Texto por: Ricardo Arriagada Gómez

Fotografías por: Joselyn Heyden

Suena curioso que la productora Stgo Fusion, que suele traer grandes nombres ligados a sonidos cercano al Jazz hayan traído a una banda que menciona ese género sin ser parte de ello… ¡pero eso no es lo importante! Fue la ocasión única y exclusiva en que la banda Cap’n Jazz, una de las bases fundamentales del desarrollo de la música Emo y Post-hardcore hiciera su debut para remarcar su historia en Club Chocolate.

El grupo estadounidense venía con dos ventajas, que es ser la hermosa oportunidad de conocer en persona a los hermanos Tim y Mike Kinsella, junto con Victor Villarreal, Sam Zurick y Nate Kinsella desplegando esa alma juvenil que está adentro ardiendo a pesar de los años, y saber que todo el repertorio expuesto es puro material clásico. Lo llamativo era que, en vez de esperar a gente arriba de los 35 años, la mayoría eran menores de 25, y fue para la banda retroceder a sus inicios por la energía expuesta que hubo en todo el show.

Cerca de las 21:00, entran en escena y el desorden se desata en cosa de segundos con “Basil’s Kite” que vino de la mano con “In the Clear” y “Yes, I Am Talking to You”. Era un caos inmenso que no había alma sin moverse dentro del recinto, mucha gente sobrepasó su éxtasis que, de a poco algunos tomaran la decisión que hacer crowdsurfing o lanzarse directamente del escenario. Su vocalista Tim Kinsella que suele desgarrarse la garganta, como venían de Argentina el día anterior, sus esfuerzos alcanzaban a desafinar en las notas altas, pero más que incomodar o ensuciar el labor en vivo, es parte de la esencia del grupo, sobre todo con la ayuda de la gente para cantar sus líneas que, también se desgarraban sus cuerdas vocales.

Todo el listado de temas era parte de su único disco, el emblemático “Shmap’n Shmazz” (1995), aunque hubo una seguidilla dedicada a temas que salen en el compilado “Analphabetapolothology” (1998) que fueron “Ooh Do I Love You”, “Tokyo”, “Olerud” y “Forget Who We Are”, a gusto para los verdaderos fanáticos que paraban de saltar y volverse locos. Fue agradable que la banda fue tomó todo con calma, entre abrazos y no mostrar nada de desagrado a pesar de que generaba pausas para corroborar en que todo cable no se haya suelto, pero en especial fue la del pandero que iba y volvía en escena -algunos creyeron que era de regalo, pero lo necesitaban-. No había nada para aburrirse, era un doble espectáculo entre las canciones y el constante feedback.

Con la llegada de “Bluegrassish” y “Little League” desató el lugar, y el control se fue totalmente cuando mucha gente llegó a subirse junto con los artistas, agarrar el micrófonos y saludarlos, pero se notaba que era un punto donde podían peligrar las cosas, así que lo dejaron en que no vuelva a pasar más adelante. Tocaron “For Nate’s Brother Whose Name I Never Knew or Can’t Remember” que es parte de Owls -proyecto alterno formado por cuatro de los cinco integrantes que duró muy poco- como un primer cover, que era la alarma falsa a lo que muchos querían, pero eso vendría después. Entre “Precious” y “Planet Shhh” fue más estupendo para escuchar las guitarras de Nate y Victor, el bajo de Sam, aunque para muchos -que lo esperaban con ansias- y resultó ser el más técnico y bravo del recital era Mike… por algo algunos llegaron a subir y querer abrazarlo, incluso una persona tuvo la suerte de que recibiera una baqueta de obsequio por expresar su cariño.

Antes del Encore, dejaron uno de los tracks que muchos esperaban para gritar que era “Oh Messy Life” y el desorden reinaba otra vez, pero la energía era contagiosa y no existía la vergüenza, sin caer en estupideces, solo en diversión. Para la fase final, ahora sí llegó el famoso cover “Take On Me” de a-ha y su particular forma, llegando a ser un karaoke porque el micrófono cayó en manos de los asistentes y se movía para varios lados con tal sean el apoyo para Tim, quien se entregó totalmente en cuerpo y alma. “Puddle Splashers” y “¡Qué Suerte!” fueron el broche final para concluir una hora aproximadamente de puro alboroto lleno de vida y sudor.

Pasó de todo en este show y es difícil mencionarse cada detalle y resumirla en este texto, pero a pesar de los problemas técnicos que no eran voluntarios o el tumulto que casi se salía de control, el Club Chocolate estaba cerca de que se cayera el techo ante tanto salto y explosión emocional con el debut de Cap’n Jazz. No tenemos idea si será algo único, por si sus miembros volverán de nuevo, pero fue un momento que será marcado en la memoria, y que pocas bandas pueden decirlo con orgullo y apoyo. Una locura.

Setlist:

01. Basil’s Kite

02. In the Clear

03. Yes, I Am Talking to You

04. The Sands Have Turned Purple

05. Ooh Do I Love You

06. Tokyo

07. Olerud

08. Forget Who We Are

09. Bluegrassish

10. Little League

11. For Nate’s Brother Whose Name I Never Knew or Can’t Remember

12. Precious

13. Planet Shhh

14. Oh Messy Life

-Encore-

15. Flashpoint: Catheter

16. Take On Me

17. Puddle Splashers

18. ¡Qué Suerte!

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