Texto por Tomás Bascoli

Fotografías por:  Hugo Hinojosa

La agrupación argentina Bandalos Chinos presentó, ante un Teatro Caupolicán repleto, su último disco “Vandalos” (2025) en una fiesta que transformó el recinto capitalino en una pista de baile positivamente atormentada por el ritmo indie pop y rock que la agrupación ha sabido conservar como su sello dentro de sus distintos momentos discográficos. Una coherencia que remeció a todas y todos quienes estábamos ante uno de los grandes números musicales trasandinos de los últimos años.

Tras una correcta presentación de Mariana Montenegro, vocalista de Dënver, que contó incluso con la participación del cantante chileno Pau como invitado a colaborar, los motores se fueron preparando para lo que sería el plato principal.

La fría noche santiaguina se rasgaba ante la emoción y expectación que emana de quienes colmaban cada esquina del Teatro Caupolicán a la espera de los argentinos que, pasada las 21:00 horas, salían a escena con formación estrella: el vocalista Gregorio Degano, el guitarrista Tomás Verduga, el baterista Matías Verduga, el bajista Nicolás Rodríguez del Pozo y los encargados de los sintetizadores Salvador Colombo e Iñaki Colombo. Tanta hermandad arriba del escenario se nota ante la química que comienza a verterse desde la tarima con “Una Señal” y “El Ritmo” marcando con tono parsimonioso, profundo y contagioso lo que sería la mancomunión con el público que respondía con saltos y aplausos ante la coreografía de Gregorio Degano frente al micrófono.

Tras “Comando Juntar” sería el propio Gregorio que, con una impronta elegante y carismático, se dirigiría al público para saludar: “Hola, buenas noches Santiago”. Lo cual fue respondido con una ovación de parte de las y los oyentes que ya se encontraban hipnotizados ante los ritmos que desprenden los Bandalos Chinos.

“¿Estamos listos?” pregunta irónicamente Gregorio antes de lanzarse con “Mi Fiesta”, “Mentira” y “Cállame” que contó con las palmas del público para acompañar a los integrantes de la banda que nada ni nadie les borraba la sonrisa del rostro. 

“El Club De La Montaña” fue el primer gran karaoke de la noche, para luego dar paso a “Sin Vos No Puedo”, “Super V”, “Isla” y “Veccar”. Esta última contó con un espectáculo de luces que, si bien se mantuvo a su esplendor en todo el concierto, fue explotado en esta canción convirtiendo al Teatro Caupolicán en una pista de baile al más puro estilo de una discoteca de la vieja escuela.

A esta altura de la noche, el groove eterno y constante que mantiene en vilo a quienes disfrutaron de Bandalos Chinos seguía por los aires y es exclusivamente culpa del bajista Nicolás Rodríguez del Pozo, quien sostiene todo el andamiaje de la banda en vivo y contagia a contornearse de izquierda a derecha quienes observábamos el show.

Antes de continuar, Gregorio pregunta, en un pequeño diálogo, “bueno, ¿cómo estamos? La verdad es que estamos muy contentos con un álbum nuevo bajo el brazo”. Para luego dar rienda suelta a “Nosotros” y “El Temblor” que hizo honor a su nombre con el recinto capitalino vuelto loco en saltos y gritos.

Tras “Gloria Y Pena” vino uno de los momentos imborrables de la noche. “Vayamos prendiendo esas lucecitas” indicó el vocalista para cantar a capella, junto al público, los primeros versos de “Demasiado”. Un instante íntimo y profundo gracias a uno de los mayores éxitos de la banda.

“Dije Tu Nombre”, “Nunca Estuve Acá” y “Tu Orbita” cerraron la primera parte del show acompañado del comentario del vocalista que menciona a “la verdad: es que están hermosos”, antes de retirarse en un pequeño encore que se colmó del coro de la gente pidiendo más y más.

Otro momento más calmo de la noche vino con “Revelación I” que fue interpretada por Gregorio acompañado solamente de un teclado y de las voces del público. Antes de volver a desplegarse la banda para interpretar la respuesta musical con “Revelación II”.

La noche ya era sólida, pero Bandalos Chinos aún tenía atracos por hacer. Luego de agradecer a todas y todos quienes hacen posible esta gira, se lanza un clásico instantáneo con “Departamento” y luego el vocalista preguntaba “¿vámonos de viaje?” antes de hacer explotar al teatro con la canción del mismo nombre.

Al final, “Te Amo” cerraba el espectáculo con un Gregorio cantando entre el público y una agradecida banda que aplaudió y saludó a cuanta mirada cómplice se cruzaba entre ellos y el público.

No es la primera vez que Bandalos Chinos hace su magia en nuestro país. Ya los hemos tenido más de un par de ocasiones previas en festivales u otras instancias. Pero lo de esta noche fue especial, mágico y casi anecdótico, en el sentido de conexión que público y sexteto de músicos logró y mantuvo durante todo el espectáculo. Una cátedra de música bailable que te agarra desprevenido y no queda otra más que sumarte a la cándida masa que sigue el groove infernal que desde el escenario derrumba toda resistencia. Bandalos Chinos se gradúa de banda mayor con letras capitales. Una actitud encantadoramente rockera, un sonido virtuoso en todas sus formas y un compromiso por hacer del sonido un viaje entre el indie, el rock y el pop. Desafiando sus propias estructuras internas, reconfigurándolas para darles un matiz nuevo y maravilloso. Realmente, nos fuimos de viaje.

Setlist:

  • Una Señal
  • El Ritmo
  • Comando Juntar
  • Mi Fiesta
  • Mentira
  • Cállame
  • El Club De La Montaña
  • Sin Vos No Puedo
  • Super V
  • Isla
  • Veccar
  • Nosotros
  • El Temblor
  • Gloria Y Pena
  • Demasiado
  • Dije Tu Nombre
  • Nunca Estuve Acá
  • Tu Orbita
  • Revelación I
  • Revelación II
  • Departamento
  • Vámonos De Viaje
  • Te Amo

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