
Álbum: «LUX»
Artista: ROSALÍA
Género(s): Art Pop / Crossover Clásico
Año: 2025
Texto por: Ricardo Arriagada Gómez
Cada vez que aparece ROSALÍA es tendencia. Por mucho tiempo y separándose de todo lo que fue “MOTOMAMI” (2022), existían varias preguntas referentes a cómo sería su próximo paso. Con una interesante forma publicitaria entre soltar unas partituras y llamar la atención ante una cercanía con orquestas, finalmente termina en algo mucho más profundo, serio y ambicioso con su art pop para unir cosas del crossover clásico.
La religión católica que se ocupa como metáfora de evolución como persona, la fe y más conceptos son parte de este cuarto disco de la catalana, quien se guardó estas ambiciones para trabajar con muchísimas personas, tanto en la producción, colaboradores, traductores -en un disco con más de diez idiomas presentes- y distintos estudios de grabación, en un conjunto de canciones divididas en cuatro movimientos. Todas con la presencia de la Orquesta Sinfónica de Londres bajo la dirección de Daníel Bjarnason. La reseña se basa en su formato streaming, ya que en físico cuenta con un par de canciones extras y exclusivas.
Su primer movimiento se la juega con “Sexo, violencia y llantas” que es el paso entre la vida en tierra con la búsqueda de la divinidad ante un planeta que es invadido por estos conceptos a pesar de que la artista pertenezca acá como nosotros, por algo está la idea entre lo suave y los efectos ruidosos que aparecen, dejando pasar a “Reliquia” que tiene una exquisita construcción de cuerdas que se alteran cuando avanzan, mientras nos cuenta parte de su vida en distintas partes del mundo con tal de que, cada amor roto y sincero, su corazón será el regalo sagrado que quedará. “Divinize” se canta en francés, catalán e inglés para envolverse en beats muy art pop al igual que “Porcelana” que muestra los pulsos más frecuentes entre su cuerpo y la entrega hacia Dios -en español principalmente y un fragmento en japonés- que son geniales, y descansan al son de “Mio Cristo piange diamanti” que se basa en la amistad y espíritu de San Francisco de Asís y Santa Clara de Asís, cantando en italiano y con un apoyo orquestal de película.
El segundo movimiento parte con el primer adelanto oficial y lo que ha generado muchas discusiones para encontrar la tesis de su nueva era. “Berghain” con paisajes en alemán, da referencia no solo a la famosa discoteca en Berlín, sino que su nombre consta de las montañas y bosques para formar un laberinto cuya salida es la luz. Entre los coros, lo épico que son los strings y las percusiones, la participación de Björk es estupenda y es genial ver el reconocimiento a Yves Tumor, a pesar de que su momento no se siente tan aprovechado como debió ser. El cambio es radical en “La perla” en tono vals junto con Yahritza y su Esencia que, muchos especulan que tiene algunas indirectas ante la relación que tuvo con Rauw Alejandro y no busca ser hit, pero lo tiene todo. “Mundo nuevo” con “De madrugá” recuerda a sus ideas de “El Mal Querer” (2018) y funciona a la perfección para formar esta intención del pasado y futuro, como si lo segundo fuese su resurrección.
Para el tercer movimiento, la composición bailable y letra de “Dios es un stalker” son espectaculares, ROSALÍA se pone en la perspectiva desde arriba con un toque de humor que, no necesaria es burla, pero es para volver a esa temática sobre el amor y cómo hay un diálogo para saber si sus decisiones son correctas. “La yugular” tiene una conexión con el islam tanto en metáfora como filosofía, con paisajes cantado en árabe que da cuenta de ser la canción más compleja del disco en tema de lo que nos quiere comunicar, e incluye en su outro un audio extraído de una entrevista de Patti Smith sobre las fronteras de la conciencia. Con “Sauvignon blanc”, muy diferente a su pasado de querer todo, acá rechaza lo material, y sirve de puente para el cuarto movimiento.
El flamenco nuevo se hace presente de nuevo con un gran tema que es “La rumba del perdón” para conectarse con sus raíces -otro de los puntos que se nota en el LP- para cantar con Estrella Morente y Sílvia Pérez Cruz. Curiosamente, es un trabajo con co-producción de El Guincho y era una composición guardada hace años, acá le da otro sentido y lo toma para el concepto de remisión divina, algo que siempre se busca para sacar los pecados o la limpieza para tener un puesto en el cielo. “Memória” es otro obsequio porque original es pieza creada por la cantautora portuguesa Carminho y entre las dos le dieron vida y adaptación para la placa, que sirve como la entrada al cielo que se da en “Magnolias” como su réquiem, y que, si llega su muerte algún día, sea celebrado y que esas flores la acompañen hasta donde su alma viaje al más allá, cantada con coros, un órgano y timbales celestiales que hace un cierre emotivo.
ROSALÍA y todas las personas involucradas en este disco logran su propia Torre de Babel, en el que cada piso son metro más cerca de quedar en la eternidad, y se logra para ser consciente de un álbum lleno de magia. Puede que algunas letras sean más sólidas que otras, pero no son detalles negativos ante la monumentalidad de cada track. Si uno dice que es una obra maestra o es el punto mejor logrado de su carrera, son opiniones totalmente válidas. “LUX” se va directamente a lo más digno dentro de la música este 2025.
Canciones Esenciales: Reliquia – Porcelana – Berghain – La Perla – Dios es un stalker – La yugular – La rumba del perdón – Magnolias
Lista de canciones:
01. Sexo, violencia y llantas
02. Reliquia
03. Divinize
04. Porcelana
05. Mio Cristo piange diamanti
06. Berghain (ft. Björk & Yves Tumor)
07. La perla (ft. Yahritza y su Esencia)
08. Mundo nuevo
09. De madrugá
10. Dios es un stalker
11. La yugular
12. Sauvignon blanc
13. La rumba del perdón (ft. Estrella Morente & Sílvia Pérez Cruz)
14. Memória (ft. Carminho)
15. Magnolias





















0 Comments