
Nota por Cristián Doppler
Fotografías: Claudio Escalona
Las noches del sábado 27 y domingo 28, vivimos las primeras dos de las cuatro jornadas de la «Revuelta» de Los Tres en el principal recinto de conciertos de Santiago, el Movistar Arena.
En octubre pasado se dio la gran noticia para sus fanáticos, que volvía la formación original de la banda penquista. Luego de varios rumores e incluso desmentidos, finalmente el 11 de octubre se confirmó el regreso de Pancho Molina a tomar su lugar que dejó en las despedidas del 2000 en el Teatro Providencia, y que tampoco apareció en la reunión del 2006 que incluyó a Manuel Basualto como baterista (años en que Molina residía en Boston, sumergido completamente en enseñar y seguir aprendiendo de su apasionado y querido jazz).
Desde aquel anuncio se comenzó a trabajar en la promoción y planificación de los shows de reunión, llamados como conjunto de fechas la «Revuelta». El día posterior repletaron la Plaza de la Independencia en su natal Concepción para afirmar en un sólido y sorpresivo show gratuito que todo ya era un hecho el cuarteto en su formación original, donde incluso fanáticos de otras regiones viajaron durante la noche anterior para no perderse este hecho histórico. Regalo similar vivieron los seguidores en Santiago cuando el 01 de diciembre desbordaron la Plaza Ñuñoa. La banda confirma con sus propios ojos que era una decisión correcta esta reunión, y cada movimiento aumentaba la expectación.
El sábado 06 de abril fue la presentación de la «Revuelta» en el Estadio Ester Roa Rebolledo de Concepción, el cual se repletó con todo el entusiasmo de los fanáticos locales, quienes sienten a Los Tres como muy suyos, y mismo cariño es recíproco, tal como decía Titae «En nuestra ciudad, en ese estadio en el que siempre soñamos tocar y con estadio lleno.» Se cumplió y sobrepasó las expectativas.

*Nota: Esta reseña son las impresiones del primer show del día sábado 27, acompañados de fotografías del show del día domingo 28.
Con las mismas altas expectativas comenzaba a reunirse sus fanáticos en las afueras del Movistar Arena, en un modo más pausado debido a la venta numerada de asientos, no era necesario entrar corriendo a agarrar el mejor puesto de cada ubicación como acto de sobrevivencia. Ya pasadas las 17:30 hrs. todo el recinto retumbaba al son de las cuecas de René ‘Torito’ Alfaro y María Esther Zamora, dos de los grandes cultores del folklore de nuestro país, algún que otro pie de cueca acompañaba al recinto que lentamente comenzaba a recibir a los asistentes. María Esther agradecía la instancia y valorando la extensión que «siempre ha existido la cueca en la carrera musical de Los Tres«.
Luego vino la presentación de Floresalegría, banda nacional liderada por Pamela Flores (voz y guitarra) y acompañada por Nicolás Ormazábal en guitarras, Gonzalo Arriagada en bajo y Matías Contreras en batería. Ellos fueron los seleccionados para telonear en los shows del 27 de abril y 01 de mayo (28 de abril será Perrosky y el 30 de abril Miles de Aves. El cuarteto mostró lo mejor de su corta carrera con un sonido cercano al pop rock con tintes británicos, destacándose las canciones de su EP «Curá y Sola», el cual según entrevistas previas destacaba a las obras de Henríquez y compañía como una de sus principales influencias, incluso cuando aprendió a tocar la guitarras con las clásicas canciones de Los Tres. Más que positiva recepción del Movistar Arena que en ese momento ya se encontraba a media capacidad.
Siendo las 19:30 Hrs. Momento pactado para el inicio del show de Los Tres, se visualiza constantes movimientos de personal técnico, las pantallas gigantes a los costados del escenario no funcionaban, situación que al parecer no se pudo solucionar, y luego de casi 45 minutos de retraso, con incluso expresiones entre expectación y fastidio por la demora, finalmente se apagan las luces altas del recinto para puntualizarse en el escenario. El regreso de Álvaro, Titae, Ángel y Pancho se concretaba en el Movistar Arena ante los gritos y aplausos de emoción de todo el recinto.
Entre penumbras aún, Henríquez saluda «buenas noches» mientras la banda comienza con la instrumental «Follaje en el Invernadero» de su álbum «Se Remata el Siglo» (1993), silentes y atentos observan todos los asistentes, como quien observa con detalle el inicio de una atrapante película, las tres pantallas gigantes que acompañan detrás de los músicos poco a poco se va desplegando un blanco intenso para con un efecto contraluz, viene sin pausa «Sudapara», y un dúo demoledor como «El Aval» y «Gato Por Libre» que hizo levantarse a todo el público con asiento del sector de cancha, ambas finalizadas con estruendosos solos de guitarras por parte de Álvaro y Ángel, con todo el pulso preciso y ejecución expresiva que extrañábamos de Pancho Molina, y con un legendario Titae que cambiaba entre el contrabajo y el bajo eléctrico según la canción.
«Para todos los marihuaneros del mundo unidos» lanzaba Henríquez para comenzar con «Hojas de Té», mientras distintas fumarolas se observaban por el recinto, rindiéndole honor a la canción, siendo además acompañados en los coros a devoción con cada «Que no se te olvide acordarte que me tienes que olvidar».

