Texto por: Hugo Hinojosa
Fotografías por: Francisco Aguilar

Este martes 28 de marzo comenzó a una semana que estará cargada hacia el metal progresivo, debido a la celebración de la primera versión del CL. Prog, que contará con la presencia internacional de SoenAlcest y Tesseract, además de los chilenos Mourners lament y Desire of pain, así como el show en solitario de los mismos TesseracT este próximo jueves 30 de marzo, pero el puntapié inicial lo dio Soen con un prometido nuevo espectáculo en formato acústico (al igual que el realizado el año 2022).

Con cierta timidez fue ocupándose el espacio de la sala RBX, y así a las 8:15 inició a media capacidad el show de Gabriel Hidalgo con su banda Hidalgo, proyecto solista del eximio guitarrista nacional. Acompañado de Braulio Aspé en bajo, Pablo Stagnaro en batería y Angeline Bernini, en guitarra y voz, concentró su breve set en su disco «Lancuyen»(2015), del cual fueron interpretadas «Wara», «Trufken mapu» y «Lancuyen», que le da nombre al mismo álbum. Además de ello, se sumaron «Kalpa» y «Kalpa taru», las que serán parte del quinto disco de la banda, y que acaba de concluir una exitosa campaña de crowfunding. La presentación, a pesar de lo concisa en términos temporales, pudo demostrar la calidad instrumental del conjunto, logrando trasladar su música (esencialmente eléctrica y distorsionada) a un formato completamente acústico, generando una atmósfera contemplativa y que llevó al publico a un verdadero viaje sonoro con cada una de sus canciones. Gran aporte también fueron las voces de Bernini, que ayudaron a complementar las capas melódicas y rítmicas que construían como conjunto, dejando un leve guiño al New age. La participación de Hidalgo concluyó con una muy buena respuesta del público asistente, dejando en claro que la escena nacional actual está en un gran nivel, y todo gracias a este tipo de presentaciones.

Luego de una espera no tan extendida, lo que parecía una asistencia más acotada en el show de Hidalgo, se convirtió en un lleno total de la sala ante la inminente presentación de Soen, subiendo la temperatura del local. Ya a las 9 de la noche aproximadante, aparecieron en escena, confirmada que su relación con Chile ya es cercana y afectuosa. Así, cada músico fue presentado con su apodo nacional («Yisus«, bigote, peluca y peludo) solo reservando el nombre a Martín López, quien ya se siente de la casa dadas sus raíces latinoamericanas.

Bastó solo el inicio con «Antagonist» para conectar con su público, quien coreó de inmediato cada melodía y momento del tema. Una primera observación relevante, es que el formato más que ser acústico (como lo fue en el show de «Hidalgo»), podría definirse como una versión limpia y más emotiva del repertorio de la banda, dejando igual espacio a las distorsiones en los solos y algunas líneas melódicas. El set continuó con la presentación de «Monarch», aunque rápidamente fue corregida para dar la entrada «Lunacy». Lo que podría haber sido problemas de retorno en la voz, fue la excusa perfecta para que funcionara el primer «karaoke», de un público chileno conocedor a cabalidad del catálogo de la banda. Ya en «River» se invitó a los sonidos del piano generando la emoción suficiente del público.

En «Jinn» se volvió a traer potencia al show, aunque hubieron ciertos problemas de acople que no lograron opacar la impecable performance, además de encender nuevamente a los/as asistentes que se habían dejado llevar por la atmósfera más calma del tema previo. «Illussion» fue el momento para acercarse nuevamente a «Imperial»(2021), su último disco de estudio, en una canción que funcionó perfecto para el formato más “desnudo”. Sin embargo, el no renunciar a la distorsión en ciertos momentos del concierto, ayudó a destacar el trabajo de Cody Lee Ford, quien siempre se mostró sólido en los solos, dotando de emoción rockera y sentimiento a cada una de sus intervenciones en la guitarra, siendo uno de los puntos altos del concierto.

El show prosiguió con el repaso de parte de su discografía. Así sonaron «Modesty», que fue otro gran momento, con uno de los mejores coros de la banda, al cual el público chileno respondió de inmediato, o «Lucidity» que encontró gran complicidad con la banda, dado que su vocalista, Joel Ekelöf, solicitó a los/as asistentes que encendieran las luces de sus teléfonos móviles. Luego vino una primera sorpresa de la noche, introducida con un «Do you like Slipknot? this is «Snuff»«, haciendo sonar con gran personalidad este cover de los norteamericanos. Posteriormente, «Savia», de su primer disco «Cognitive» (2012),marcó el momento más metalero de la noche, donde a pesar de no contar con las distorsiones, mantuvo el peso e intensidad, sobre todo soportado en el trabajo de Martín López.

Un segundo cover llegó a la noche, y fue el turno de «Hey you», de Pink Floyd, en una versión sentida y respetuosa de un clásico del rock progresivo. Vendría, entonces «Lascivious», pero Ekelöf presentó el que sería el último tema de su set, sonando «Lotus», una de las favoritas de los fans de la banda, aunque la despedida no fue fácil ante el habitual grito de reprobación «no nos vamos ni cagando«. 

El adiós, como era de esperar, fue cálido, y aunque la banda no regresó para una nueva canción, sabemos que todavía quedan presentaciones en el país, y la banda podrá demostrar ahora con todo su caudal porqué es uno de los nombres importantes en la escena actual del metal progresivo.

Setlist:

01. Antagonist

02. Lunacy

03. Monarch

04. River 

05. Jinn

06. Illussion

07. Trials

08. Modesty

09. Lucidity

10. Snuff

11. Savia

12. Hey you 

13. Lotus


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