the Missouri Sky» es un hito de la música de la escena contemporánea. Una conversación a corazón abierto, guitarra y contrabajo, entre dos prestigiosos maestros.

En una era donde la música parece consumirse a la velocidad de la luz, la obra de Pat nos recuerda que la música no es solo un entretenimiento, sino una experiencia, un viaje. Y en el caso del guitarrista, es un viaje que siempre sorprende y, en última instancia, nos enriquece. 

Cuando el último acorde se desvanece, uno se encuentra con la resonancia de su melodía y con la sensación de haber estado en algún lugar nuevo. De haber visto un paisaje que sólo existía en la mente de un genio de la guitarra.

Patt Metheny se presentará en el Teatro Nescafé de las Artes los días 4, 5, 6 y 7 de septiembre en el marco de su gira «Dream Box / MoonDial Tour». Aún hay entradas disponibles para el día 7 de septiembre ya que las otras tres fechas se encuentran completamente agotadas. Puedes adquirir éstas a través de sistema Ticketmaster.

Produce Stgo Fusión.


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