Por: Flavia Saldias

El reencuentro, su próximo concierto y la historia detrás de Hay un Límite
Es una fría mañana de junio en la Región Metropolitana y nos conectamos a zoom para conversar con Ricardo Viancos, bajista de la banda chilena Aleste.
Si bien estuvieron separados por mucho tiempo, en 2019, volvieron a reunirse y programaron un concierto. Sin embargo, vino el estallido social y la pandemia y, además de cambiar de recinto, lograron presentarse con apenas un tercio del aforo ideal. Para el próximo 15 de julio, fecha en la que se realizará su primer concierto 2022, esperan que la historia sea distinta.
Como no hay nuevos conciertos sin reencuentro, hablamos con Ricardo sobre cómo llegaron a reunirse después de tanto tiempo, de sus actuales inspiraciones al componer y también sobre lo que significa pertenecer a una industria que cambió mucho en un par de décadas. ¿Sabías que una canción de Queen inspiró el hit Hay un Límite? sí, el mismo que los llevo al número uno en varios países de la región.
Dale play a la banda en Spotify y disfruta esta conversación.
No habría concierto en el Teatro Oriente sin reencuentro. ¿Cómo surgió esa disposición y esa idea de volver a reunirse?
Bueno, nunca se dejó el contacto ni el ser amigos, que fue lo más importante. Nuestra premisa fue, antes que la banda, mantenernos siempre como amigos. Y como buena amistad, algunos tomamos más distancia, unos vuelven, otros van, uno toma más protagonismo, luego ese desaparece y así. Y un poco antes del 2019, antes que lo avisáramos públicamente, me contactan por whatsapp y me dicen: –Pelao, te puedo agregar a un grupo? -Sí, dale. Eran 5. Grupo Aleste. Y nuestro baterista, que es super diplomático: –Ya po, weones, ¿vamos a grabar o no? (risas). Y todos nos comprometimos a hacerlo, porque es eso, comprometerse.
¿Y quién llega con la idea?
Mira, yo creo que el bichito lo tenía Alfredo, para variar. Ese hombre no para, va como tres años adelante su cabeza, no para. Y Lito, que es el baterista y que, obviamente, como está ligado a la producción musical, está permanentemente dentro del ambiente. Yo salí a comprar un bajo, no tenía, había deshecho mi bajo. Pero eso, ellos tenían mucha más relación y de ahí nace la inquietud. Y bueno, empezamos a producir temas nuevos y de ahí nace la idea: hagamos la que hizo Phil Collins, regrabemos, empecemos regrabar. Y empezamos a hacer esto.
Eso. Ustedes ahora producen sus canciones y lo hacen en un contexto totalmente distinto. En los años noventa, cuando estas plataformas digitales no estaban, cuando el sonido también era distinto ¿o no?
Era todo distinto. De hecho, entrar a un estudio era impagable, si no estábamos con el apoyo de un sello discográfico. Hoy día yo soy muy crítico de los sellos discográficos, creo que son unos aprovechadores de la industria, es poco lo que hacen, es poco el apoyo, si no la estás reventando, si no estás en el mainstream, no les interesa. Entonces sí, cambió mucho. Cambió mucho la forma. Hoy día grabamos nosotros, nos producimos nosotros. Claro, nosotros tenemos la suerte de poder grabar en un rico estudio, de tener un estudio para hacer producción y pre producción. Tenemos el estudio de nuestro baterista, que es una super instalación y podemos darnos el lujo de ir a grabar al mejor estudio de Chile y tomarnos el tiempo. Ahora, el primer disco, con la primera Máquina del Tiempo, una vez ya ha grabado, una vez lista las pistas, nace la inquietud de quién lo va a mezclar. Y entre comentario y comentario, se nos une en este proceso Fernando, que es otro guitarrista que no ayuda mucho. Y él, que vivió Los Ángeles muchos años, en Canadá, en California, nos dice – ¿Pero que cómo quieren sonar, ¿cómo quieren mezclar esto? – Bueno, queremos sonar como las bandas que nos gustaban, Stryper, Warrant, los Poison, etc. Bueno, todos esos gallos tienen un nombre en común, que era su productor musical: Beau Hill, un productor de Capitol Records de los años noventa y grababa a todos estos gallos. – ¿Y por qué no los mezcla él? – No, es que no nos va a pescar y si nos pesca, no lo vamos a poder pagar.
