Texto por: Pablo Castillo

Fotografías: Miguel Caro Vargas

La escena alternativa musical en Chile cada día es más y más relevante, y la ayuda de los sellos independientes facilita la creación de tocatas que igualan en experiencia y en calidad a los grandes conciertos. Así mismo, los sellos pasan a ser igual de protagonistas que los artistas, y ya con el sol escondiéndose dimos con un esperado show de tres actos musicales que han dado de qué hablar durante el último tiempo reunidos todos por Sello Cototo.

Desde la quinta región y presentando uno de los lanzamientos más celebrados del año, debutó Cristóbal Avendaño & Silvia Moreno. En una íntima presentación que contó con un quinteto de guitarras acústicas que logró transmitir cada una de las emociones plasmadas de «Lancé esto al otro lado del mar», así también complementado con el trasfondo del discoCon nerviosismo ante un respetuoso público que quedó inmensamente sorprendido por la tremenda propuesta musical junto a la cálida voz de los poemas recitados.

Oriundos de Chillán y un favorito de los Santiaguinos, se presentó Phuyu y la Fantasma. Ad portas de lanzar «Tetralogía de Bichos y Setas», tocaron un memorable set presentando una gran parte de su nuevo material de larga duración que tiene fecha de salida para este 18 de Septiembre. La increíble ejecución que nace en mezclar el Garage Rock y la Cueca, hizo saltar y zapatear al recinto con los cortes de «Anticuecas Subterráneas» (2021) e hicieron la previa perfecta a las fiestas patrias.

La misteriosa puesta en escena de Nicolicio se tomó el escenario para cerrar la fecha, el triunfante sonido de las trompetas y el aura enigmática de la personificación heroica de la banda dieron con el ambicioso Indie Rock que se nos presenta en «Bildungsroman» (2022). La conceptualización de la música y la historia que van creando sus letras dieron a caer con las emotivas interpretaciones de «Cometas Decadentes» o de «Funeral», además de presentar un corte de lo que vendrá siendo un próximo trabajo del artista.

Tres artistas que no comparten un mismo sonido, pero que sí comparten la misma pasión por la música. La Juguera hospedó a un público que recibió y entregó esa gratitud que las mismas bandas compartieron, en un lugar acotado que no tuvo complicaciones en hacer brillar a cada uno de los actos.


Zumbido.cl

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