Por: Flavia Saldias

No es común realizar una entrevista el mismo día que la artista está de cumpleaños. Por eso, esta conversación es doblemente especial. El martes 19 de julio, Palmenia Pizarro cumplió 81 años de edad. En un Hotel en Las Condes, nos reunimos con ella para repasar su trayectoria y éxito internacional, las historias que han dejado huella en su corazón entre giras, lanzamientos y vida privada, la emoción y la necesidad de seguir cantando y sus planes actuales, cuyo foco central es el próximo concierto en el Gran Arena Monticello, donde celebrará seis décadas de trayectoria.

Esta es una de esas conversaciones íntimas y profundas, donde los detalles cobran valor y los nombres, fechas y lugares son vitales para entender la historia en palabras de su protagonista. Y también, de cómo el talento, la perseverancia y la rebeldía bien entendida, pueden hacer que una niña, que a los siete años está cortando porotos junto a su madre, tenga la convicción de que será una estrella de la música.

Esta es la entrevista a Palmenia Pizarro, una de las artistas chilenas más importantes del bolero y el vals peruano, que, con su elegancia, gran registro vocal y poder de interpretación, ha logrado registrar más de 1.500 canciones, obtener grandes reconocimientos en Chile y el extranjero, y mantenerse vigente.

A propósito de tu cumpleaños número 81, ¿Qué pasa en ese corazón cuando eres consciente de que ya 60 años de trayectoria?

La verdad es que para mí es muy importante, porque sinceramente yo pensé que a los 60 años me retiraba. “Después vendrá el olvido”, dije yo. Pero no pasó así. No ha habido olvido. La gente me ha seguido recordando, está conmigo cuando voy a cantar, se llenan los lugares y es maravilloso de verdad. Estoy muy agradecida de mi público chileno y del público que he visitado en tantos países de América Latina también. Y México, que es un país muy importante para mí. Yo tengo dos amores, amo mi país y amo México, porque me dio muchas cosas importantes.

¿Sientes que eres la misma que empezó?

Soy la misma persona, yo jamás he cambiado. Pienso que uno tiene que ser la misma persona sencilla que empezó a cantar. Agradecida de un público que en esos momentos te apoyó. Y más en esa época que yo tengo el problema que yo soy zurda, entonces cuando escribía autógrafos en esa época decían “ay mira es zurda”. Se veía como algo anormal, entonces yo me sentía incómoda y pensé que era mejor no firmar autógrafos porque iban a pensar que tenía un defecto. Pero después me di cuenta que no tenía importancia que yo fuera zurda, que tenía que firmar los autógrafos. Llegábamos al norte, de gira, a lugares donde la gente nunca me había visto, con mayor razón yo tenía que firmar autógrafos. Entonces, la gente se daba cuenta que era zurda y le decía “no hay problema que yo sea zurda, yo soy cantante y punto”.

¿Qué le dirías a la Palmenia Pizarro de hace 60 años? ¿O qué te hubiera gustado que te dijeran/advirtieran?

Yo quiero decirle a la Palmenia de cuando tenía siete años y soñaba en el campo cortando porotos, que quería ser cantante a esa edad, que gracias por haber tenido esos sueños y esa esperanza de ser cantante, de triunfar como cantante y de cantar con Miguel Aceves Mejía. Logré en México cantar con él. Era mi ídolo de música ranchera, pero también era mi ídolo Elvis Presley; yo tenía ídolos bien dispares, nada que ver, pero así es la vida…

Es importante México… ¿Fue Chavela Vargas tu gran impulsora allá?