El set continúa sin descanso, luego de las instrumentales «Claus» con Titae tocando el piano Hammond y «Largo» (el cierre de su álbum «Fome» (1997)) y con Henríquez en la batería. Le siguen las coreadas «No Me Falles» y «Tírate». Mini momento romántico para «Un Amor Violento», la dedicada al público como «su amada Trinidad» en «Moizefala», escena musicalizada que aprovechan algunas parejas para expresarse cariño ante el canto sincero de Álvaro.
Una breve pausa, para preparar el escenario para el bloque acústico que se vendría, cambiando las proyecciones por una escena que nos recuerda a los clásicos recintos de reunión folklórica, para presentarnos un homenaje al gran Roberto Parra con «El Arrepentido», «La Perra con el Perro», «La Vida Que Yo He Pasado» y la canción más representativa del MTV Unplugged de Los Tres lanzado en 1995: «¿Quién es la que viene allí?»

Una nueva breve pausa para ya acercarnos al tramo final del set, la banda vuelve al escenario bajo un «Woohoo» de Henríquez, como señal de que lo estaban disfrutando tanto como los fanáticos que repletaron el Movistar. «He Barrido el Sol» es acompañada con un público ya más desenvuelto, dejando un poco la timidez de los bloques anteriores. «La Primera Vez» es cantada a todo pulmón para luego terminar el primer encore con «La Espada & La Pared», que hace cantar a un único coro a los miles de fanáticos, ante lo cual Henríquez les devuelve «Cantan muy bien, gracias por venir», mientras se retiran del escenario y se despliegan imágenes históricas de Los Tres en las pantallas detrás del escenario.
Último regreso para entregar todo con «Pájaros de Fuego», la aplaudida «Bolsa de Mareo», los riffs estruendosos y demoledores de «No Sabes Qué Desperdicio Tengo en el Alma» mientras algunos saltan y otros mueven sus cabezas, para despedirse «¡Muchas gracias y hasta la próxima!» y terminar todo con uno de los covers clásicos de Los Tres desde mitad de los 90’s, «Tu Cariño Se Me Va» de Buddy Richard, que incluso, incluyó un acelerado doble pedal de Pancho Molina. Despedida rápida del escenario, para que luego tal película vayan apareciendo los créditos del equipo técnico y humano de quienes fueron parte de esta «Revuelta», mientras sonaba de fondo la versión de los penquistas de «All Tomorrow’s Parties», original de The Velvet Underground, para un final hermoso y emotivo. La pantalla queda con el texto hecho característico de esta vuelta «LOS TRES: Álvaro, Titae, Ángel & Pancho», el fondo perfecto para los fanáticos que se sacaban selfie o posaban para tener su recuerdo para la posteridad.

El regreso de Los Tres y su «Revuelta», nos remarca la importancia del cuarteto penquista en la historia de la música chilena y latinoamericana. Un reencuentro que aunque no nos entregó sorpresas y repitiendo el mismo listado de canciones del show en el Ester Roa, se le debe mirar en la perspectiva de lo histórico del hito, y desde el ahora, de tener una de las bandas más grandes del rock nacional aún vigente y ahora nuevamente en su formación original, es razón suficiente para atesorar estos momentos, de tener a esos cuatro músicos virtuosos desplegarse con total naturalidad y química, regalándonos todas esas canciones que nos cautivaron tanto como cuando la escuchamos por primera vez, sigamos disfrutando a nuestros flamantes tesoros.
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