
Texto por: Ricardo Arriagada Gómez
Fotografías por: Claudio Escalona
Cuando uno va a un recital, lo mínimo que se espera es pasarlo bien y que todo salga como se anhela. De esa forma y mucho más fue el paso de Ocean Alley en su primera vez en Chile, tocando en Teatro La Cúpula para su actual gira promocionando «Love Balloon» que es su quinta producción. Con Tiano Bless como acto previo para compartir su filosofía rastafari y sonidos del reggae, generaría una temperatura agradable en el lugar para el evento principal.

Mirando el reloj, marcando justo las 21:00, el show comienza con «La Grange» de ZZ Top sonando de fondo para ser un triunfal ingreso del sexteto australiano demostrando su enorme vibra oceánica desde el principio, tocando nuevos temas como «Tangerine», «First Blush» y «Left Of The Dealer» por nombrar algunas, mientras se intercalaban parte de su repertorio ya conocido que resaltaban los decibeles sicodélicos a través de una impecable ejecución en «Knees», «Tombstone» o «Lemonworld».

Además de dejar una atmósfera cómoda y entretenida, dos factores fueron muy importantes para el desarrollo del show: obviamente el sonido que tenía que diferenciar tres guitarras en escena -en especial las capas encargadas por Angus Goodwin y Mitch Galbraith– con Baden Donegal en frente, el bajo de Nic Blom que marcaba el ritmo junto con Tom O’Brien en la batería y el entusiasmo de Lach Galbraith para acompañar en teclados.

La voz de Donegal fue fundamental para que la nivelación instrumental quedara genial, mientras que su persona estaba activa de recibir el cariño del público que lo aplaudía desde el primer minuto cuando entró con una camiseta de la selección. El otro factor fue el juego de luces, que se podían apreciar para cada cambio de canción y llenar la cúpula de colores.

La unión de lo clásico y lo más reciente se sintieron como una misma línea, sin demostrarse diferencias de preferencias. Fue así que «Drinks & Cigars» y «Sweet Boy», que continuara con «Yellow Mellow» y «Drenched» encantaba a toda la gente, pero las canciones antiguas tendrían su exclusividad para el resto de quedaba de recital y todo fue en alza, cuando su cover de «Baby Come Back» de Player -popularizada de su sesión en Triple j– diera la señal para los abrazos, la emoción y el karaoke masivo, que siguió al son de «Confidence», otra de sus más queridas.

Tras un pequeño bis, aprovechando el tiempo al máximo para tocar las últimas piezas, se llevan banderas y otros regalos mientras dan los agradecimientos y experimentar por primera vez la energía sudamericana, la sicodelia invadió otra vez con las tremendas «Partner in Crime» y «Touch Back Down» que dejaron más que satisfechos a los asistentes.

Interesante saber que fueron solo una hora y veinte minutos de show. Se puede pensar que era para más o el gusto iba a cambiar rápidamente, pero no se presenció rostros de esa forma, todo lo que ocurrió en ese lapso de tiempo dentro de La Cúpula fue de gran satisfacción. Gran sonido, excelente iluminación y un entorno que se saboreó como un néctar naranja que te quita la sed.
Setlist:
01. Tangerine
02. Knees
03. Life in Love
04. First Blush
05. Tombstone
06. Love Balloon
07. Lemonworld
08. Left Of The Dealer
09. Drinks & Cigars
10. Sweet Boy
11. Yellow Mellow
12. Drenched
13. Happy Sad
14. Baby Come Back
15. Confidence
-Encore-
16. Partner in Crime
17. Touch Back Down





















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