No, yo tenía una amiga de toda la vida allá, Amalia Mendoza, La Tariácuri, el público que la quiere aquí la recuerda con mucho cariño. Ella fue mi comadre, madrina de mi hijo, se casó en México y fue la madrina de bodas de mi hijo. Fue mi comadre y murió hace muchos años. Pero a Chavela Vargas la conocí en un pueblito chico en Tepoztlán, cerca de Cuernavaca. Yo fui a cantar a ese pueblito contratada por la gente de allá y era un pueblo de gente que tenía su casa de descanso ahí. Entonces, de repente, me anuncian ahí y llega Chavela Vargas a verme cantar. Yo dije “Dios mío, no puede ser, Chavela Vargas”. La vi en México una sola vez porque pasaba en España, entonces llega a verme y nos pusimos a conversar. Nos quedamos los tres, mientras cenábamos, conversamos toda la noche, hasta las cuatro de la mañana y Chavela Vargas se hizo muy amiga mía, de verdad. Después yo le presté un músico mío para que fuera a cantar con ella a España y resulta que mi músico murió allá con ella. Con Chavela Vargas hubo una amistad muy bonita, de mucha cercanía, de mucho encuentro bonito, más bien en los últimos años de su vida que estaba cantando,pero tenía una cosa muy importante, que cuando nos encontramos estaba en rehabilitación para no seguir tomando, entonces estaba muy consciente de todo lo que hablaba, nos contó muchas anécdotas con el rey de España y la verdad es que pasamos tantos momentos bonitos juntas. Después nos seguimos viendo porque era muy importante estar con las artistas mexicanas, como ella, como Amalia Mendoza, como Miguel Aceves Mejía, como Verónica Castro, que de verdad para mí es una mujer y una gran artista, Angélica María, Enrique Guzmán, son amigos de toda la vida. Ahora está mi hija ubicándolos para grabar un saludo y presentarlo el día del show. Había una amistad muy linda con todos. Me querían mucho. No había envidia, había una admiración hacia mí muy linda e importante, hablaban muy bien de mí todos ellos y eso fue para mí tan lindo de verdad.

Te iba a preguntar justamente, si hiciste amigos en la música y creo que ya me respondiste…

Sí, recuerdo a todos los artistas mexicanos con mucho cariño y les agradezco infinitamente todo lo que me brindaron, todas las atenciones que me dieron y todo el cariño del público que llegaba a verme cantar a los hoteles de cinco estrellas, me los recorrí todos. Toda la república mexicana yo cantando en los hoteles cinco estrellas. Me hacía amiga de familias y el día domingo me invitaban a comer a su casa y me tenían platos de diferentes comidas que preparaban, porque allá se preparan los tacos, entonces te servían un plato de taco de carne, de cerdo, de chile poblano, de arroz mexicano, de todo, con tortillas y las tortillas te engordan que ni te cuento… después yo llegué toda gorda acá, pero,bueno, empecé a bajar de peso, pero es difícil mantenerse con la tortilla, la tortilla es lo que más engorda (risas). Y a mí me encanta la tortilla mexicana, la que es de maíz, no la de trigo. Mis nietas cuando vienen me traen tortilla de maíz.

Me imagino que, en estos 60 años de trayectoria, giras, conciertos, viajes, lanzamientos, hay muchas historias para contar. ¿hay alguna que atesores y que regrese siempre a tus pensamientos?

Son varias las que tengo, pero la más regalona es cuando tenía siete años y estaba cortando porotos en El Almendral, en San Felipe, en El Tambo. Yo tenía una amiga que se llamaba Salomé, ella me iba a buscar para ir a jugar y le decía a mi mamá “Mamita, a qué hora me puedo ir jugar, cuántas hileras me faltan”, “cuatro hileras te faltan para terminar”, entonces le decía a Salomé que me ayudara y cuando conversaba con ella me preguntó qué quería ser cuando grande. “Quiero ser cantante”. “pero cantante? Tú no puedes ir a Santiago, es terrible, te van a robar, te van a matar”, me decía ella, “cómo se te ocurre que es terrible Santiago, no puede ser así”, le respondía yo. Entonces resulta que empecé a venir a los siete años a concursar a Radio Corporación. Y cuando yo le decía a mi amiga que iba a ser cantante me decía “Estai más hueona que vas a cantar cuando grande”. “Y voy a conocer a Miguel Aceves Mejía y voy a cantar con él también”, respondía. “Si ese caballero no te conoce”. Cuando ya era cantante, lo fui a ver una vez y lo saludé a él y a su esposa. Después nos encontramos en Argentina y me prometió que íbamos a cantar juntos un día. Y cuando estaba en México de repente me llaman de Televisa, el productor del programa Así Canta mi Tierra, Miguel Aceves Mejía quería tener a Palmenia Pizarro cantando ranchera con él. Yo de chica había ensayado la Paloma Negra, haciéndole la segunda voz, entonces le digo eso y me dice que perfecto. Ensayamos y ahí estaba yo cantando con mariachi de verdad por televisión, ¡imagínatequé emoción más grande!, yo estaba feliz y agradecida de Dios, entonces para mí fue maravilloso. Y canté con él, de Televisa para el mundo, con mariachi. Fue una satisfacción muy grande que tengo. De niña, a mi amiga Salomé la recuerdo con mucho cariño también, que en paz descanse mi amiga.