Alfredo mandó un mail y le contesta: Me interesa mucho el proyecto, me gusta lo que me estás proponiendo, qué entretenido, tengo tiempo en tal fecha, estos son los costos. Upa. Apuramos el tranco para tener todo listo, había que mandar todas las pistas, todo, y nos empieza a mandar, a los pocos días, material de vuelta mezclado. Yo corría en círculos. Cuando llegaba el material, yo corría en círculo, qué increíble, cómo lo hace este gallo… bueno, y ahí tienes el resultado de este disco, que tiene la idea de grabar los temas antiguos con un afán. Nosotros no podíamos grabar los temas por contrato después de diez años. Eso es lo que te hacen firmar las discográficas. Bueno, habían pasado más de diez años. Pudimos vamos a empezar a grabar. Ahora, las canciones 2.0 son nuestras y el material fonográfico es nuestro, entonces nosotros podemos tomar la decisión de hacer lo que queramos.
Y volviendo a la pregunta, cambió todo. Imagínate que para nosotros sacar un CD era una novedad en los noventa. De hecho, nosotros tenemos vinilo, editado en Ecuador, cuando la industria del vinilo estaba destruida en Latinoamérica, los únicos que editaban vinilo era una empresa ecuatoriana. Así que imagínate, cambió y acá estamos, felices. Estamos en YouTube, uf, un descubrimiento. De hecho, todavía no tenemos Tik Tok, porque no sabemos bailar (risas). Tenemos Instagram, pero Tik Tok no, no tenemos la habilidad que tiene don Luis Jara (risas).
Me hablas con mucha devoción sobre esta nueva etapa, una etapa en la que no van de la mano de un sello discográfico y tienen más libertad para crear y publicar ¿Este regreso va en serio? ¿es de largo plazo o temporal? ¿O no se puede definir mucho?
No tenemos una definición. Esto lo estamos haciendo porque podemos. Y lo más lindo de todo, es no nació sin ninguna necesidad ni con ninguna ambición. Fue dándose. ¿Grabemos? Grabemos. ¿Los mezclamos? Lo mezcló Beau Hill. ¿Hagamos un video? Hicimos tres. Para lanzar la máquina del tiempo, teníamos que grabar un video y grabamos tres en un día. El director dijo no vamos a alcanzar, además ese día juega Chile, los técnicos se van a querer ir. A las ocho estábamos viendo el partido.
Lo hacemos porque queremos, de hecho, te tengo una primicia. La máquina del tiempo 2 está lista, en este momento se está mezclando y en el show de julio, van cuatro canciones de la máquina del tiempo 2, 3 canciones inéditas y un cover que hicimos hace poquito en homenaje a Kiss, va en vivo. Y en pandemia como no había nada que hacer, compusimos. Y ahora viene otra máquina del tiempo, con el mismo concepto, temas antiguos, regrabados y temas nuevos. Y así vamos a seguir hasta que saquemos todos los temas antiguos.
¿Sobre qué están componiendo y escribiendo hoy y qué diferencia o hay? ¿o hay una continuidad con lo que hacían en los años noventa?
Los que componen generalmente que son Alfredo, Pablo, Lito a veces, son bastante románticos. entonces le dan a la relación entre pareja. En los discos nuestros siempre se tocó algo social. Nadie nos destacaba por eso porque éramos los chicos lindos del rock y no sé qué, pero está Nieve Artificial, que habla de una chica cocainómana; está Tiempo Blanco. En el segundo disco también hay un tema que habla de una niña con un padre minero de Lota, una canción que no brilló ni nadie pescó y la letra es fabulosa. Siempre hemos tenido eso. Ahora, te diría que estamos más retirado de eso, porque claro son menos las canciones por disco también. Viene una muy buena eso sí, que es compuesta en melodía y letra por Rodrigo, lo cual nunca había sucedido al 100%. Rodrigo había participado en algunas composiciones, pero esta vez se lanzó solo. Tremendo temazo, una balada muy al estilo de lo que es su voz, él es un baladista por excelencia. Lo sacamos harto eso sí de su balada clásica, la rompimos un poco y quedó bastante buena, no sé si es tan romántica, pero sí está basada en la relación de pareja.
