
Texto por: Ricardo Arredondo
Fotografías: Claudio Escalona
Desde muy temprano la gente comenzó a llegar al Estadio Nacional, filas de gente que hacían notar que nos esperaba algo grande. Era mucha la tensión, la ansiedad y las ganas de cantar de una multitud transversal. Y no era para menos, ya que más de 20 años pasaron, para volver a ver a una banda chilena repletar (por partida doble) el recinto más convocante de nuestro país. Lo que vivimos con Los Bunkers, no lo veíamos desde la hazaña realizada por Los Prisioneros, en esa mítica doble fecha en el año 2001.
A las 17 hrs abrieron las puertas del estadio, hora exacta en que los más fanáticos comenzaron a correr para hacerse de la mejor ubicación posible y ver a la banda muy de cerca. Los elegidos para amenizar la espera fueron Pedropiedra, Fabrizio Copano -de manera histórica, llevando stand-up comedy a este recinto-, y Marcelo Aldunate en formato dj set, tal como lo hizo en la doble fecha del Santa Laura el 2023.

A las 20:55, se activó una cuenta regresiva de 5 minutos, que culminó con el track «Sacramento», que da cierre a su disco «Canción de Lejos. Los últimos 10 segundos se cantan a coro por todo el estadio, para dar paso a la banda y terminar con una espera de meses. Los Bunkers ya estaban sobre el escenario. Estaba sucediendo. De corrido suena «Ven Aquí», «Te vistes y te vas» y «Yo sembré mis penas de amor en tu jardín», en donde ya podíamos ver el increíble desplante técnico del show. Enormes pantallas que llenaban y permitían la perfecta visualización desde cualquier punto del estadio, así como torres de sonido repartidas para un audio que fue prácticamente perfecto desde el segundo uno y una iluminación de primerísimo nivel. Mención especial también, para el escenario, que estaba conformado por unas pasarelas que permitían llevar a Álvaro, Francis, Mauri y Gonza hasta muy dentro del público.
El concierto por sí solo ya era histórico, pero la banda no se quiso quedar sólo con el hecho, y prepararon diferentes sorpresas durante la noche, que coronaron este encuentro como algo realmente épico. El primer gran momento, fue luego de una hora aproximada de música, en que las luces se apagan y la banda abandona el escenario, para reaparecer en el memorial de los detenidos desaparecidos. Los 5 integrantes aparecen en perfecta formación bajo la frase “Un pueblo sin memoria es un pueblo sin futuro” haciendo de esta una postal que quedará grabada para la posteridad. Con una cuidada iluminación comienzan interpretando «La exiliada del sur» de Violeta Parra. Siguen con «Calles de Talcahuano» para que luego Mauricio Durán se tome unos minutos para hablar sobre la importancia de la memoria y de lo significativo de un lugar como ese, para pasar a interpretar «El detenido». Brutal. Cierran el set acústico con «Entre mis brazos» con todo el estadio iluminado con las luces de los celulares creando una maravillosa imagen.

Pegado a esto, la banda vuelve a escena para interpretar «Una nube cuelga sobre mi», que muchas veces cuenta con la proyección en pantalla de los personajes de 31 minutos, pero esta vez fueron los mismísimos muñecos quienes estuvieron presentes en la canción. Pudimos ver y escuchar a Tulio, Patana, Bodoque y compañía en vivo y en directo.
El tercer momento para rescatar, fue cuando invitan a Pedropiedra y realizan un bloque de tres canciones. Sin duda alguna, esto fue un regalo especialmente hecho para los más fanáticos. Junto al músico invitado, se subió también un grupo de cuerdas y un conjunto de bronces. Con cerca de 15 músicos en escena, interpretaron el bloque «El mismo lugar», «Tarde» y «Abril» que da cierre a su disco «Barrio Estación». Según investigamos, dichas canciones no las tocaban en vivo hace alrededor de 15 años, y a nivel de sonido, fue realmente una brutalidad. La banda, junto a las cuerdas y los bronces llenaron el estadio e hicieron que la música penetrara en nuestros cuerpos para sentir su poderío en plenitud. Tremendo momento.

El primer broche luego de poco más de 150 minutos de show, lo dieron con «Miéntele», «Nada nuevo bajo el sol», «Bailando solo» y «Miño», que fueron coreadas por el público. Pero todos sabíamos que faltaba aún, habían un par de canciones que era imposible que quedaran fuera de esta fiesta. Pasaron algunos minutos, y la banda volvió al escenario.
Ya cerca de la medianoche, se vivió un cuarto momento emotivo. La banda interpretó una canción que aparece en su primer disco, la conocida canción «El derecho de vivir en paz», de Victor Jara, que no tocaban en vivo desde el año 2010. Comenzó la interpretación por parte del grupo, y en un momento, en la pantalla se ve a Victor Jara, quien empieza a cantar sobre la música que está haciendo la banda. Se dio un perfecto dueto entre la voz de López y Jara, que emocionó fuertemente a gran parte de los asistentes, y a su vez, demuestra los esfuerzos de la banda por hacer cosas diferentes, nuevas y especiales para un concierto de esta magnitud, y no descansar simplemente sobre sus canciones y su repertorio mega popular.

Con «Canción para mañana», «No me hables de Sufrir» y «Llueve sobre la ciudad» se completaron poco más de 3 horas de show, que dieron cierre a una fiesta de la música chilena en el recinto más importante del país. Con una solidez tremenda por parte de la banda y con una producción al nivel de la ocasión, Los Bunkers siguen escribiendo su historia personal, y demostrando por qué tienen motivos de sobra para estar considerados dentro de los grupos más importantes de la historia de Chile. Un concierto que quedará grabado, y que seguramente en 10 o 20 años más cuando se hable de conciertos históricos, se mencionará sin duda esta doble jornada y algunos podremos responder con una sonrisa en el rostro diciendo “Yo estuve ahí…”
Setlist:
Ven aquí
Te vistes y te vas
Yo sembré mis penas de amor en tu jardín
Canción de lejos
Quién fuera
Bajo los árboles
Si estás pensando mal de mí
Ahora que no estás
La velocidad de la luz
Rey
El necio
La exiliada del sur
Calles de Talcahuano
El detenido
Entre mis brazos
Una nube cuelga sobre mí
Las cosas que cambié y dejé por ti
Noviembre
Ángel para un final
Fantasías animadas de ayer y hoy
Deudas
Pobre corazón
El mismo lugar
Tarde
Abril
Miéntele
Nada nuevo bajo el sol
Bailando solo
Miño
El derecho de vivir en paz
Canción para mañana
No me hables de sufrir
Llueve sobre la ciudad





















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