
Nombre: Dracula: A Love Tale
Direc: Luc Besson
Género(s): Terror/ romance
Año: 2025
Texto por Clau B. Díaz
Las adaptaciones de “Drácula” suelen esperarse con ganas. Es que la novela de Bram Stocker fundó el legendarium, hace ya 128 años, de lo que conocemos hoy como un vampiro. Con la criatura surgió una gran y fiel fanaticada por estos amiguitos de vida nocturna. Desde ahí, hemos visto a todo tipo de vampiros, desde entidades inmortales tenebrosas sin código moral hasta adolescente de 100 años que brillan al sol. Todos ellos han aterrorizado y fascinado por partes iguales. El director Luc Besson, aclamado por cintas como “León: el profesional” o “El Quinto elemento” también quiso contribuir al imaginario del vampiro con su propio estilo. Veamos cómo le fue.

Lo primero que hay que tomar en cuenta al abordar esta película es su título, el cual claramente lo dice: es una historia de amor. El relato está centrado en la eterna espera del conde Drácula (interpretado por un tremendo Caleb Landry Jones) por su enamorada Elizabeta quien reencarna en Mina (Zoë Bleu). Por lo que explora el lado más humano del vampiro y el tormento que ha soportado durante 400 años en busca de su amor. El caso es que, si bien, logra contar una historia de amor entretenida, la película pareciera ser más un remake de la cinta de Francis Ford Coppola que una adaptación literaria. Quizás podría aventurarme a señalar que está más cerca del fanfic. Aunque esto último no es necesariamente malo, el problema es que carece de profundidad porque no se decide a si respetar el material original, su atmósfera tenebrosa en la que hay que cazar al monstruo o ser una película romántica de época, un culebrón básicamente.

De modo que a ratos la cinta nos da momentos más que disfrutables con una buena actuación y dirección, sobre todo cuando está en pantalla Jones o Christoph Waltz (que en esta versión personifica a un sacerdote que sería un símil de Van Helsing, a quien por alguna razón no integra), con muy buenos diálogos, y en contraparte hay momentos sacados de un fanfic de cuestionable calidad. Es como una mezcla entre un videoclip de temática tenebrosa como “Everybody” de Backstreet Boys y “La Bella y La Bestia” live action. Pero también nos encontramos escenas que se te quedan grabadas por lo buena que son. Más que no lograr conectar con la película, no logré captar su propuesta. Lo mismo con el vestuario y maquillaje: el vampiro cuando es monstruo no convence, no genera tensión ni miedo, es como una señora muy vieja sin nada en particular, pero cuando es el Conde Drácula rejuvenecido tiene un estilo increíble con un traje que le da prestancia de una época eterna.

Lo que me lleva al elenco. Jones y Waltz excelentes en sus papeles, incluso independiente de algunos momentos desafortunados. Jones tiene un cara y expresión atemporal que le da verosimilitud como una entidad fantástica. No obstante, Bleu y Ewens Abid (quien interpreta a Jonathan) si bien lograron una más que destacable actuación no creí que fueran de aquella época. Es lo que ahora el internet ha llamado la “cara de iPhone”. Tanto Bleu y Abib tienen esa cara de saber lo que es un celular, quizás sean sus rostros tan bien cuidados o el tipo de maquillaje en el caso de Bleu, quien tiene un estilo muy particular, pero en la película la maquillaron como si fuera el siglo XXI, por lo que me costó creer que fueran del siglo XIX. El resto de los secundarios nada que decir. En general, lo mejor de la película fueron sin duda las actuaciones.

Entre otro de los puntos favorables es la música de Danny Elfman. La banda sonora le da un aire solemne, melancólico, que recuerda mucho a la que Wojciech Kilar compuso para la de Coppola, quizás es lo único que transmite cierta atmósfera tenebrosa. También el diseño de producción se destaca, dándole un ambiente romántico y melancólico, tal como el estado de ánimo del Conde. La fotografía luminosa nos muestra a un monstruo no tan monstruo, sino un ser que se condenó a la soledad y necesita de vuelta a su amor. Muestra a un humano, a alguien quien en otras circunstancias fue bueno, aunque, al final se revela algo que me quitó inmediatamente esa idea.

En síntesis, lo que quiso hacer Besson no es una mala idea, pero es lo mismo que hizo Coppola. Leí en un portal, que lamentablemente no pude encontrar la referencia, que decía que es como si Besson no se hubiese leído el libro, sino que solo vio la película de Coppola para presentarse al examen. Le faltó algo para de verdad sentir que estaba viendo a ese vampiro que lo cambió todo en el mundo de los monstruos. Quizás la falta de mitología detrás del monstruo. Queda coja en desarrollo de personajes, sobre todo de Mina y Jonathan. Sin embargo, es muy entretenida, tiene un buen ritmo (para mi gusto), está bien dirigida y visualmente es muy linda. La historia cautiva como cualquier telenovela de época. Romance obsesivo dark garantizado.

Drácula ya se encuentra en las salas de cine del país.
Distribuye: BF Distribution





















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