Vamos a los conciertos. Hicieron el teatro Nescafé de la Artes en 2020 con protocolo Covid entre medio y un tercio de aforo. ¿Qué expectativas hay para el próximo concierto?
Sí, ese fue un hito. Ahora también estamos en una fase compleja, con mitad de aforo y es un desafío, pero hay que empezar a hacer estas cosas, con aforo o sin aforo a favor hay que empezar a vivir. Ayer veía imágenes de Dua Lipa en Madrid. Lollapalooza estaba vacío al lado de Madrid. Los únicos que estamos restringido somos nosotros. En los aviones, uno viaja pegado con otro. La verdad es que, nuevamente, tocamos porque queremos.
¿Y cómo viene el show? ¿Con qué nos vamos a encontrar?
Con unos caballeros grandes que están rockeando nada más (risas). No, bueno, con las canciones nuevas de La Máquina del Tiempo uno, canciones de La Máquina del Tiempo dos, si es que se llamase así el disco. Varias canciones nuevas, canciones antiguas que no hemos tocado en vivo y obviamente todas las de siempre. Creo que Hay un Límite no la vamos a tocar (risas). Una rica puesta en escena, con pantalla, gráficas, etc. se está evaluando si es que hay telonero, porque el aforo afecta al backstage y no hay suficientes camarines, etc., pero demás que tendremos a alguien que se sube a cantar, a tocar, que nos ayude un ratito en algunas canciones. Será un rico show, vamos a pasarla bien.
Por último, ¿cuál es la historia que da vida a este hit Hay un Límite?
Mira, yo me yo entero de esta canción, un día de enero, de verano en Tongoy. Estábamos con un amigo y con Alfredo. Habíamos llevado instrumentos, bajo, todo. Estábamos iniciando la banda.. y estaba un amigo que ni siquiera es de la banda y Alfredo me dice – ¿cashai ésta de Queen? It’s a kind of magic, It’s a kind of magic. Ya, hazle así (y hace el ritmo chispeando los dedos), tan taan tan y ahí empieza a guitarrear Hay un límite que no sé qué… y ahí nace, tarareada. Nace ahí el ritmo y la melodía. Al poco andar, ya tenía letra. Llegamos a Santiago, se le muestra al resto del grupo. Se hizo una maqueta. Se grabó en un estudio. Y se hizo un videoclip de esa canción en un programa que tenía el Keko Yunge en Mega, Super Track se llamaba. El canal nos hizo el videoclip. Lo curioso es que tiene la otra letra. Cuando después grabamos para Polygram, nuestro productor, que en ese tiempo era el director artístico de Polygram, o sea no teníamos mucho donde elegir, era Juan Manuel Ossandón. Y Juan Manuel le cambió la letra. Nos hace una propuesta de la letra y participa en la composición del Hay un Límite, pero una vez que estaba oreado y sacramentado. De hecho, se cambió la letra en el estudio. Entonces, están las dos letras. Lo único que cambió fue la estrofa, el coro es el mismo. Ver video versión Super Track aquí. Y más encima, después, el sello, como buen sello discográfico, con un oído muy bueno, no lo saca de primer single, sacan otra canción (risas). Y nos lanzan. Luego, sale Hay un Límite y listo. Esto es igual que las montañas rusas, vas subiendo y de repente fua, no lo paramos más. Y después de un año y medio de tocar en todo Chile, Latinoamérica varias veces, anunciamos que íbamos a sacar un nuevo single. Y pasamos de sonar en las radios anglo a las latinas. Y de las latinas a las am. Y lanzábamos nuevo single, pero teníamos un single nuevo en un lado, y después íbamos a hablar del Hay un Límite a otro. Viajábamos a Venezuela y volvíamos y tratábamos de meter otro single y Hay un Límite, Hay un Límite… una locura. No nos podíamos despegar de la canción. Hasta hoy. No hay sábado o fin de semana que no te llegue un WhatsApp o no nos etiqueten en el Instagram con Hay un Límite. Es un hijo, una canción es como un hijo, te marca para toda la vida si es que la canción es importante.





















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