¿Y alguna historia para olvidar? Que no te hubiera gustado que pasara

La verdad es que yo olvidé todo lo negativo de mi vida, no quiero vivir con las cosas negativas.  No hay que tener resentimiento. La vida nos da la oportunidad de disfrutar el mundo, el país de uno, yo amo mi país, lo amo y lo quiero mucho, por lo tanto, no tengo resentimiento contra nadie. Perdoné a todo el mundo, si alguna vez me hicieron daño. Yo soy feliz como soy, cantando y aparte agradecida de este momento que estoy viviendo, de estar conversando aquí contigo y de lo que va a pasar el 23 de octubre en el Gran Arena Monticello, para que me vayan a escuchar cantar y a mis amigos artistas. Estará también José Alfredo Fuentes y Buddy Richard,  a quienes admiro muchísimo y son mis amigos de toda la vida; y también tengo la ilusión de que esté Ginette Acevedo cantando conmigo en dos canciones, que es mi amiga desde hace 61 años, toda una vida. Cuando estaba en México ella me escribía y yo le contestaba, le mandaba tarjetas, me contaba cosas y la verdad es que nunca se rompió esa amistad, siempre estuvo ahí y para mí es muy importante que esté ahí; y Denise Malebrán, que es una cantante rockera que estuvo compitiendo como Palmenia Pizarro en televisión, estoy muy orgullosa de tenerla a ella, una gran rockera cantando conmigo mis canciones, así que la tengo invitada también.

¿Cuál crees que fue la clave de tu éxito? Comenzaste tu carrera profesionaa los 20 años, cuando en Chile se vivía la fiebre de la Nueva Ola, el rock and roll, y las canciones en inglés. Y apareciste cantando algo que parecía totalmente fuera de tiempo y espacio: el vals peruano. 

Es que yo cantaba en español y empecé cantando vals peruano, que fue lo que a mí me gustaba. Yo entrego las canciones con sentimiento, yo me entrego a las canciones, entrego mi vida en cada canción, entrego mi vida, estoy sintiendo la letra de la canción, la siento en el alma, la vivo, la siento y la lloro a veces también. Eso es lo importante para mí. La gente lo siente percibe mi emoción y yo percibo el cariño de ellos también. Se cruzan las energías, es algo muy bonito que comparto con el público. 

¿Cuál es la invitación que le haces al público para el 23 octubre? Tu primer show post pandemia.

Los espero a todos que me acompañen por favor. Queremos compartir esa tarde con todos y cantar las canciones que necesito cantar. Todo lo que necesito desahogarme cantando. Es mi primer concierto después de la pandemia entonces he estado casi tres años sin cantar y he estado muy triste porque no he cantado. Tengo una ansiedad por cantar, estoy desesperada por cantar. Y ya estoy vocalizando para cantar. Me puse a cantar en japonés, porque cuando fui a japón, canté en japonés en una entrevista que me hicieron. (canta una estrofa) esa es una canción muy linda, música en español, pero me la aprendí muy rápido. Estuve cantando en cuatro continentes, mi carrera es muy internacional de verdad.

Las entradas para su concierto en el Gran Arena Monticello están disponibles en Topticket

https://www.topticket.cl/evento/817/palmenia-pizarro–60-anos-de-trayectoria


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