
Texto por: Ricardo Arriagada Gómez
Fotografías: Claudio Escalona
De a poco está regresando la lluvia como clima habitual en la mitad de año, el frío es parte del entorno, pero para los conciertos puede ser un factor aparte. La noche del 18 de mayo en Club Chocolate, no impidió el paso de Meshell Ndegeocello y su segunda vez en nuestro país. Ofreciendo parte de lo último de su carrera, destacando por su habilidad en el bajo y en el mensaje que quiere expresar ante una pequeña gira por Sudamérica.

Antes de su presencia, el acto previo fue realizado por Masquemusica, en una semana que ha tenido mucha actividad dentro de lo que más ama. Junto con Ed Neidhardt y Felipe Salas, interpretó parte de su disco debut “TARDE O TEMPRANO” del año pasado. “ÁNGELES”, “NO VOLVERÉ” y “JAULA DE ORO” fueron parte de un repertorio que logró tener las miradas y crear un ambiente cálido en el interior con una performance minimalista, pero con uso de luces y pantalla que favorecieron su presencia. Además, dio la primicia con nuevas fechas para seguir presentando su disco que ya lleva un añito cumplido y con grandes resultados.

Ya siendo la hora para el acto principal, el escenario está listo para el ingreso de Meshell junto a su banda, pero tras un aviso previo en su Instagram y para sorpresa de muchos que no sabían, dos integrantes solamente aparecieron: Jake Sherman y Abe Rounds. Era la primera vez de ellos en Sudamérica y tuvieron un espacio para tocar cuatro temas, siendo parte de un disco en conjunto que publicaron en octubre de 2024 llamado “Finally!”. Un llamativo número que no existía incomodidad y confusión, sino que fue una intervención especial para dos que cumplieron un sueño y que estaban de lo más agradecido en participar por sí mismos y con la bendición de la bajista.


Inmediatamente, una voz en off recita en español parte de un poema, siendo parte de un recital lleno de manifiestos, que sería el corazón de su actual gira basada en su álbum “No More Water: The Gospel of James Baldwin” (2024), presentando varias canciones -no en su totalidad ni en el mismo orden- que tiene una riqueza instrumental variada, entre el neo-soul, soul progresivo y hasta art pop. Jack mantuvo su puesto en teclados, Abe se dirigió a la batería, e ingresan Chris Bruce en guitarra, Justin Hicks en vocales y la protagonista, Meshell.

Parten con «Travel», canción que inicia el álbum, demostrando una calidad genial en el sonido de percusiones y un órgano majestuoso, seguida por “Eyes” con una sobria interpretación con uno que se robó el show que fue el registro vocal de Justin. Algo interesante en esta presentación fue la idea de que el nombre de la bajista no fuese algo exclusivo de ella, sino que es todo un conjunto, tomando una posición casi introvertida en una silla, en vez de ser la persona que está de frente. Con «The Price Of The Ticket» y “Down at the Cross” fueron parte de este inicio bastante reflexivo.


Ya en mayor confianza y con un público respetuoso, hasta hipnotizado con cada palabra o acción referente a su contenido relacionado con la constante búsqueda de derechos y luchas contra el racismo, seguía con piezas extraordinario como el soul puro de «Thus Sayeth the Lorde», el groove de primera clase que hay en «Love», la extensa «Trouble» y uno de los grandes momentos que fue «On the Mountain», que dejó a los asistentes yendo a otra dimensión. Tras un repaso a su última producción y dando las gracias por estar presente en lo que ha querido expresar con su LP, hubo espacio para tocar algunas canciones de «The Omnichord Real Book» (2023), dejando en claro que, muchas de sus actuales composiciones se sienten vigentes, sin necesidad de trascurrir a sus inicios.


Luego de casi una década de su debut, este regreso por parte de Meshell Ndegeocello será memorable para quienes no solo disfrutan de esta música llena de vida, sino que el trasfondo es estar presente junto a la voz de reúne los gritos de un pueblo, aquel que ha sido reprimido por décadas. Gran show.
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