Texto por Catherine Guichard

El próximo 2 de septiembre, se vivirá una experiencia largamente esperada: The Kovenant regresa a los escenarios y lo hace con una parada en Santiago, en un show que promete ser mucho más que un simple concierto. Se trata de un viaje sonoro y visual hacia los confines de la oscuridad y el cosmos.

Formados en Oslo en 1993 bajo el nombre de Covenant, el grupo fue concebido en un contexto marcado por la efervescencia del black metal noruego. En aquellos años, el género adquiría notoriedad mundial tanto por la radicalidad de su propuesta artística como por la polémica de los hechos que rodeaban a la escena. Sin embargo, desde sus inicios, Nagash (Stian Hinderson) y Blackheart (Amund Svensson), fundadores del proyecto, tuvieron claro que su sonido debía ir más allá de la ortodoxia del género. Covenant nació con una impronta propia: un black metal épico, con tintes sinfónicos, atmósferas cósmicas y una aproximación casi cinematográfica.

Su debut, “In Times Before the Light” (1997), se transformó rápidamente en una obra de culto. Con solo 17 años, Nagash logró dar vida a un disco que, si bien partía del black metal más crudo, estaba impregnado de teclados envolventes y una mística espacial que anticipaba el futuro de la banda. 

El reconocimiento internacional llegó con “Nexus Polaris” (1998). Esta vez con una formación más amplia y sólida, el grupo sumó a músicos de la talla de Hellhammer (baterista de Mayhem) y Astennu, guitarrista de Dimmu Borgir. El resultado fue un disco que desbordaba ambición: riffs feroces, teclados sinfónicos y una narrativa lírica que miraba hacia el universo y lo sobrenatural. La portada, inspirada en el espacio, ya dejaba en claro que Covenant no era una banda común. “Nexus Polaris” es considerado hasta hoy un hito del metal sinfónico extremo, un álbum que catapultó al grupo a los escenarios europeos y los convirtió en protagonistas de una nueva manera de concebir el género.

Fue precisamente en ese momento cuando el grupo debió cambiar su nombre, adoptando definitivamente la identidad de The Kovenant, debido a problemas legales con una banda sueca de música electrónica que ya se llamaba Covenant. Pero lejos de ser un obstáculo, esta transición marcó el inicio de una nueva etapa: la de la reinvención.

The Kovenant lanzó “Animatronic” (1999), un álbum que rompió esquemas. El black metal épico de sus inicios dio paso a un sonido industrial, cargado de sintetizadores, ritmos electrónicos y una estética futurista. La banda abrazó una imagen más cercana al cyberpunk, con maquillaje metálico y vestimentas inspiradas en ciencia ficción. La jugada fue arriesgada, pero el impacto fue inmediato: “Animatronic” les valió un Spellemannprisen, el galardón más importante de la música noruega, y consolidó su reputación como pioneros capaces de evolucionar y transgredir.

El siguiente paso llegó en 2003 con “SETI”, un álbum que profundizó aún más en la fusión de metal e industrial, con un aire más oscuro y atmosférico. El nombre, tomado del programa de búsqueda de inteligencia extraterrestre (Search for Extraterrestrial Intelligence), evidenciaba una vez más la obsesión cósmica de la banda. “SETI” consolidó a The Kovenant como un proyecto inclasificable: demasiado experimental para ser encasillado en el black metal, demasiado agresivo para ser solo industrial, demasiado ambicioso para limitarse a un estilo.

Desde entonces, la banda entró en un prolongado silencio discográfico, lo que no hizo sino aumentar el carácter mítico de su obra. Para muchos, The Kovenant encarna la esencia de una época en que el metal noruego se expandía más allá de los bosques y las iglesias quemadas, atreviéndose a explorar el universo y la tecnología sin perder la oscuridad de sus raíces.

El anuncio de su regreso a los escenarios ha sido recibido con entusiasmo en todo el mundo, y Chile será uno de los escenarios privilegiados de este reencuentro. El show del 2 de septiembre en Santiago será la oportunidad de revivir en directo himnos como “Planet of the Apes”, “New World Order” o “Chariots of Thunder”, piezas que marcaron a generaciones y que aún resuenan con la misma fuerza e innovación de hace dos décadas.

Para los fanáticos que los acompañaron desde sus inicios, será la oportunidad de vivir en carne propia una experiencia que parecía perdida en el tiempo. Para las nuevas generaciones, será una puerta de entrada a una banda fundamental para entender cómo el metal se expandió y mutó hacia territorios insospechados.

Las entradas ya están disponibles, y la invitación es clara: el próximo 2 de septiembre el escenario santiaguino se transformará en un portal hacia otra dimensión, donde la oscuridad y el cosmos se funden en un espectáculo único. The Kovenant está de regreso, y ser parte de este reencuentro es sumergirse en una historia marcada por la transgresión, la innovación y el poder absoluto de la música hacia las estrellas.

The Kovenant en Teatro Cariola

02 de septiembre de 2025

Entradas disponibles a través de Sistema Puntoticket

Produce: Chargola Producciones/ The FanLab


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