
Texto por: Ricardo Arredondo
Fotografías: Daniel Sáez
Una jornada para el recuerdo fue la que se vivió la noche del 04 de abril en Sala Metrónomo. Un encuentro musical con una leyenda del post-hardcore que luego de 25 años debutó en Chile, demostrando que la nostalgia y añoranza por los 2000 es real y está pegando más fuerte que nunca.

El encargado de abrir la noche fue Tim Kasher, líder de la banda Cursive, que se presentó en formato acústico. Sólo él y una guitarra frente a una audiencia que aún no llegaba al 50% al momento en que se subió a escena. Interpretando canciones de su repertorio solista y de su carrera con Cursive. Aunque en un principio su paso por el escenario, no causó grandes impresiones, si fue escuchado con mucho respeto y con el pasar del set, finalizó llevándose un gran aplauso, principalmente por su entrega y carisma.
Poco antes de las 21 hrs, la Sala Metrónomo ya se encontraba prácticamente llena. El debut era inminente. Puntualmente aparece en escena la banda encabezada por Geoff, quien antes de todo da las gracias y habla de lo feliz que está por este primer show en el país. Silencio… y con rabia dan el primer batacazo con «At This Velocity» para desatar la locura del lugar.

La cara de Rickly lo decía todo. Una sonrisa incontenible mientras interpretaba «División St» que sería la tónica de la noche. Un público totalmente entregado que cantaba cada línea, se movía al ritmo de la música y con los más entusiastas que se subían al escenario para hacer el clásico stage-diving mientras saludaban, abrazaban o cantaban con sus ídolos en escena. Todo en un marco de absoluto respeto, donde los guardias prácticamente no se interpusieron y permitieron que la energía fluyera y los fanáticos tuvieran un papel importante en la experiencia.

Al tratarse de la primera vez de la banda en el país, ellos mismos comentaron que tocarían mucho de su material antiguo. Es por eso, que pudimos escuchar una parte importante enfocada en el «Full Collapse» y «War all the Time». Quizás si tuviésemos que buscar algún punto bajo, sería solamente la duración del show. Entre el set principal y el Encore, llegó escasamente a la hora de duración. Pero esa falta de tiempo que algunos destacan, fue contrarrestada con intensidad y entrega total por parte de los norteamericanos. Y es que en ese breve tiempo, lograron abarcar parte importante de sus éxitos y dejaron una huella imborrable en su primer paso en el país.

Se dio una atmósfera muy especial anoche. Una sensación de hermandad. Parecía que teníamos en nuestra mano la pieza que completaba el puzzle que yacía en nuestro baúl de recuerdos, y que finalmente tras largos 20 años, podíamos finalmente cerrar ese capítulo. La banda sonó con solidez y los gritos desgarradores de Geoff, fueron una luz de esperanza y liberación a un show que parecía que nunca iba a llegar. Pero ante todo pronóstico y cuando menos lo esperábamos, se dio. El día llegó. Y fue prácticamente perfecto.

Una jornada que se encamina a estar dentro de los mejores shows del año de la escena del Hardcore, Post-Hardcore, Rock Alternativo, o como quieras llamarle. La verdad es que considerando la magnitud de lo que vivieron los cientos de asistentes anoche, la etiqueta es claramente lo menos relevante.
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Setlist:
01. At This Velocity
02. Division St.
03. Signals Over the Air
04. Cross Out the Eyes
05. Jet Black New Year
06. This Song Brought to You by a Falling Bomb
07. Fast to the End
08. Autobiography of a Nation
09. Standing on the Edge of Summer
10. Understanding in a Car Crash
-Encore-
11. For the Workforce, Drowning
12. The Other Side of the Crash/Over and Out (of Control)
13. War All the Time





















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